Jornada de Estudio: Desarrollo sostenible y cultura en Helsinki (3)

Esta es la conclusión de la reseña de la jornada del 10 de octubre de 2023. Trata de la planificación urbana sostenible y la regeneración urbana basada en la cultura en Helsinki y su área metropolitana. Los habitantes en el corazón de los procesos de democracia cultural… no sin dejar de lado algunas tensiones.

Tercera de tres partes

La jornada de estudio organizada por la red europea ENCATC concluyó en la Academia de Teatro de la Universidad de las Artes de Helsinki (Uniarts) con tres presentaciones. El enfoque de esta serie se relacionó claramente con la evolución de la estrategia local hacia la democracia cultural participativa, con aciertos y, algunas tensiones – afortunadamente no irresolubles.

La primera parte de la reseña puede ser consultada en este enlace. La ponencia tenía por tema la moda y el diseño sostenibles. En cuanto a la segunda parte, trata de la interesante experiencia de colaboración en red del sector de la música en vivo en Finlandia (ELMA.live) y del no menos valioso proyecto LuoTO a favor de la economía circular entre los sectores de la cultura de la región Helsinki-Uusimaa.


VISITA 3 – ACADEMIA DE TEATRO

La ideación del contenido de esta etapa de la jornada de estudio corrió a cargo de Jenni Pekkarinen, estudiante de doctorado en Política Cultural, Universidad de Jyväskylä. Actualmente, además de realizar su investigación doctoral en la Universidad de Jyväskylä, Jenni Pekkarinen trabaja como planificadora de proyectos en la Universidad de las Artes de Helsinki. Sus intereses centrales de investigación incluyen la planificación cultural, la participación, la ciudadanía cultural y la sostenibilidad cultural, entre otros. En su tesis, examina las aspiraciones de sostenibilidad cultural y el impacto de los programas de las Capitales Europeas e Iberoamericanas de la Cultura, centrándose específicamente en el punto de vista de los ecosistemas de las artes visuales. También ha participado activamente en asociaciones culturales y actualmente se desempeña como secretaria de la junta directiva de la Sociedad para la Investigación de Políticas Culturales en Finlandia y como tesorera de la junta directiva de Selkokulttuuri, una asociación que promueve las artes y la cultura lingüísticamente accesibles en Finlandia. Por cierto, acaba de publicar en inglés un interesante artículo sobre la consideración de la participación de diversos colectivos minoritarios de jóvenes en el programa de candidatura de Oulu 2026 Capital europea de la Cultura.

La extraordinaria biblioteca Oodi en el corazón de Helsinki. Foto Rafael Mandujano.

A. Helsinki: acciones de desarrollo cultural, social y urbano para prevenir las desigualdades en la capital finlandesa

El primer ponente de esta serie fue Timo Cantell, director de la unidad de estadística e investigación urbana de la ciudad de Helsinki. Dicha unidad, con más de 40 expertos, produce datos y conclusiones clave sobre el desarrollo de Helsinki, particularmente en los campos de población y bienestar, economía urbana y empleo.

Presentación de Timo Cantell. Foto de Rafael Mandujano.

La región metropolitana de Helsinki cuenta con 1.54 millones de habitantes en 2023. En cuanto a la ciudad de Helsinki en sí, hay aproximadamente 670,000 habitantes. Esta población va a aumentar a 700,000 personas en 2028 y las proyecciones de la unidad que Timo Cantell dirige prevén 824,000 habitantes para 2050. Este crecimiento se deberá según sus predicciones a la inmigración.

Helsinki y las ciudades universitarias de Finlandia siempre han tenido una población relativamente joven. Los adultos jóvenes, de entre 20 y 35 años, constituyen una gran parte de la población. Helsinki está ahora envejeciendo a medida que la generación del baby boom se va jubilando, aunque este grupo se mantiene activo.

Helsinki es una ciudad próspera, con un fuerte compromiso de reducir las desigualdades en campos como el de la salud y del bienestar. Es una ciudad contrastada por tener algunos barrios muy prósperos y otros menos. Sin embargo, en comparación internacional, Helsinki es una ciudad muy igualitaria.

Porcentaje de la población de edad 25-64 con estudios superiores al Máster en 2021

Helsinki es el centro nacional de las industrias culturales y servicios relacionados, de la educación y de la fuerza laboral en estos sectores. En el centro viven, por ejemplo, el 70% de los arquitectos de interiores finlandeses, además de bailarines y todo tipo de profesionales creativos.

La mayoría de las instituciones culturales de Helsinki se han situado en pleno centro de la ciudad desde su origen: Ópera Nacional de Finlandia, Galería Nacional de Finlandia, dos teatros nacionales (en finés y sueco). Después de la recuperación tras una Segunda Guerra Mundial particularmente dura para el país, un proyecto iniciado en los años 1970 para crear centros culturales bien distribuidos en los barrios no centrales de Helsinki dio lugar a la creación de tres centros culturales entre los años 1980 y 1990. Posteriormente se construyeron dos centros más.

Por ejemplo, Stoa abrió sus puertas en 1984 con el nombre de Casa multifunción Itäkeskus. El nombre fue cambiado en 1993 a Stoa, Centro Cultural del Este de Helsinki. Stoa es el centro cultural local más antiguo de Helsinki. El segundo fue Kanneltalo en 1992 mientras que el tercero Malmitalo en 1994.

Si bien al comenzar esta política de desarrollo cultural no se hablaba todavía de los términos «planificación cultural» y «mapeo cultural», en realidad sí se basaron en este tipo de ideales. Ya posteriormente se discutieron los términos de política cultural, incluyendo la «democracia cultural» y la «democratización de la cultura». La idea principal en pocas palabras era brindar servicios en los barrios de manera espacialmente equilibrada.

Los centros culturales cuentan con una biblioteca, sala de conciertos, centros de educación para adultos, cafetería, baños públicos gratuitos… y acogen eventos organizados por el departamento de cultura de Helsinki y otras instituciones afines. Los edificios están separados de escuelas. Hay aproximadamente un promedio de 500.000 visitas anuales en cada centro. Después de los tres primeros centros culturales decidieron dejar de «construir muros» y en su lugar promover actividades, programas y acciones. Esa política ha perdurado. Se considera que esto ofrece más flexibilidad y permite mantener los costos fijos a niveles razonables.

La División de Cultura y Ocio de la ciudad de Helsinki gestiona un total de ocho centros culturales actualmente: Annantalo, Caisa, Kanneltalo, Malmitalo, Maunula House, Stoa, Savoy Theatre y Vuosaari House. Los centros culturales ofrecen a los residentes de Helsinki una variedad de servicios culturales, como conciertos, representaciones teatrales, exposiciones, eventos infantiles y educación artística. Espa Stage también ofrece conciertos al aire libre en verano. Los eventos en los centros culturales se organizan en estrecha colaboración con el sector artístico y cultural de Helsinki y los residentes de Helsinki.

La presentación siguiente trató de la evolución del proyecto participativo de creación de uno de los últimos centros culturales promovidos por el gobierno municipal y otros socios a favor de un barrio en mutación y crecimiento.


B. El arte señala los vientos de cambio en el urbanismo

La presentación fue realizada por el arquitecto Petri Leppälä, de la División de Medio Ambiente Urbano de Helsinki.

Dado que para Petri Leppällä la arquitectura no es más que un marco para la vida misma, el enfoque del diseño interactivo ha tenido un trasfondo natural en sus estudios realizados en Finlandia y Dinamarca – lo que le permite hacer comparaciones en primera persona. El arquitecto Leppälä toma como punto de partida el devolver la interacción humana y la emoción al paisaje urbano cotidiano, lo que es un desafío que vale la pena para los diseñadores urbanos y arquitectos de hoy. La División de Medio Ambiente Urbano reúne en sus acciones todos los factores importantes de la planificación general y detallada, como el tráfico, el paisaje, pasando por los bienes raíces, incluyéndolos en una misma mesa, lo que permite que nuevas ideas multidisciplinarias guíen el diseño resultante.

El trabajo de Petri en la planificación urbana en el centro de Vuosaari ha evolucionado hasta convertirse en una colaboración fructífera entre las demandas del plan general de un nodo de servicios más habitable y el discurso con la gente de Vuosaari, a través de la programación detallada de los eventos, exposiciones y talleres del centro cultural Vuotalo. El valor agregado al proceso de diseño ha sido evidente al acercar cada vez más el debate público a objetivos compartidos en la implementación de los proyectos.

El objetivo era reforzar el espíritu comunitario, el desarrollo positivo y los perfiles distintivos en los distritos fuera del centro de la ciudad, como se comentó en la primera presentación por parte de Timo Cantell. La idea era crear oportunidades para que los residentes de varios distritos experimenten la cultura y hagan del arte parte de su vida diaria. En el centro del proyecto se encontraba la interacción y la cooperación entre los residentes locales y las organizaciones artísticas, los esfuerzos para encontrar formas de trabajo más diversas y, por tanto, nuevos públicos para el arte y la cultura.

Fue un proceso de urbanismo a través de la participación de los habitantes en interacción con los responsables del proyecto, a nivel de la información, de los talleres, de la metodología de diseño… Se estableció un diálogo con las instancias urbanísticas e inmobiliarias que operan en la región de Vuosaari, mientras que el trabajo se centró particularmente en actividades orientadas al arte entre las diferentes comunidades y residentes. Un artista residente trabajó con los lugareños.

Adicionalmente, hubo un concurso en condiciones reales para los estudiantes de las tres universidades de arquitectura finlandesas.

En resumen, se trató de un apasionante ejemplo de co-creación de un centro cultural con la ayuda de habitantes, estudiantes y profesionales. No fue creado en un día… fue todo un proceso en un marco temporal largo, indispensable para asegurarse del éxito del proyecto.

​​​​​​​​Con la ayuda del modelo participativo de Helsinki se equilibra y diversifica la oferta artística y cultural localmente, se fortalece la comunidad y el perfil positivo de los barrios así como también la inclusión cultural de los residentes.


C. Comunidades: cambiar las ciudades desde las raíces

Esta última presentación particularmente interesante fue realizada por dos investigadores que subrayaron los matices de las problemáticas entre las políticas diseñadas por las administraciones públicas, ya sea por el gobierno de Helsinki o por el de la ciudad de Tampere, y las actividades culturales urbanas que surgen desde las comunidades locales en dichas urbes (las dos más pobladas del país). En estos casos, las agendas no están generalmente alineadas inicialmente y se desarrolla un proceso dialéctico muy vivo en un marco democrático avanzado como lo es el finlandés.

Presentación de Mikko Kyrönviita y de Antti Wallin. Foto de Rafael Mandujano.

Antti Wallin, PhD, es profesor universitario de política social en la Universidad de Tampere. Es miembro del colectivo de investigación Tampere Center for Societal Sustainability y del consorcio de investigación Towards Ecowelfare State. Su investigación y docencia se centran en la intersección de las políticas urbanas, los espacios y la vida cotidiana de los residentes. Impulsado por el deseo de comprender las implicaciones espaciales del cambio social, su investigación ha explorado temas como el envejecimiento de la población en las ciudades, la planificación cultural, el papel de las bases en la planificación urbana, la densificación urbana y, más recientemente, los efectos sociales del desarrollo urbano sostenible. Más allá de la enseñanza y la investigación académicas, Wallin participa activamente en debates públicos y profesionales sobre cuestiones urbanas y publica periódicamente artículos populares sobre debates académicos.

Mikko Kyrönviita es investigador doctoral en política medioambiental en la Universidad de Tampere. Es miembro del grupo de investigación de Política de la Naturaleza y el Medio Ambiente y cofundador del colectivo de investigación Insurgent Spatial Practices de la Universidad de Tampere. Está realizando su investigación doctoral sobre el skate y la cultura de la construcción de parques de skate DIY (hágalo usted mismo). En su investigación, se centra en temas de acción política cotidiana, aprendizaje e intercambio de conocimientos, así como en las formas en que las apropiaciones y prácticas espaciales auto-organizadas de los patinadores han resultado en nuevas formas de colaboración en la gobernanza urbana. Es un miembro activo de la comunidad de skate local y ha participado en la planificación de la línea de estudio de skate en la escuela secundaria superior de Sampo y en el desarrollo del programa de skate con el Festival de Cine de Tampere.

Introducción
  • Las ciudades se están transformando a medida que las áreas urbanas experimentan una mayor densidad de población, la revitalización de antiguos sitios industriales (regeneración de terrenos abandonados), la adopción de nuevas filosofías de planificación urbana (nuevo urbanismo) y la evolución de diversas culturas urbanas.
  • La cultura, en su esencia ordinaria, es un componente fundamental de la sociedad, que abarca las costumbres y las formas artísticas de expresión que moldean la forma en que las personas viven y participan en el descubrimiento y el aprendizaje creativos.
  • Los individuos desempeñan un papel fundamental como agentes comprometidos en la configuración de los entornos que habitan, participando activamente en el desarrollo y la evolución de su entorno.
  • Más allá del ámbito de la planificación urbana tradicional, las ciudades emergen como entidades socialmente construidas, influenciadas y moldeadas por las acciones colectivas y los estilos de vida de las personas que navegan su existencia cotidiana dentro de ellas.

Enseguida los investigadores presentaron brevemente tres casos de organizaciones populares que renuevan las formas de vida en la ciudad:

  • Tikkutehdas, una antigua fábrica de cerillos, en Tampere
  • Hiedanranta, una antigua fábrica de celulosa y zona industrial, en Tampere
  • Suvilahti, una antigua planta de energía y gas, en Helsinki
Tikkutehdas DIY: Hacer política de manera práctica

(Kyrönviita &Wallin 2022) Los sentimientos de descontento pueden servir como un poderoso motivador, llevando a las personas a tomar medidas en un esfuerzo por influir en su ciudad y mejorarla. Esto puede implicar crear elementos o abordar deficiencias que han estado ausentes durante mucho tiempo en el paisaje urbano.

Los residentes de las ciudades, en este contexto, emergen como participantes políticos proactivos, comprometidos activamente en la configuración de su entorno de vida y albergando aspiraciones de realizar sus espacios urbanos ideales.

La política urbana cotidiana se preocupa fundamentalmente por la transformación de los aspectos ordinarios de la vida urbana, con el objetivo no solo de efectuar cambios sino también de crear nuevos espacios para el compromiso cívico, como lo aclararon Beveridge y Koch en 2019.

Este proceso dinámico sirve como fuerza impulsora, movilizando a las personas para que contribuyan activamente al desarrollo y mejora de su entorno urbano.

Tikkutehdas en 2010 y en 2012. Fotos de Mikko Kyrönviita.
Hiedanranta, Tampere: Dialéctica de la cultura y el desarrollo urbano

(Rikala, S., Wallin, A. and Sjöblom J. 2023; Turku, V., Kyrönviita, M., Jokinen, A. and Jokinen, P. 2023) La reestructuración económica de las ciudades abre barbechos urbanos (por ejemplo, terrenos abandonados, densificación urbana, etc.).

Las iniciativas de base grassroots (comunitarias) tienen la capacidad de reutilizar espacios vacíos o subutilizados para sus propios objetivos, al mismo tiempo que desafían las normas establecidas del desarrollo urbano (o sus tendencias).

En ocasiones, los esfuerzos de desarrollo urbano pueden aprovechar la cultura popular para cultivar espacios urbanos vibrantes y generar un mayor interés público. En este proceso se pueden emplear conceptos como el de los usos temporales, el urbanismo táctico y el urbanismo de bricolaje.

Hay ocasiones en que los actores de base y las entidades de desarrollo urbano comparten objetivos comunes en la creación de entornos urbanos dinámicos y animados. Sin embargo, las motivaciones subyacentes difieren:

  • Los actores de base están impulsados principalmente por consideraciones culturales y comunitarias.
  • El desarrollo urbano, por otro lado, está motivado principalmente por el objetivo de aumentar el valor del suelo y de los inmuebles.
Suvilahti, Helsinki – Conflicto: un escenario no deseado

Los ponentes citaron el proyecto de conversión de un espacio industrial -el gasómetro en Suvilahti – para el que el gobierno de la ciudad desea(ba) un gran proyecto de reconfiguración cultural típicamente planificada en relación con industrias culturales comerciales, en lugar del espacio de patinaje skate DIY popular y emanado desde la comunidad. Las tensiones en este proyecto han durado en los últimos años, incluyendo caceroladas por parte de los habitantes, quienes buscan el mantenimiento del espíritu comunitario no comercial de este gran espacio que no podría ser transformado en habitacional por el costo que requeriría su descontaminación. La ambición municipal es que se transforme en el más gran centro de actividades creativas y de espectáculos del norte de Europa, prometiendo incluir sin embargo, de nuevo, un espacio DIY.

Suvilahti en 2022. Foto de Mikko Kyrönviita.

¿Qué se ha aprendido de este caso? El tejido cultural conformado por iniciativas de base otorga un valor económico significativo a la ciudad, una idea que las autoridades de la ciudad acogen con entusiasmo. Aprovechan a su favor el inherente «factor de coolness» de estos movimientos culturales, empleando imágenes visuales impactantes y marcas convincentes para pintar un retrato vívido de una ciudad dinámica y vibrante.

Esta imagen cuidadosamente seleccionada sirve como imán para el turismo y la inversión, impulsando a la ciudad hacia el crecimiento y la prosperidad. Sin embargo, es crucial reconocer que estos esfuerzos bien intencionados para configurar un paisaje urbano más próspero pueden, a largo plazo, generar tensiones y conflictos.

Es importante enfatizar que el conflicto no beneficia a nadie. Como resultado, las ciudades se esfuerzan por lograr el delicado equilibrio entre asegurar sus objetivos de desarrollo urbano y al mismo tiempo nutrir el potencial creativo de sus ciudadanos. Esta doble aspiración presenta un desafío apremiante: descubrir métodos más efectivos para integrar perfectamente los valores culturales en el marco del desarrollo urbano sostenible, asegurando un futuro urbano armonioso y próspero.

A manera de conclusión: Hacia una ciudad sostenible desde abajo

Las iniciativas de base grassroots dan nueva vida a la vida urbana, marcando el comienzo del rejuvenecimiento en múltiples frentes, que abarcan las dimensiones materiales, sociales y simbólicas de la existencia de la ciudad.

Estas iniciativas defienden la sostenibilidad al reutilizar ingeniosamente espacios y recursos existentes para satisfacer las necesidades locales, allanando el camino para la construcción de comunidades y la creación de conocimientos y habilidades. Como consecuencia natural, con frecuencia desafían las prácticas urbanas convencionales, abriendo puertas a asociaciones nuevas y dinámicas.

En este contexto, surgen preguntas:

  • ¿Qué papel asumen los ciudadanos en el co-diseño de la vida urbana diaria y la realización de una ciudad sostenible?
  • ¿Y cómo influye la gobernanza cultural en esta intrincada ecuación?

Un agradecimiento especial a los investigadores Antti Wallin y Mikko Kyrönviita.


Centros culturales y cooperación cultural transfronteriza de proximidad

Una introducción

Durante siglos, la historia de Europa ha sido marcada por movimientos expansionistas, conquistas militares y numerosas guerras que han provocado desplazamientos de personas y de culturas a través de límites variables al filo del tiempo: las fronteras. Aunque estos fenómenos no son exclusivos de este continente, en el proceso de construcción europea se ha insistido especialmente en la importancia de la cooperación entre los espacios fronterizos, tanto de aquellos países que comparten fronteras al interior de la Unión, como de los que tienen fronteras con países externos. Se trata de una cooperación “de proximidad” que tiene como objetivo disminuir los efectos de las fronteras en un marco de libre circulación de personas, bienes y capitales. Los espacios fronterizos, otrora periféricos y con significativas desventajas económicas, han sido llamados a crear lazos ejemplares de cooperación, en pos de la cohesión y el desarrollo armonioso de los territorios.

En esta voluntad, la dimensión cultural tiene una vocación esencial puesto que, las otras fronteras, aquellas en las mentalidades de los habitantes, son ciertamente difíciles de derribar, o al menos, de atenuar. Afortunadamente, se ha entendido que si bien las fronteras son zonas de conflicto por excelencia, también pueden transformarse en lugares de diálogo intercomunitario. Para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, es imprescindible prever una mejor articulación del territorio en materia cultural, lo que incluye formar redes entre sus actores culturales así como vincular las instituciones culturales de uno y otro lado de la frontera, e incluso desarrollarlas conjuntamente. A mediano y largo plazo, el ideal consistiría en desarrollar una gobernanza cultural a nivel local y regional con todos las partes involucradas, conformando verdaderos laboratorios de la construcción europea.

Si nos preguntamos cuál ha sido el papel de los centros culturales – espacios de diálogo intercultural por excelencia – en esta forma de cooperación cultural transfronteriza, encontraremos una contradicción entre su gran adecuación para fomentar los objetivos de la cooperación cultural transfronteriza y el poco avance práctico en su desarrollo, lo que brinda un real carácter de pioneros a sus escasos ejemplos. Ante el número considerable de proyectos culturales transfronterizos que han florecido, la dimensión articuladora de los centros, reflejo de una mayor ambición de anclar la política de cooperación transfronteriza en el largo plazo, no es una constante en estos territorios.

Merece la pena recordar que tanto el Consejo de Europa como la Comisión Europea han promovido la cooperación transfronteriza, el primero esencialmente en materia de reflexión y acción normativa; el segundo, por su financiación mediante programas de iniciativa comunitaria en el marco de su política regional, en especial con el Programa Interreg, en sus distintas generaciones. Dicha financiación requiere una participación del Estado y de las autoridades territoriales y no concierne específicamente a los proyectos culturales, sino a un amplio campo que va del medio ambiente a la formación profesional. Sin embargo, no deja de ser un reconocimiento al carácter transversal de la cultura y su importancia en la dinámica transfronteriza.

Consideremos algunos ejemplos de centros culturales que se han implicado particularmente en esta práctica, como el Centro cultural transfronterizo “Le Manège”, simultáneamente de Mons, Bélgica y de Maubeuge, Francia, distanciados a penas de dieciocho kilómetros. Gracias al ímpetu visionario de Didier Fusillier y de Yves Vasseur, este proyecto marcó un precedente a nivel europeo durante más de 13 años hasta 2015, en las áreas de creación teatral, producción de música contemporánea, escritura y formación en artes digitales, residencias… El concepto incluyó recintos de ambos lados de la frontera y un real acercamiento en programación, en aspectos administrativos, técnicos y financieros así como en la movilidad de los espectadores (autobuses gratuitos entre recintos) y la política de comunicación. Así, en promedio quince por ciento de los espectadores acudieron al menos a uno de los espectáculos o actividades en el otro país. El programa de Mons Capital Europea de la Cultura 2015 llevó a poner entre paréntesis el partenariado estructural entre ambas instituciones, desligándose administrativamente, pero manteniendo lazos de colaboración transfronteriza, aunque tenues.

Relacionadas con este proyecto, podemos destacar también las Maisons Folie, que forman parte del legado del programa cultural de “Lille 2004, Capital europea de la Cultura” concebido por el mismo Fusillier y que son fundamentalmente casas culturales comunitarias multi-usos de uno y otro lado de la frontera, que trabajan en red. Continuando la política transfronteriza que formaba parte del espíritu del programa de 2004, las instituciones culturales de la Eurometrópolis franco-belga de Lille-Kortrijk-Tournai desarrollaron proyectos comunes, como la Casa de la cultura de Tournai, que tuvo un proyecto destacable con el teatro Le Prato de Lille en el sector del circo, creando el primer polo de circo transfronterizo “Le PLÔT, Pôle cirque Lille-Tournai o en el campo del teatro juvenil con La Rose des Vents-Scène Nationale de Villeneuve d’Ascq y el proyecto “Labomatic théâtres”. Hoy en día, en la misma área transfronteriza, el Festival de artes NEXT cumple 14 años de un ambicioso proyecto transfronterizo con cinco socios de Francia y de Bélgica: La Rose des vents, Villeneuve d’Ascq (FR), Espace Pasolini Valenciennes (FR), Le phénix Valenciennes (FR), Kunstencentrum BUDA, Kortrijk (BE), Schouwburg Kortrijk (BE).

En 2007, Luxemburgo decidió que su programa de Capital Europea de la Cultura incluiría todo el espacio transfronterizo, denominado “Gran región”, incluyendo los espacios vecinos de Francia, Bélgica y Alemania. Cabe también poner en relieve en esa región el proyecto de reconversión industrial de la acería Völklinger Hütte, del lado alemán, cerca de Saarbrücken, que hoy en día se ha transformado en un “centro europeo para el arte y la cultura industrial” donde se puede descubrir la historia de la industria siderúrgica, visitar sus instalaciones para comprender los procesos, al mismo tiempo que éstas se han reutilizado para muestras, exposiciones, espectáculos de danza, teatro… y hacen comprender y recordar la identidad industrial de los habitantes de estas zonas, similares en ambos lados de la frontera. El reconocimiento recibido de la Unesco como Patrimonio mundial respalda el interés de este centro que ya ha festejado sus primeros veinte años en 2019.

Acería Völkingler Hütte, Alemania

Todas estas instituciones tienen un papel significativo por desarrollar, aunque su camino está todavía marcado por numerosos obstáculos que han limitado de alguna manera su potencial. Recordemos que las autoridades territoriales de la Unión Europea presentan realidades político-institucionales muy diversas, de lo cual va a depender qué actores van a participar en las negociaciones, porque las competencias administrativas no se reparten de la misma manera en los países vecinos. Evidentemente, los recursos financieros y logísticos no son tampoco similares según el nivel de la autoridad que interviene en la cooperación. Nos encontramos frente a un marco legal y administrativo complejo. Los criterios para obtener recursos de programas europeos establecen que los fondos no pueden ser utilizados para el funcionamiento de un centro cultural, sino para algunos proyectos o actividades realizadas en su marco. La diferencia de lenguas puede interferir también, aunque los responsables no citan esta barrera como la más difícil. ¡A todo esto se agregan las propias diferencias culturales administrativas que frenan la cooperación: estereotipos negativos, nacionalismo, falta de interés por el vecino e incluso la falta de una estrategia definida o con mezcla de orientaciones (defensa de la cultura regional, promoción de intercambios culturales, instrumentalización socio-cultural…), tanto de lo que se desea combatir mediante la cooperación !

Estos múltiples factores tienen un impacto en la creación de centros culturales transfronterizos, además de los propios de la generación de una institución cultural de esta índole.

En conclusión, gracias a la aparición de una solidaridad estratégica entre los lados de la frontera se efectúa el cambio de una lógica de yuxtaposición de espacios fronterizos a la del surgimiento de un territorio transfronterizo, creando comunidades de porvenir, cuya identidad se crea en complemento de la identidad local, regional y europea. Es necesario insistir en el potencial de los centros culturales transfronterizos ya que disminuyen la fragmentación del espacio social y cultural de territorios separados en otro tiempo. En un marco transfronterizo, los centros culturales resultan proyectos bastante complejos, pero el avance en su discusión y puesta en marcha da lugar ya a una experiencia de gobernanza cultural transfronteriza, lo que es muy laudable. En el estudio del desarrollo de los centros culturales, este tipo de centros en particular nos reservará seguramente sorpresas en los próximos años. Y ello a pesar de las dificultades que la pandemia de la Covid-19 ha estado generando particularmente en los espacios transfronterizos de la Unión Europea.