Presentado a partir de octubre de 2024 ante la perspectiva de las elecciones municipales francesas en 2026, su objeto es esclarecer la visión política del partido político francés « Les Écologistes – Los Ecologistas » a favor de una cultura compartida y deseable en las zonas rurales, así como inspirar y motivar a sumarse a esta visión tanto a los cargos electos (alcaldes, consejeros municipales, departamentales o regionales) como a los activistas.
Está estructurado en tres partes, con estos objetivos:
- « La cultura en el campo : el pariente pobre de las políticas culturales públicas » revisita las cuestiones relacionadas con la acción artística y cultural en pueblos y pequeñas ciudades;
- « Tierras rurales, tierras de cultura » destaca dinámicas culturales a través de proyectos inspiradores, y
- « Nuestras propuestas » se centra en contribuir al desarrollo cultural en el ámbito rural mediante iniciativas concretas.
Aunque no se presenta como una guía metodológica ni un manual de ingeniería cultural, la bibliografía y las referencias a organizaciones profesionales especializadas ofrecen recursos valiosos para los responsables de proyectos y los cargos locales.
Para descargar el cuadernillo (en francés).
Comité de redacción : Pascale Bonniel Chalier, Claire Peillod, Magali Sautreuil, Valérie de Saint-Do, Camille Trichet. Diversos miembros de la Comisión de Cultura del partido Les Écologistes contribuyeron a la investigación preliminar sobre los proyectos y los textos de referencia.
En las siguientes líneas presento una traducción adaptada de la tercera parte que se enfoca concretamente en las propuestas – estructuradas en 15 capítulos:
1 – Abrir paso a lo viviente
– Promover creaciones artísticas localizadas (in situ) y colaboraciones entre las artes y las ciencias de la vida con equipos multidisciplinarios.
– Apoyar proyectos culturales que permitan la concertación con respecto a la escala de los medios naturales identificados.
2 – Ciencias y conciencias de la transición
– Apoyar los centros y actividades de educación cultural, científica y técnica e invitar a los artistas a desarrollar un enfoque sensible hacia la ciencia.
– Vincular las grandes cuestiones ecológicas con el conocimiento científico y técnico y los savoir-faire artísticos.
3 – Ejercicio de los derechos culturales
– Organizar la participación en la vida cultural del territorio, las prácticas amateurs y las expresiones culturales de las personas en su diversidad.
– Fomentar encuentros entre profesionales y aficionados (residencias artísticas) e iniciativas de educación popular (talleres para jóvenes y mayores, etc.).
4 – La educación artística y cultural en « circuito corto »
– Fortalecer la educación artística y cultural a lo largo de la vida, crear infraestructuras y lugares de residencia para los artistas en escuelas, establecimientos de salud, etc.
– Fomentar la participación de los jóvenes en la vida comunitaria.
– Aprovechar las dinámicas culturales de los institutos y escuelas profesionales agrícolas para desarrollar actividades artísticas en los territorios.
5 – La permanencia artística de proximidad
– Facilitar y financiar la instalación en zonas rurales de equipos artísticos en zonas industriales abandonadas y espacios intermedios (preferentemente residencias largas) y el apoyo a equipos ya establecidos en zonas rurales.
– Crear un fondo regional o departamental de ayudas específicas para favorecer la creación y movilidad de equipos artísticos en el mismo territorio.
– Fortalecer el papel y los recursos de las bibliotecas departamentales y las bibliotecas de arte.
6 – En todas sus formas
– Apoyar específicamente las formas artísticas itinerantes e in situ, los paseos y recorridos participativos y el cine.
– Crear en cada departamento (département) una agencia de equipamiento móvil accesible a los equipos artísticos y estructuras para irrigar el territorio.
– Adaptar los horarios del transporte público a los eventos para facilitar el acceso.
– Unirse al « GIP Cafés Culture » que co-financia el empleo de artistas y técnicos.
7 – Reverdecer la cultura y cultivar la ecología
– Priorizar los enfoques locales en circuitos cortos, alimentación, impresión, ecodiseño, etc.
– Implementar movilidad baja en carbono, reutilizar edificios existentes, etc.
– Desarrollar la formación en Responsabilidad Social y Ambiental (RSE) para las estructuras culturales;
– Apoyar la creación de ressourceries – centros de recursos artísticos y culturales
8 – Arte de las ciudades y arte de los campos
– Apoyar el equipamiento profesional de lugares intermedios en zonas rurales: espacios de trabajo, alojamiento, espacios de ensayo, talleres, etc.
– Fomentar que las instituciones culturales urbanas difundan formas artísticas « ligeras » de manera descentralizada.
– Fomentar la cooperación cultural recíproca entre las zonas rurales y las urbanas.
9 – Festivales ecorresponsables
– Promover la ecocondicionalidad y la RSE a nivel regional, a través de criterios vinculados al ecodiseño, circuitos cortos, etc.
– Crear lugares de recursos a escala regional o departamental con puestos de trabajo dedicados a apoyar la transición ecológica de los festivales.
– Garantizar colaboraciones que respeten los valores ecológicos (hospitalidad, comercio justo, etc.) y rechazar el greenwashing de parte de las empresas.
10 – Memorias de los territorios y de los y las habitantes
– Identificar y promover el patrimonio y los bienes matrimoniales en toda su diversidad material e inmaterial, incluidas las aportaciones procedentes de fuera del territorio.
– Incluir sistemáticamente el Patrimonio Cultural Inmaterial en los criterios para la concesión de ayudas públicas.
– Sensibilizar a los arquitectos del patrimonio francés (ABF) sobre la ecología.
11 – ¡La cultura es empleo!
– Alejarse de las convocatorias de proyectos y orientarse a favor de acuerdos plurianuales de financiación pública.
– Armonizar los criterios de ayuda y simplificar los procedimientos.
– Crear un estatus de voluntario, permitiendo su reconocimiento (¿vacaciones adicionales?, cobertura de gastos, etc.) y enriqueciendo sus competencias.
– Garantizar prácticas de cogestión justas y responsables y dar prioridad a las formas de negocios de ESS.
– Apoyar a los grupos de empleadores culturales y a las cooperativas de actividades y empleo.
– Apoyar el empleo cultural a través de puestos FONPEPS (Fondo nacional para el empleo en el espectáculo) y FONJEP (Fondo de cooperación de juventud y educación popular).
– Crear una ventanilla regional de financiación pública dedicada a proyectos culturales en zonas rurales.
– Fortalecer los recursos del DLA (Sistema de Apoyo Local) a la cultura.
12 – Solidaridad de la cultura, cultura de la solidaridad
– Conectarse con redes de solidaridad internacionales y apoyarse en centros de recursos como Icorn y Zone franche.
– Reservar áreas de recepción/acogida para artistas y responsables culturales refugiados.
– Movilizar a los interlocutores sociales, sanitarios y educativos para que incluyan talleres de práctica y de escucha en sus programas.
13 – Vivir en el pueblo
– Proporcionar más recursos a los CAUEs (Consejos departamentales de arquitectura, urbanismo y medio ambiente) para asesorar a las personas y a los municipios sobre desarrollo y rehabilitación.
– Fomentar la intervención de los arquitectos en las zonas rurales y la cooperación con las escuelas de arquitectura.
– Incluir una cláusula cultural en los proyectos de planificación urbana.
14 – Viajes, viajes
– Valorar los recursos culturales del territorio para compartirlos con los turistas y documentarlos científicamente.
– Involucrar a los artistas en el proceso de valoración de estos recursos.
– Diseñar una logística de acogida respetuosa de lo viviente con los sectores hotelero, de los restaurantes, de los transportistas locales y con los residentes.
15 – Gobernanza compartida
– Crear convenciones ciudadanas para la cultura en el ámbito rural, involucrando a actores de diferentes sectores, por iniciativa de municipios y mancomunidades.
– Crear planes maestros regionales que identifiquen áreas prioritarias para la acción cultural pública.
– Organizar reuniones anuales de consulta en los EPCIs (Establecimientos públicos de cooperación intercomunal) con los servicios de las DRACs (Direcciones regionales de asuntos culturales) para un mejor apoyo y trabajo conjunto.