Ecoansiedad y Ecolucidez – Mesa redonda: ¿Cuáles imaginarios concebir para superar la ecoansiedad? (2)

Esta nota presenta la segunda parte de la reseña de la mesa redonda del domingo 17/09/23 en la que los ponentes convocan la generación de nuevos imaginarios y la movilización individual y, sobre todo, colectiva. Apoyados en estudios y procesos participativos, cada vez se cuenta con más herramientas para suscitar compromisos en favor de la transición ecológica, educativa y cultural.

En la primera parte de esta reseña, los panelistas expresaron sus puntos de vista sobre el concepto de la ecoansiedad – que se ha vuelto desafortunadamente un tópico de tendencia en los medios – y la compleja realidad que se relaciona con el miedo al contexto actual de crisis climática que es necesario comprender, a nivel íntimo y a nivel sistémico, con una perspectiva de duración temporal. La ecoconsciencia y la ecolucidez han de relacionarse a la vez con la ansiedad social y la ansiedad política, por ejemplo en los campos de la vida cívica en democracia o en el quehacer artístico. Es necesario movilizarse y actuar, ya sea apoyados en la generación de imaginarios, ya sea a través del militantismo, pasando por el empoderamiento. Cada quien a su manera, pero buscando el bien colectivo. En esta segunda parte, los panelistas se concentran en los imaginarios y la acción para sobrepasar la ansiedad en sus diversas formas.

Segunda de dos partes. Movilizar a través de los imaginarios

Gabriel Malek, presidente de Alter Kapitae, consultor senior de post-crecimiento, señala que el tema de la ecoansiedad ha sido ligado al fatalismo, a un miedo que puede petrificar, pero gracias a las relaciones personales que van desde el círculo familiar o de amigos hasta el colectivo, es posible regenerarse y actuar en términos de movilización.

Como transición, Gabriel Malek comenta que él disfrutó leyendo una colección de manga con el trasfondo de la transición y los imaginarios. Le parece necesario contar con narrativas que ayuden a proyectarse; por ejemplo, cuando a las empresas se les habla del post-crecimiento. Valérie Martin, experta en el activismo y comportamientos ciudadanos relacionados con la ecología, indica que necesitamos de narrativas que empoderen: que acompañen el paso a la acción y que permitan proyectarse en una contranarrativa con respecto a la actual y mayoritaria (de consumismo, utilitarismo, productivismo…) hacia las sobriedades deseadas y de resiliencia secundaria. Es decir, reinventarse reflexionando sobre el mundo en que uno quiere vivir y trabajar, con qué formas de producción y consumo, cómo vivir juntos, qué tipo de relaciones con el Otro y con los otros… porque estamos en crisis en este tipo de relaciones. Para ella, no es con dogmatismo que iremos al mundo de mañana. El 30 de noviembre de 2021, la ADEME publicó « Transiciones 2050 »: cuatro escenarios resultantes de un trabajo inédito de prospectiva que duró dos años. El objetivo de este ejercicio fue contribuir a reunir elementos de conocimiento técnico, económico y social afin de proponer cuatro caminos “tipo”, coherentes y contrastantes, para llevar a Francia hacia la neutralidad de carbono en 2050. Destaca las principales lecciones y plantea las problemáticas que podrían alimentar el debate sobre las opciones posibles y deseables. Los escenarios van desde la reducción drástica de actividades hasta el status quo sin cambio porque se cree que la tecnología va a ser capaz de resolver el desafío. A su vez, los escenarios se declinaron en nueve boletines temáticos: la mezcla eléctrica; los materiales de la transición energética; los efectos macroeconómicos; los modos de vida; el sector de proteínas; el sector de los últimos kilómetros; el sector de la construcción nueva; el sector del gas y de los carburantes líquidos; la adaptación al cambio climático; los suelos; los territorios. Hubiera sido deseable que se incorporara esta reflexión en los temas de la campaña electoral de Francia de 2022, pero no tuvo mucho eco ni en los programas políticos ni en los medios. Para Valérie Martin, no se trata de que todos pensemos lo mismo, sino que debatamos sobre el camino que va a convenir a nuestra sociedad. En ese sentido, han desarrollado acciones para vulgarizar los conocimientos – con el fin de que el vocabulario no se quede a nivel de expertos – y participado en diversos tipos de foros, festivales o generado un podcast intitulado « Demain c’est pas loin – Mañana no está lejos » con nueve episodios. Cita otras acciones de la ADEME en el campo de la co-generación de nuevas narrativas con el ciudadano en el centro, en el corazón de la transición – no son prescriptores – colaboran por ejemplo con la panelista Magali Payen, directora general de Newtopia, fundadora de OnEstPrêt e Imagine 2050; con la Fabrique des récits; el Fresco de las nuevas narrativas (La fresque des nouveaux récits); o la particularmente interesante Asamblea ciudadana de los imaginarios (Assemblée citoyenne des imaginaires): se trata de cocrear nuevas historias cuyo proceso de escritura involucre tanto un panel de ciudadanos, guionistas profesionales inspirados en aportes ciudadanos (experiencias e historias) y expertos acompañando a los ciudadanos y los guionistas hacia estas nuevas historias. El objetivo final es producir obras de cultura popular arraigadas en las experiencias, aspiraciones y sensibilidades de los ciudadanos, que estén a la altura de los grandes desafíos de nuestro tiempo y que combinen pedagogía, sueños colectivos y entretenimiento. Han recibido ya alrededor de 55.000 contribuciones de la sociedad civil a los cuestionarios iniciales y se han escrito 150 narrativas a partir de ellas realizadas por los guionistas, entre los cuales un cierto número han colaborado en una residencia de escritura. El sábado 14 de octubre de 2023 se presentará parte de las sinopsis de estas historias en el marco del Festival de cine Atmosphères en Courbevoie. Más tarde, en diciembre, la gente podrá votar para seleccionar las mejores. Finalmente, Valérie Martin señala que trabaja especialmente en relación con el papel de la publicidad y recomienda visitar el sitio web de la ADEME donde se puede consultar un reporte de Jules Colé (2022) sobre los imaginarios intitulado « ¿Cómo podemos hacer evolucionar nuestra imaginación para cambiar nuestras relaciones con el mundo vivo y avanzar hacia un mundo sostenible y armonioso? » que es actual y concreto.

Al micrófono, el moderador Gabriel Malek

Por su parte, Magali Payen retoma la importancia de reconectarse con la naturaleza para reducir la ansiedad y el estrés. Concuerda con Valérie Martin con respecto al imaginario sobre la sobriedad que es necesario cocrear con la gente a través de procesos de participación democrática. Ellos también trabajaron con expertos en un ejercicio de prospectiva en que se habló del post-crecimiento (¡puede haber crecimiento en la salud, en el bienestar…!) o de remplazar el indicador de PIB por uno de bienestar general. Ella insiste en el imaginario de la ayuda mutua (entre-aide) que será indispensable en términos de resilencia colectiva o individual. Agregó que ellos colaboraron con los guionistas de una serie de televisión francesa exitosa llamada « Plus belle la vie » en cuanto a un tema: el de un apagón. Los guionistas solamente podían pensar en un estado de guerra civil como resultado del apagón, mientras que ellos les mostraron ejemplos de historias verdaderas (como en Texas) donde prevaleció la cooperación y la ayuda mutua. Gabriel Malek concuerda y agrega que ambas son un prerrequisito para la movilización colectiva.

Tanguy Descamps recomienda la lectura de un libro intitulado « Alienación y aceleración: Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía » del filósofo y sociólogo alemán Hartmut Rosa. En otro orden de ideas, señala que las universidades están incorporando estas cuestiones en sus planes de estudio o cursos. El desafío actual es poder masificarlo. Observa que aumenta el número de talleres participativos como los Frescos, con ventajas con respecto a las presentaciones magistrales.

Gabriel Malek desea concluir la mesa redonda con una pregunta sobre la politización amplia del debate ecológico. Valérie Martin señala que no se construye « en contra » si no « para », no hay que pasar el tiempo designando al adversario, al culpable, sino trabajando juntos con sinceridad, humildad y transparencia. Subraya la importancia de la cooperación alrededor de proyectos de territorio (administraciones públicas, instituciones públicas, empresas, ciudadanos, asociaciones…). Citó el ejemplo de La Fabrique des transitions: la Fábrica de Transiciones nació entre cuatro ciudades en el norte de Francia – Loos-en-Gohelle, Grande Synthe, Malaunay y Le Mené – que llevaban varias décadas comprometidas en una estrategia de transición de sus territorios hacia sociedades sostenibles, a través de su deseo de comparar sus experiencias para buscar principios rectores comunes de valor general, lo que las motivó a generar una Carta de compromiso. Hoy se han reunido a esta reflexión 400 territorios. Cita otras experiencias en que las palabras clave son la malla/red territorial, como con la asociación Make Sense y el proyecto GHETT’UP.

Tanguy Descamps desea que recordemos el modelo del dónut y los límites planetarios y que éste forme un terreno común. Hay muchas formas de comprometerse así como visiones distintas (post-crecimiento, crecimiento verde, RSE, decrecimiento…) No desestima el conflicto con las visiones contrarias que no toman conciencia de la problemática medioambiental y que se mantienen en dicha postura. A un momento dado es necesario asumir el conflicto político. Hay que portar los imaginarios del decrecimiento y de la sobriedad de manera positiva. Gabriel Malek recuerda en este sentido el diálogo de sordos reciente durante la universidad del MEDEF (sindicato francés de patrones de empresa) con la reacción negativa del director de la empresa TotalEnergies en cuanto a la urgente necesidad del cambio energético señalada por el climatólogo Jean Jouzel (03/09/2023).

En el corto periodo de preguntas y respuestas restante se manifestó la cuestión de la posición de la ADEME con respecto a sus tutelas y la postura del gobierno actual. ¿Cómo ir más allá de la triple tutela y que llegue su trabajo al conjunto gubernamental francés? Valérie Martin responde que ya hay un eco fuerte y su rol es aconsejar a los ministerios de tutela para acompañar la toma de decisiones. Pero hay un tiempo de preparación y un tiempo de la presentación política y eso es complejo. Por ejemplo, el término « sobriedad »; Valérie Martin lleva treinta años en su estructura y lo han usado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, con el reciente « Plan de sobriedad energética » apenas ha tomado sus cartas de nobleza. Por otro lado, con respecto al enfoque sistémico, en el plan de formación de todos los funcionarios franceses se incluye actualmente y mas aún en los ministerios de tutela. Los temas ecológicos irrigan todos los campos de la acción pública. La fuerza de la ADEME es trabajar en el campo de la investigación y de los conceptos, así como estar presente por todo el territorio francés. Esta territorialización de las iniciativas es esencial.

Finalmente, una participante del público comentó una experiencia de una película documental en edición actualmente sobre un liceo en que se habla de ecología con continuidad pedagógica y que tuvo resultados positivos entre los alumnos ya que se sintieron orgullosos de participar, incluso a su joven edad. La realizadora del documental tiene entonces esperanzas sobre la posibilidad del cambio. Valérie Martin recuerda en conclusión que hay una figura en la educación nacional francesa llamada « los ecodelegados » que son alumnos de las clases de secundaria y preparatoria elegidos por los estudiantes de su clase. Estos ecodelegados juegan un papel esencial en la sensibilización y movilización para ayudar a que las escuelas secundarias y preparatorias sean espacios más favorables a la biodiversidad y estén más comprometidos con la mitigación y la adaptación al cambio climático.


El Festival Anticipation nació del encuentro entre dos perspectivas – artística y ecológica – materializadas por la colaboración de la agencia de producción artística togaether, y la agencia de consultoría en estrategia sostenible Tactic/14Septembre.


Fotografías de François-Xavier Guillet y de Rafael Mandujano.

El autor no ha tenido – a la fecha – ninguna relación con los organizadores. Esta reseña muestra independientemente su reconocimiento al trabajo realizado en beneficio colectivo.


Ecoansiedad y Ecolucidez – Mesa redonda: ¿Cuáles imaginarios concebir para superar la ecoansiedad? (1)

En el contexto actual de crisis climática, los términos «ecoansiedad» e «imaginarios» se han vuelto tópicos cotidianos en los medios y en los debates públicos, aludiendo a la vez a fuentes de miedo y de (re)acción. Esta nota presenta una reseña de la mesa redonda del domingo 17/09/23 en la que los ponentes replantean los enfoques sobre la conciencia ecológica lejos del fatalismo.

Del 14 al 17 de septiembre de 2023, más de veinte artistas y ponentes se dieron cita en la chispeante Académie du Climat parisina para promover la toma de conciencia sobre los nueve límites planetarios por medio de experiencias artísticas, culturales y sociales, promoviendo así la necesaria cultura del cambio y la transición ecológica en el marco del Festival Anticipation.

En el caso de esta mesa redonda, los organizadores se dieron por objetivo encontrar un horizonte colectivo positivo para trascender los temores causados por las crisis medioambientales y sociales. Y es que constatan que el futuro que se avecina se asemeja a menudo a una distopía, por lo que las respuestas individuales son diversas y variadas: negación, ecoansiedad, postura ecofuriosa, ansiedad debida al capitalismo, etc.

Los principales panelistas fueron:

  • Valérie Martin, jefa del departamento de movilización ciudadana y medios de comunicación de la Agencia francesa de la transición ecológica ADEME;
  • Tanguy Descamps, coautor del libro «Vivir con la ecolucidez» de editorial Actes Sud y por ser presentado en enero 2024 (ndlr: ecolucidez = éco-lucidité); y
  • Magali Payen, Directora General de Newtopia, fundadora de OnEstPrêt e Imagine 2050.

El moderador fue Gabriel Malek, presidente de Alter Kapitae, consultor senior de post-crecimiento.

Nota: La siguiente reseña de las contribuciones de los panelistas ha sido enriquecida para mayor claridad con información proveniente de los sitios web oficiales de los estudios, proyectos o instituciones citados.


Primera de dos partes. Entender la ecoansiedad y otras formas de angustias (política, social, incertidumbre sobre el futuro…) para reaccionar

Para comprender el concepto de la ecoansiedad, Gabriel Malek cuestiona en primer lugar a Valérie Martin, experta en el activismo y comportamientos ciudadanos relacionados con la ecología, sobre el aumento de la ecoansiedad – particularmente en los jóvenes – y cómo este fenómeno se relaciona con el consumismo (cuyo mensaje es que la felicidad se obtiene gracias a las compras). Valérie Martin comienza indicando que no es posible generalizar en una categoría a « los jóvenes »; además, el término « ecoansiedad » no es pertinente, como lo han concluido en un proyecto llamado « Tu flippes » dirigido por Magali Payen (Asociación OnEstPrêt). Recuerda lo que es la ADEME: Agencia francesa de la Transición Ecológica. Es un establecimiento público industrial y comercial (EPIC) francés bajo la tripe tutela de los Ministerios de Transición Ecológica y Cohesión Territorial, de la Transición Energética y de la Educación Superior e Investigación. En la ADEME realizaron un estudio con respecto al « diálogo intergeneracional sobre el medioambiente » (dialogue intergénérationnel sur l’environnement) Ciertamente, los jóvenes y los mayores ven el mundo de maneras diferentes, pero el diálogo no es tan conflictivo como podría pensarse. Incluso podría ser una palanca para la acción. Separaron la investigación en dos grupos: un estudio para el grupo de personas de 55 a 75 años (en 2022) llamados « jeuniors » (traducimos por « seniors jóvenes ») y otro estudio sobre los jóvenes de 15 a 25 años (publicado en junio de 2023):

  • El estudio “Los jeuniors: conocimiento y transmisión de las cuestiones medioambientales”, tanto cuantitativo como cualitativo, pretende responder a varias preguntas: identificar el grado de conocimiento de las cuestiones medioambientales entre los jóvenes mayores (“jeuniors”), identificar sus prácticas en este ámbito e identificar los contornos de la transmisión de estas preocupaciones, gestos y prácticas en el círculo familiar, en particular entre hijos y nietos.
  • El estudio cuantitativo y cualitativo « Los jóvenes y el diálogo intergeneracional sobre el medioambiente » trata las siguientes cuestiones: identificar el grado de conocimiento sobre temas ambientales entre los jóvenes de 15 a 25 años, y como en el estudio anterior, identificar sus prácticas y la transmisión de estas preocupaciones, gestos y usanzas dentro del círculo familiar, especialmente con sus padres y abuelos. También se consideran las prácticas de los jóvenes en términos de participación pública e información sobre el clima.

Entre los resultados de los tres estudios citados aparece claramente que los jóvenes son muy conscientes (para Valérie Martin es mejor emplear este término). En Tu flippes, 75% de los jóvenes se dicen ecoinquietos (éco-inquiets) y 20% se declaran ecoconscientes (éco-conscients). Hablan no tanto de la meteorología sino de fenómenos que conciernen las sequías, el calor, entre otros. Hay un sentimiento de fatalidad – que es lo que parece más atroz a Valérie Martin – porque sienten que ya no hay perspectivas: es la aprehensión de un mundo que va mal y en el que de todas formas no se puede hacer nada: ellos, no pueden hacer nada. Enseguida, 75% se sienten más comprometidos que las generaciones anteriores. Esto lo traducen esencialmente como realizar ecogestos. 57% de los jóvenes declara no conocer fuentes de información fiables sobre las cuestiones ecológicas; generalmente las relacionan con las redes sociales e identifican algunos streamers como HugoDécrypte, pero no obtienen la información de una manera que les convenga. Otro punto clave es el de la confianza con respecto a la familia y otras generaciones. El 75% de los jóvenes encuestados consideran a las generaciones de sus padres y de sus abuelos como las responsables del cambio climático en grados diversos. Hay una correlación entre los jóvenes que consideran a sus mayores más responsables y los que son los más comprometidos entre ellos (en el sentido de implicación personal a favor de la ecología). 38% considera responsable a la generación de sus padres y 26% a la de sus abuelos. Por ello, es importante conocer más en detalle sus sensaciones; los resultados permiten considerar que la « ecoansiedad » está tintada ya de un cariz patológico que puede afectar en realidad a 5% de la gente. Valérie Martin piensa que se trata entonces de un contexto en que hay cada vez más personas « ecoconscientes » y entre ellos hay quienes frente a la situación, al consumismo o al ultraconsumismo de nuestras sociedades, no saben qué hacer. No se trata de edad solamente, sino también de modos de vida, de clase sociológica, de educación y de situación geográfica.

Al micrófono, a la izquierda: Valérie Martin, jefa del departamento de movilización ciudadana y medios de comunicación de la agencia francesa de transición ecológica ADEME.

Magali Payen se sentía « ecoansiosa » desde hace años pero actualmente encuentra esta palabra muy peyorativa, así como inexacta, en términos médicos porque la ansiedad es una enfermedad que se refiere al miedo ante algo que no tiene causa, mientras que en el caso de nuestra conversación sobre la urgencia climática sí se conoce la causa, la amenaza existe por lo que es normal tener miedo. Mientras que el término puede llevar a estas personas a sentirse frágiles, en realidad son muy lúcidas sobre lo que está pasando, y además son muy valientes ya que lo afrontan con determinación. Ella prefiere emplear los términos de « ecoconsciencia » o de « ecolucidez ». Adicionalmente, Charline Schmerber, autora de la « Pequeña guía de (súper)vivencia para ecoansiosos » indica que detrás de la ecoansiedad hay al menos 175 emociones asociadas. Así que es importante comprender que todos los sentimientos negativos relacionados con el medioambiente y el futuro no son sinónimo de ecoansiedad. Magali Payen lamenta entonces el uso indiscriminado del término por parte de los medios. Más allá, señala que ha conocido jóvenes muy afectados y que prácticamente han llegado a un « burn out » o tenido ideas de suicidio. Pero también ha llevado a muchas personas a transformar la situación en militantismo. Es necesario tomar en cuenta personalmente tanto su ecología interior como la ecología exterior. El estudio « Tu flippes » correalizado con la ADEME es tanto cuantitativo (cuestionario de respuestas múltiples) como cualitativo (con un seguimiento a lo largo del tiempo). Del 75% de las personas que se sienten preocupadas, el 20% piensan en ello constantemente y en el 5% el miedo se desborda, afectando a veces sus relaciones con quienes los rodean y, también, su sueño. En esos casos puede volverse una enfermedad si no se toman cartas en el asunto. El proyecto recomienda buscar ayuda profesional médica si la persona no puede lidiar con esto sola y a los otras personas les propone inscribirse a una lista de emails de apoyo que permiten descubrir en dos semanas 14 cursos de acción para cuidarse y cuidar del mundo. Se trata de convertir la sensación en acción. « Existen numerosos modos de acción y debemos saber encontrar el que más nos convenga, el que nos estimule sin aumentar nuestro nivel de ansiedad. Desobediencia civil, manifestaciones, plantación de árboles, enfoque cero residuos, grupos de apoyo, implicación asociativa o política… ¡cada uno encontrará su propia manera de actuar a su propio ritmo! ». En otras palabras, « Algunos encontrarán una forma de calma a través de acciones grupales, en la fuerza del colectivo. Otros necesitarán concentrarse en sí mismos, maravillándose con imágenes documentales o artículos que enumeran las buenas noticias sobre el medio ambiente o los seres vivos; todo vale cuando se trata de hacer el bien » precisa el sitio web de esta iniciativa. También es importante informarse para evitar volverse manipulable, creyendo en teorías de conspiración o del complot o cayendo en tendencias radicales.

Tanguy Descamps, coautor con Maxime Ollivier del libro « Vivir con la ecolucidez », por ser publicado en 2024, concuerda con todo lo que se ha comentado anteriormente. Ellos partieron del enfoque de la teoría del Dónut sobre los límites planetarios. En particular, consideran que la ecolucidez nos permite alejarnos de la patologización de una reacción legítima ante la alarmante situación ecológica que vivimos y que la « privatiza » llevándola estrictamente al plano individual. « Se trata entonces de politizar el origen de esta preocupación: la debilidad del poder político actual para frenar, mitigar y adaptarse a la crisis de lo viviente. Así redefinida, la ansiedad política nos libera de nuestro sentimiento de impotencia para emprender acciones colectivas ambiciosas ». Usan entonces en un plan positivo el término de la « político-ansiedad ». 

Valérie Martin reacciona en resonancia con este acercamiento político y habla de la paradoja de que hoy en general lo que concierne a la ecología tiene una connotación muy política, pero no se traducen sus efectos en los aspectos positivos, es decir en cuanto a nuestra acción como ciudadanos en el seno de la ciudad; se hace de ello algo que baja al nivel de la política-comunicación y de la politiquería… con el riesgo de que una parte de la población rechace el debate político en esta materia porque no se reconoce necesariamente en él, mientras que realmente aspira a poder comer sanamente, respirar un aire limpio, trabajar, tener aficiones, es decir cuestiones muy concretas. Entonces pregunta a Tanguy Descamps cómo relaciona la político-ansiedad – más allá de los grupos muy comprometidos – con otras partes de la población, como los jóvenes, que incluso no van a votar. Tanguy Descamps clarifica su posición afirmando que todos deberían participar en la política y de intervenir en el debate sobre estos temas.

Gabriel Malek lanza una nueva pregunta: ¿por qué no se habla también de ansiedad social? 

Tanguy Descamps comprende esta noción como el miedo a la posible incapacidad de las personas para comunicar entre ellas cuando algo negativo pasa, como una catástrofe humana, cuando no sea posible organizarse en conjunto. Gabriel Malek interpreta la ausencia de este término en el debate mediático porque se tiende a subrayar el nivel individual y no el colectivo. Valérie Martin agrega que también se debe a que se separaban los temas medioambientales de los sociales, mientras que la transición actual debe ser también justa socialmente. No es posible separar a las poblaciones o hacerlas confrontarse entre ellas. El término de « cooperación » es fundamental. No es viable que las personas en situación de precariedad sufran de una doble pena. La ecología es una parte integrante de todas las políticas públicas; tiene un carácter pluridisciplinario. La cuestión central es el enfoque sistémico, lejos de los silos aislados. Magali Payen retoma el tema de la ansiedad social notando el avance de la extrema derecha en Francia, lo que es un factor de angustia, como los otros mencionados anteriormente, no solamente los ecológicos. Valérie Martin concuerda y recuerda la tensión entre «el fin del mundo y el fin de mes». Entra en juego la cuestión de la temporalidad, muy compleja y fuente de tensión; es difícil proyectarse en un horizonte muy lejano… Un estudio de un instituto de opinión (no recuerda la fuente) presenta el contexto de la sociedad francesa repartida así: un tercio « ansioso »; un tercio « en cólera »; un tercio de personas « con capacidad de proyectarse en el futuro ». Lo que habla del malestar en esta sociedad. Aquellos que se pueden proyectar en el futuro son en mayoría aquellos que tienen más medios económicos.


En la segunda parte del artículo se podrá encontrar las contribuciones en cuanto a la movilización ciudadana para salir de la ansiedad y entrar en vías de acción enriquecedoras colectivamente.


El Festival Anticipation nació del encuentro entre dos perspectivas – artística y ecológica – materializadas por la colaboración de la agencia de producción artística togaether, y la agencia de consultoría en estrategia sostenible Tactic/14Septembre.


Fotografías de François-Xavier Guillet y de Rafael Mandujano.


El autor no ha tenido – a la fecha – ninguna relación con los organizadores. Esta reseña muestra independientemente su reconocimiento al trabajo realizado en beneficio colectivo.


Sofia Jannok, Cantante Sámi, Activista Sin Fronteras

En este 8 de marzo, día internacional de la mujer, he pensado particularmente en Sofia Jannok, una cantante excepcional de pop, hip hop y música sámi que, más allá de presentar sus originales creaciones musicales, se ha confirmado como una de las principales activistas comprometidas con la defensa de su cultura, la preservación de la naturaleza y las tradiciones ancestrales de Sápmi, región del Norte de Europa compartida por Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Y no se ha limitado a ello: participa solidariamente en manifestaciones y en acciones que los pueblos indígenas y minorías organizan para combatir los intereses desproporcionados de las grandes multinacionales, de empresas e incluso de Estados.

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Me parece importante dedicarle estas líneas en español porque todavía no es muy conocida en el mundo iberoamericano, a pesar de haber sido dos veces nominada a los premios Grammy, y que sus giras en los últimos años han ido desde Kautokeino en el extremo Norte de Noruega hasta Shanghai, de Seychelles a Mumbai… El hecho de que no se entienda el significado de las letras en sámi no ha sido una barrera. Como dice su propia semblanza, «cuando el corazón canta, la gente escucha».

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Descubrí a Sofia cuando estuve en la ciudad sueca de Umeå, Capital europea de la Cultura en 2014. En efecto, el programa artístico y cultural que llevó a dicha ciudad a ser seleccionada en una competición entre varias candidatas suecas se inspiró en las ocho estaciones del año – así se separan tradicionalmente por el pueblo sámi – y se comprometió firmemente en aumentar el (re)conocimiento de sus artes y cultura(s). En esta ilustración oficial del programa, Sofia Jannok aparece en el ángulo inferior derecho.

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(Re)conocimiento… he usado esta expresión para cubrir una doble situación ambigua, tanto en la propia Suecia como para el resto del mundo: dar a conocer más al «único pueblo indígena de la Unión Europea» al tiempo que reconocer las implicaciones de la complejidad de su presente. Particularmente, en el programa anual de la capitalidad se trató de incluir una problematización de la historia colonial sueca y de los desafíos actuales que son importantes para la supervivencia y desarrollo de la cultura sámi. El siguiente vídeo (en inglés) ha servido para ilustrar esta perspectiva:

En este artículo, he decidido guardar una de las diversas formas de nombrarse que el propio pueblo sámi se ha dado – junto con sami, saami, etc. Como se puede ver, he evitado llamarlos «lapones» porque este nombre conlleva, por su origen, un sentido de desprecio (se relacionaba, en sueco, con el equivalente de «andrajos» o «harapos»). A pesar de ello, «Laponia» sigue siendo común para aludir a la región en que viven los sámis, espacio que ellos mismos nombran «Sápmi» como hemos visto en el mapa anterior.

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Bandera de Sápmi

We Are Still Here Todavía estamos aquí – Un mantra para todos los pueblos indígenas del mundo

We are still here es el nombre de una canción de su más reciente álbum (2016), This is my land, que a su vez es el título de otra canción-manifiesto. Son claramente evocadores de los puntos fundamentales que Sofia está resaltando actualmente. Los sámis se encontraban en Sápmi antes de la llegada de los colonizadores y a pesar de todos los esfuerzos históricos de las metrópolis durante un par de siglos para hacerlos desaparecer (desarraigos territoriales y matrimonios mixtos forzados, prohibición de sus rituales chamánicos y evangelización obligatoria, prohibición de hablar sus lenguas y falta de educación en ellas, aberrantes estudios eugenésicos, etc.), muchos sámis siguen estando en Sápmi, y están profundamente ligados a ella. Las cifras varían según la definición de lo que es ser sámi (definición impuesta esencialmente desde el punto de vista del colonizador), pero la mayoría de los sámis viven en Noruega (hasta 60.000), en Suecia (entre 20.000 y 30.000), en Finlandia (alrededor de 10.000) y la península de Kola en Rusia (2.000). Muchos sámis habitan las capitales de los países nórdicos.

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Este vídeo grabado en un pasturaje de renos contó con la colaboración del artista audiovisual Anders Sunna. Ganó el premio al mejor vídeo en 2016 en el mayor festival de cine indígena ImagineNative en Toronto, Canadá.

Si bien al inicio las canciones de Sofia eran esencialmente poéticas, cantadas en lengua sámi del Norte (hay tres lenguas principales, con unas 10 versiones en total habladas en diversos territorios de Sápmi), en este último álbum no duda en incluir más canciones en inglés, más directas. Aún así, se percibe en partes de las melodías de corte pop que no deja muy lejos los yoiks – forma de canto tradicional sámi con vocación espiritual con origen en las tradiciones chamánicas y que describe la esencia de una persona, lugar o animal, siendo una forma de retrato cantado. Sofia insiste en que siente que su voz es una continuación de las voces del pasado, reflejando el mundo contemporáneo «como el arte siempre lo ha hecho».

En este album, como se puede escuchar y ver en la primera parte de un par de canciones y vídeos, Sofia ha incluido otro tipo original de elemento: extractos de grabaciones de juicios legales entre sámis de Suecia (como el «Pasturaje Girias«) y el Estado o empresas suecas, para subrayar que todavía hoy en día los problemas continúan en cuanto a la destrucción de sus territorios naturales (minas, represas, campos de pruebas militares, parques eólicos) y el daño a sus tradicionales actividades como la pesca o la ganadería de renos (los sámis fueron originalmente un pueblo nómada y ésta es una de sus características culturales y económicas fundamentales).

El combate es difícil y las partes no tienen las mismas capacidades: empresas mineras (incluyendo las propias del Estado sueco) y otras ambicionan apoderarse de los recursos naturales de esta parte del mundo caracterizada por su muy baja densidad y por estar tan lejana de las zonas más pobladas de los países nórdicos. ¡Cabe recordar que una gran parte de la ciudad de Kiruna va a ser completamente desplazada por unos kilómetros porque su mina gigante pone en peligro la estabilidad del suelo de la ciudad actual, además de que que ello permitirá ampliar las excavaciones y las extracciones! En diversos casos se están fraguando reales atentados contra el medio ambiente de una de las regiones más bellas y ricas del planeta.

En el vídeo anterior, de la mencionada canción This is my land podemos apreciar que dicha lucha – que puede asombrar a muchos dada la excelente reputación de Suecia a nivel mundial – ha claramente pasado del plano local, en Sápmi, al mundial.

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En efecto, Sofia Jannok ha participado en eventos como la conferencia mundial sobre el cambio climático que tuvo lugar en París en 2015 – Sápmi resiente de manera espectacular el calentamiento global – o en desafortunados contextos como la lucha de miles de personas solidarias de pueblos originarios de Estados Unidos en el campamento Standing Rock Sioux Tribes, cerca de Cannon Ball, North Dakota, contra el oleoducto DAPL en tierras sagradas.

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Adicionalmente, con miras al futuro, Sofia creó una fundación para contribuir a la protección de la naturaleza, la cultura y la juventud de la región en donde nació, ha vivido y su familia ha tenido su ganado de renos.

For future sisters I sing these songs – Para futuras hermanas canto estas canciones

En el siguiente vídeo en inglés podemos escuchar las ideas principales de Sofia como las presentó en un TedX realizado en la ciudad de Umeå.

Más recientemente, en una participación en la televisión noruega, Sofia explicó que cada verso de su canción ‘This is my land‘ estaba dedicada a una causa específica; pero precisa ‘todas son, sin embargo, parte de la misma causa’:

  1. La diversidad de gentes, colores, paisajes
  2. La llegada de nuevos ciudadanos
  3. La comunidad LGBT
  4. La madre que llamamos hogar, la Tierra
  5. Los pueblos indígenas alrededor del mundo

Para una explicación complementaria de algunas letras de sus canciones en lengua sámi, recomiendo este artículo en inglés.

El otoño pasado, Sofia tuvo un papel en la serie de intriga y suspense Midnight Sun (Canal+/ SVT). La televisión sueca SVT le dedicó un bello y completo documental en tres partes The World’s Sofia Jannok en sueco, con segmentos en inglés, sámi y ¡su música! Incluso sin entender estas lenguas, merece la pena verlos y apreciar los magníficos paisajes de Sàpmi (incluyendo los mosquitos), los pasturajes y los renos, las tradiciones y la modernidad brillan en estos episodios, que incluyen aspectos de su estancia en los Estados Unidos (Minneapolis y Noroeste) y Seychelles. Además, la podemos ver participando con total familiaridad en la ganadería de renos, a la par de hombres. No es de extrañar que la radio nacional sueca le haya propuesto realizar un podcast sobre el feminismo. Con sus participaciones en los medios, Sofia está contribuyendo a aumentar la conciencia sobre las causas que ha abrazado.

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Sofia ha indicado que su corazón late sobre todo por sus actuaciones en vivo en que combina ritmos urbanos con la música de sus bosques en la vasta tundra. Con sus cuatro álbumes  ha creado una plataforma para la música sin fronteras, etiquetas, géneros… «como el mundo debería ser». La lucha por continuar (permanecer) y el amor por sus bosques son fuente de su pasión por expresarse a través de la música.

Con su gran sensibilidad artística a flor de piel, aunada a una rica conciencia de los grandes desafíos en que se encuentran tanto los sámis como los pueblos indígenas – y finalmente todas las sociedades contemporáneas – Sofia Jannok definitivamente me ha convencido y llevado a situarla entre los artistas más interesantes y completos de nuestros días, con mensajes trascendentes. Por todo este conjunto, ¡me parece merecer plenamente una nota especial en este día internacional de la mujer!

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Para complementar el conocimiento de su estilo, recomiendo ampliamente su álbum Áphi (Wide as Oceans) de 2013, caracterizado por una gran poesía, espiritualidad, sin dejar una cierta dosis de nostalgia y tristeza (por las circunstancias mencionadas a lo largo de este artículo y sus efectos sobre las personas).

Y este otro vídeo de un álbum anterior Áššogáttis / By the Embers de 2008, con un estilo muy fresco y pop, filmado por la joven artista audiovisual sámi (también apasionante) Liselotte Wajstedt. Me encanta comparar el paisaje de nieve y el enorme lago Durdnos (Torneträsk en sueco) congelado, con los recuerdos de mis vacaciones veraniegas en el Parque Nacional Abisko, Suecia.

Como anécdota final, incluyo una foto del mismo lago en verano, al fondo «la puerta de Sápmi».

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Lago Durdnos (Torneträsk), Abisko, Suecia

y una última foto de Sofia con la bandera de Sápmi en su gira por las Seychelles.

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Más información en:

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