Una presentación personal en línea en el marco de la apertura del «II Simposio universitario internacional sobre gestión cultural en Latinoamérica – Eje temático: La gestión cultural global: la dimensión europea » organizado por la Escuela Internacional de Lenguas de la Universidad Anáhuac Cancún (MÉXICO) y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad EAN (COLOMBIA). Jueves 1° de septiembre, 09:00 hrs (Ciudad de México) = 16:00 hrs (París).
En consonancia con el principio de este blog de «entrelazamientos culturales», mi presentación va a considerar aspectos de políticas y cooperación culturales con respecto a una de las acciones especiales más emblemáticas del Programa «Europa Creativa» de la Unión Europea, enfocándome en el caso de Bodø, la nórdica ciudad noruega, que fue seleccionada a través de un exigente proceso como una de las tres «Capitales europeas de la Cultura» para el año 2024 – junto con Bad Ischl (Austria) y Tartu (Estonia).
Los motivos de inspiración no son pocos. El concepto general y lema del programa de la capitalidad de Bodø es «ARCTICulation», entrelazando en inglés el Ártico ARCTIC con las ideas de articulación ARTICULATION. A través de un ambicioso programa artístico y de desarrollo cultural, la ciudad y la provincia de Nordland contribuirán a la estrategia regional frente a sus desafíos demográficos, ecológicos, económicos, de cohesión social y geopolíticos… y establecerán o reforzarán relaciones de colaboración artística, cultural y humanitaria en las distintas escalas territoriales, desde lo personal y local hasta lo internacional, pasando obviamente por la dimensión europea, subrayada como uno de los objetivos específicos de toda Capital europea de la Cultura.
Entrelazaré entonces estos temas con la gran atracción del norte y del ártico, las auroras boreales, el sol de medianoche y la noche sin fin, la cultura sami, los paisajes naturales entre los más bellos del planeta, la riqueza y alta calidad de vida del país, sin olvidar sus contradicciones y retos. Y miraré con una perspectiva latinoamericana, mexicana particularmente, recordando que la corriente del golfo de México participa ciertamente en que las costas noruegas – y necesariamente la ciudad de Bodø – no sufran de su condición extrema en el hemisferio norte. El Atlántico reúne así sus riberas, las de Bodø y las de Cancún.
En este 8 de marzo, día internacional de la mujer, he pensado particularmente en Sofia Jannok, una cantante excepcional de pop, hip hop y música sámi que, más allá de presentar sus originales creaciones musicales, se ha confirmado como una de las principales activistas comprometidas con la defensa de su cultura, la preservación de la naturaleza y las tradiciones ancestrales de Sápmi, región del Norte de Europa compartida por Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Y no se ha limitado a ello: participa solidariamente en manifestaciones y en acciones que los pueblos indígenas y minorías organizan para combatir los intereses desproporcionados de las grandes multinacionales, de empresas e incluso de Estados.
Me parece importante dedicarle estas líneas en español porque todavía no es muy conocida en el mundo iberoamericano, a pesar de haber sido dos veces nominada a los premios Grammy, y que sus giras en los últimos años han ido desde Kautokeino en el extremo Norte de Noruega hasta Shanghai, de Seychelles a Mumbai… El hecho de que no se entienda el significado de las letras en sámi no ha sido una barrera. Como dice su propia semblanza, «cuando el corazón canta, la gente escucha».
Descubrí a Sofia cuando estuve en la ciudad sueca de Umeå, Capital europea de la Cultura en 2014. En efecto, el programa artístico y cultural que llevó a dicha ciudad a ser seleccionada en una competición entre varias candidatas suecas se inspiró en las ocho estaciones del año – así se separan tradicionalmente por el pueblo sámi – y se comprometió firmemente en aumentar el (re)conocimiento de sus artes y cultura(s). En esta ilustración oficial del programa, Sofia Jannok aparece en el ángulo inferior derecho.
(Re)conocimiento… he usado esta expresión para cubrir una doble situación ambigua, tanto en la propia Suecia como para el resto del mundo: dar a conocer más al «único pueblo indígena de la Unión Europea» al tiempo que reconocer las implicaciones de la complejidad de su presente. Particularmente, en el programa anual de la capitalidad se trató de incluir una problematización de la historia colonial sueca y de los desafíos actuales que son importantes para la supervivencia y desarrollo de la cultura sámi. El siguiente vídeo (en inglés) ha servido para ilustrar esta perspectiva:
En este artículo, he decidido guardar una de las diversas formas de nombrarse que el propio pueblo sámi se ha dado – junto con sami, saami, etc. Como se puede ver, he evitado llamarlos «lapones» porque este nombre conlleva, por su origen, un sentido de desprecio (se relacionaba, en sueco, con el equivalente de «andrajos» o «harapos»). A pesar de ello, «Laponia» sigue siendo común para aludir a la región en que viven los sámis, espacio que ellos mismos nombran «Sápmi» como hemos visto en el mapa anterior.
Bandera de Sápmi
We Are Still Here Todavía estamos aquí – Un mantra para todos los pueblos indígenas del mundo
We are still here es el nombre de una canción de su más reciente álbum (2016), This is my land, que a su vez es el título de otra canción-manifiesto. Son claramente evocadores de los puntos fundamentales que Sofia está resaltando actualmente. Los sámis se encontraban en Sápmi antes de la llegada de los colonizadores y a pesar de todos los esfuerzos históricos de las metrópolis durante un par de siglos para hacerlos desaparecer (desarraigos territoriales y matrimonios mixtos forzados, prohibición de sus rituales chamánicos y evangelización obligatoria, prohibición de hablar sus lenguas y falta de educación en ellas, aberrantes estudios eugenésicos, etc.), muchos sámis siguen estando en Sápmi, y están profundamente ligados a ella. Las cifras varían según la definición de lo que es ser sámi (definición impuesta esencialmente desde el punto de vista del colonizador), pero la mayoría de los sámis viven en Noruega (hasta 60.000), en Suecia (entre 20.000 y 30.000), en Finlandia (alrededor de 10.000) y la península de Kola en Rusia (2.000). Muchos sámis habitan las capitales de los países nórdicos.
Este vídeo grabado en un pasturaje de renos contó con la colaboración del artista audiovisual Anders Sunna. Ganó el premio al mejor vídeo en 2016 en el mayor festival de cine indígena ImagineNative en Toronto, Canadá.
Si bien al inicio las canciones de Sofia eran esencialmente poéticas, cantadas en lengua sámi del Norte (hay tres lenguas principales, con unas 10 versiones en total habladas en diversos territorios de Sápmi), en este último álbum no duda en incluir más canciones en inglés, más directas. Aún así, se percibe en partes de las melodías de corte pop que no deja muy lejos los yoiks – forma de canto tradicional sámi con vocación espiritual con origen en las tradiciones chamánicas y que describe la esencia de una persona, lugar o animal, siendo una forma de retrato cantado. Sofia insiste en que siente que su voz es una continuación de las voces del pasado, reflejando el mundo contemporáneo «como el arte siempre lo ha hecho».
En este album, como se puede escuchar y ver en la primera parte de un par de canciones y vídeos, Sofia ha incluido otro tipo original de elemento: extractos de grabaciones de juicios legales entre sámis de Suecia (como el «Pasturaje Girias«) y el Estado o empresas suecas, para subrayar que todavía hoy en día los problemas continúan en cuanto a la destrucción de sus territorios naturales (minas, represas, campos de pruebas militares, parques eólicos) y el daño a sus tradicionales actividades como la pesca o la ganadería de renos (los sámis fueron originalmente un pueblo nómada y ésta es una de sus características culturales y económicas fundamentales).
El combate es difícil y las partes no tienen las mismas capacidades: empresas mineras (incluyendo las propias del Estado sueco) y otras ambicionan apoderarse de los recursos naturales de esta parte del mundo caracterizada por su muy baja densidad y por estar tan lejana de las zonas más pobladas de los países nórdicos. ¡Cabe recordar que una gran parte de la ciudad de Kiruna va a ser completamente desplazada por unos kilómetros porque su mina gigante pone en peligro la estabilidad del suelo de la ciudad actual, además de que que ello permitirá ampliar las excavaciones y las extracciones! En diversos casos se están fraguando reales atentados contra el medio ambiente de una de las regiones más bellas y ricas del planeta.
En el vídeo anterior, de la mencionada canción This is my land podemos apreciar que dicha lucha – que puede asombrar a muchos dada la excelente reputación de Suecia a nivel mundial – ha claramente pasado del plano local, en Sápmi, al mundial.
En efecto, Sofia Jannok ha participado en eventos como la conferencia mundial sobre el cambio climático que tuvo lugar en París en 2015 – Sápmi resiente de manera espectacular el calentamiento global – o en desafortunados contextos como la lucha de miles de personas solidarias de pueblos originarios de Estados Unidos en el campamento Standing Rock Sioux Tribes, cerca de Cannon Ball, North Dakota, contra el oleoducto DAPL en tierras sagradas.
Adicionalmente, con miras al futuro, Sofia creó una fundación para contribuir a la protección de la naturaleza, la cultura y la juventud de la región en donde nació, ha vivido y su familia ha tenido su ganado de renos.
For future sisters I sing these songs – Para futuras hermanas canto estas canciones
En el siguiente vídeo en inglés podemos escuchar las ideas principales de Sofia como las presentó en un TedX realizado en la ciudad de Umeå.
Más recientemente, en una participación en la televisión noruega, Sofia explicó que cada verso de su canción ‘This is my land‘ estaba dedicada a una causa específica; pero precisa ‘todas son, sin embargo, parte de la misma causa’:
La diversidad de gentes, colores, paisajes
La llegada de nuevos ciudadanos
La comunidad LGBT
La madre que llamamos hogar, la Tierra
Los pueblos indígenas alrededor del mundo
Para una explicación complementaria de algunas letras de sus canciones en lengua sámi, recomiendo este artículo en inglés.
El otoño pasado, Sofia tuvo un papel en la serie de intriga y suspense Midnight Sun (Canal+/ SVT). La televisión sueca SVT le dedicó un bello y completo documental en tres partes The World’s Sofia Jannok en sueco, con segmentos en inglés, sámi y ¡su música! Incluso sin entender estas lenguas, merece la pena verlos y apreciar los magníficos paisajes de Sàpmi (incluyendo los mosquitos), los pasturajes y los renos, las tradiciones y la modernidad brillan en estos episodios, que incluyen aspectos de su estancia en los Estados Unidos (Minneapolis y Noroeste) y Seychelles. Además, la podemos ver participando con total familiaridad en la ganadería de renos, a la par de hombres. No es de extrañar que la radio nacional sueca le haya propuesto realizar un podcast sobre el feminismo. Con sus participaciones en los medios, Sofia está contribuyendo a aumentar la conciencia sobre las causas que ha abrazado.
Sofia ha indicado que su corazón late sobre todo por sus actuaciones en vivo en que combina ritmos urbanos con la música de sus bosques en la vasta tundra. Con sus cuatro álbumes ha creado una plataforma para la música sin fronteras, etiquetas, géneros… «como el mundo debería ser». La lucha por continuar (permanecer) y el amor por sus bosques son fuente de su pasión por expresarse a través de la música.
Con su gran sensibilidad artística a flor de piel, aunada a una rica conciencia de los grandes desafíos en que se encuentran tanto los sámis como los pueblos indígenas – y finalmente todas las sociedades contemporáneas – Sofia Jannok definitivamente me ha convencido y llevado a situarla entre los artistas más interesantes y completos de nuestros días, con mensajes trascendentes. Por todo este conjunto, ¡me parece merecer plenamente una nota especial en este día internacional de la mujer!
Para complementar el conocimiento de su estilo, recomiendo ampliamente su álbum Áphi (Wide as Oceans) de 2013, caracterizado por una gran poesía, espiritualidad, sin dejar una cierta dosis de nostalgia y tristeza (por las circunstancias mencionadas a lo largo de este artículo y sus efectos sobre las personas).
Y este otro vídeo de un álbum anterior Áššogáttis / By the Embers de 2008, con un estilo muy fresco y pop, filmado por la joven artista audiovisual sámi (también apasionante) Liselotte Wajstedt. Me encanta comparar el paisaje de nieve y el enorme lago Durdnos (Torneträsk en sueco) congelado, con los recuerdos de mis vacaciones veraniegas en el Parque Nacional Abisko, Suecia.
Como anécdota final, incluyo una foto del mismo lago en verano, al fondo «la puerta de Sápmi».
Lago Durdnos (Torneträsk), Abisko, Suecia
y una última foto de Sofia con la bandera de Sápmi en su gira por las Seychelles.