Jornada de Estudio: Desarrollo sostenible y cultura en Helsinki (3)

Esta es la conclusión de la reseña de la jornada del 10 de octubre de 2023. Trata de la planificación urbana sostenible y la regeneración urbana basada en la cultura en Helsinki y su área metropolitana. Los habitantes en el corazón de los procesos de democracia cultural… no sin dejar de lado algunas tensiones.

Tercera de tres partes

La jornada de estudio organizada por la red europea ENCATC concluyó en la Academia de Teatro de la Universidad de las Artes de Helsinki (Uniarts) con tres presentaciones. El enfoque de esta serie se relacionó claramente con la evolución de la estrategia local hacia la democracia cultural participativa, con aciertos y, algunas tensiones – afortunadamente no irresolubles.

La primera parte de la reseña puede ser consultada en este enlace. La ponencia tenía por tema la moda y el diseño sostenibles. En cuanto a la segunda parte, trata de la interesante experiencia de colaboración en red del sector de la música en vivo en Finlandia (ELMA.live) y del no menos valioso proyecto LuoTO a favor de la economía circular entre los sectores de la cultura de la región Helsinki-Uusimaa.


VISITA 3 – ACADEMIA DE TEATRO

La ideación del contenido de esta etapa de la jornada de estudio corrió a cargo de Jenni Pekkarinen, estudiante de doctorado en Política Cultural, Universidad de Jyväskylä. Actualmente, además de realizar su investigación doctoral en la Universidad de Jyväskylä, Jenni Pekkarinen trabaja como planificadora de proyectos en la Universidad de las Artes de Helsinki. Sus intereses centrales de investigación incluyen la planificación cultural, la participación, la ciudadanía cultural y la sostenibilidad cultural, entre otros. En su tesis, examina las aspiraciones de sostenibilidad cultural y el impacto de los programas de las Capitales Europeas e Iberoamericanas de la Cultura, centrándose específicamente en el punto de vista de los ecosistemas de las artes visuales. También ha participado activamente en asociaciones culturales y actualmente se desempeña como secretaria de la junta directiva de la Sociedad para la Investigación de Políticas Culturales en Finlandia y como tesorera de la junta directiva de Selkokulttuuri, una asociación que promueve las artes y la cultura lingüísticamente accesibles en Finlandia. Por cierto, acaba de publicar en inglés un interesante artículo sobre la consideración de la participación de diversos colectivos minoritarios de jóvenes en el programa de candidatura de Oulu 2026 Capital europea de la Cultura.

La extraordinaria biblioteca Oodi en el corazón de Helsinki. Foto Rafael Mandujano.

A. Helsinki: acciones de desarrollo cultural, social y urbano para prevenir las desigualdades en la capital finlandesa

El primer ponente de esta serie fue Timo Cantell, director de la unidad de estadística e investigación urbana de la ciudad de Helsinki. Dicha unidad, con más de 40 expertos, produce datos y conclusiones clave sobre el desarrollo de Helsinki, particularmente en los campos de población y bienestar, economía urbana y empleo.

Presentación de Timo Cantell. Foto de Rafael Mandujano.

La región metropolitana de Helsinki cuenta con 1.54 millones de habitantes en 2023. En cuanto a la ciudad de Helsinki en sí, hay aproximadamente 670,000 habitantes. Esta población va a aumentar a 700,000 personas en 2028 y las proyecciones de la unidad que Timo Cantell dirige prevén 824,000 habitantes para 2050. Este crecimiento se deberá según sus predicciones a la inmigración.

Helsinki y las ciudades universitarias de Finlandia siempre han tenido una población relativamente joven. Los adultos jóvenes, de entre 20 y 35 años, constituyen una gran parte de la población. Helsinki está ahora envejeciendo a medida que la generación del baby boom se va jubilando, aunque este grupo se mantiene activo.

Helsinki es una ciudad próspera, con un fuerte compromiso de reducir las desigualdades en campos como el de la salud y del bienestar. Es una ciudad contrastada por tener algunos barrios muy prósperos y otros menos. Sin embargo, en comparación internacional, Helsinki es una ciudad muy igualitaria.

Porcentaje de la población de edad 25-64 con estudios superiores al Máster en 2021

Helsinki es el centro nacional de las industrias culturales y servicios relacionados, de la educación y de la fuerza laboral en estos sectores. En el centro viven, por ejemplo, el 70% de los arquitectos de interiores finlandeses, además de bailarines y todo tipo de profesionales creativos.

La mayoría de las instituciones culturales de Helsinki se han situado en pleno centro de la ciudad desde su origen: Ópera Nacional de Finlandia, Galería Nacional de Finlandia, dos teatros nacionales (en finés y sueco). Después de la recuperación tras una Segunda Guerra Mundial particularmente dura para el país, un proyecto iniciado en los años 1970 para crear centros culturales bien distribuidos en los barrios no centrales de Helsinki dio lugar a la creación de tres centros culturales entre los años 1980 y 1990. Posteriormente se construyeron dos centros más.

Por ejemplo, Stoa abrió sus puertas en 1984 con el nombre de Casa multifunción Itäkeskus. El nombre fue cambiado en 1993 a Stoa, Centro Cultural del Este de Helsinki. Stoa es el centro cultural local más antiguo de Helsinki. El segundo fue Kanneltalo en 1992 mientras que el tercero Malmitalo en 1994.

Si bien al comenzar esta política de desarrollo cultural no se hablaba todavía de los términos «planificación cultural» y «mapeo cultural», en realidad sí se basaron en este tipo de ideales. Ya posteriormente se discutieron los términos de política cultural, incluyendo la «democracia cultural» y la «democratización de la cultura». La idea principal en pocas palabras era brindar servicios en los barrios de manera espacialmente equilibrada.

Los centros culturales cuentan con una biblioteca, sala de conciertos, centros de educación para adultos, cafetería, baños públicos gratuitos… y acogen eventos organizados por el departamento de cultura de Helsinki y otras instituciones afines. Los edificios están separados de escuelas. Hay aproximadamente un promedio de 500.000 visitas anuales en cada centro. Después de los tres primeros centros culturales decidieron dejar de «construir muros» y en su lugar promover actividades, programas y acciones. Esa política ha perdurado. Se considera que esto ofrece más flexibilidad y permite mantener los costos fijos a niveles razonables.

La División de Cultura y Ocio de la ciudad de Helsinki gestiona un total de ocho centros culturales actualmente: Annantalo, Caisa, Kanneltalo, Malmitalo, Maunula House, Stoa, Savoy Theatre y Vuosaari House. Los centros culturales ofrecen a los residentes de Helsinki una variedad de servicios culturales, como conciertos, representaciones teatrales, exposiciones, eventos infantiles y educación artística. Espa Stage también ofrece conciertos al aire libre en verano. Los eventos en los centros culturales se organizan en estrecha colaboración con el sector artístico y cultural de Helsinki y los residentes de Helsinki.

La presentación siguiente trató de la evolución del proyecto participativo de creación de uno de los últimos centros culturales promovidos por el gobierno municipal y otros socios a favor de un barrio en mutación y crecimiento.


B. El arte señala los vientos de cambio en el urbanismo

La presentación fue realizada por el arquitecto Petri Leppälä, de la División de Medio Ambiente Urbano de Helsinki.

Dado que para Petri Leppällä la arquitectura no es más que un marco para la vida misma, el enfoque del diseño interactivo ha tenido un trasfondo natural en sus estudios realizados en Finlandia y Dinamarca – lo que le permite hacer comparaciones en primera persona. El arquitecto Leppälä toma como punto de partida el devolver la interacción humana y la emoción al paisaje urbano cotidiano, lo que es un desafío que vale la pena para los diseñadores urbanos y arquitectos de hoy. La División de Medio Ambiente Urbano reúne en sus acciones todos los factores importantes de la planificación general y detallada, como el tráfico, el paisaje, pasando por los bienes raíces, incluyéndolos en una misma mesa, lo que permite que nuevas ideas multidisciplinarias guíen el diseño resultante.

El trabajo de Petri en la planificación urbana en el centro de Vuosaari ha evolucionado hasta convertirse en una colaboración fructífera entre las demandas del plan general de un nodo de servicios más habitable y el discurso con la gente de Vuosaari, a través de la programación detallada de los eventos, exposiciones y talleres del centro cultural Vuotalo. El valor agregado al proceso de diseño ha sido evidente al acercar cada vez más el debate público a objetivos compartidos en la implementación de los proyectos.

El objetivo era reforzar el espíritu comunitario, el desarrollo positivo y los perfiles distintivos en los distritos fuera del centro de la ciudad, como se comentó en la primera presentación por parte de Timo Cantell. La idea era crear oportunidades para que los residentes de varios distritos experimenten la cultura y hagan del arte parte de su vida diaria. En el centro del proyecto se encontraba la interacción y la cooperación entre los residentes locales y las organizaciones artísticas, los esfuerzos para encontrar formas de trabajo más diversas y, por tanto, nuevos públicos para el arte y la cultura.

Fue un proceso de urbanismo a través de la participación de los habitantes en interacción con los responsables del proyecto, a nivel de la información, de los talleres, de la metodología de diseño… Se estableció un diálogo con las instancias urbanísticas e inmobiliarias que operan en la región de Vuosaari, mientras que el trabajo se centró particularmente en actividades orientadas al arte entre las diferentes comunidades y residentes. Un artista residente trabajó con los lugareños.

Adicionalmente, hubo un concurso en condiciones reales para los estudiantes de las tres universidades de arquitectura finlandesas.

En resumen, se trató de un apasionante ejemplo de co-creación de un centro cultural con la ayuda de habitantes, estudiantes y profesionales. No fue creado en un día… fue todo un proceso en un marco temporal largo, indispensable para asegurarse del éxito del proyecto.

​​​​​​​​Con la ayuda del modelo participativo de Helsinki se equilibra y diversifica la oferta artística y cultural localmente, se fortalece la comunidad y el perfil positivo de los barrios así como también la inclusión cultural de los residentes.


C. Comunidades: cambiar las ciudades desde las raíces

Esta última presentación particularmente interesante fue realizada por dos investigadores que subrayaron los matices de las problemáticas entre las políticas diseñadas por las administraciones públicas, ya sea por el gobierno de Helsinki o por el de la ciudad de Tampere, y las actividades culturales urbanas que surgen desde las comunidades locales en dichas urbes (las dos más pobladas del país). En estos casos, las agendas no están generalmente alineadas inicialmente y se desarrolla un proceso dialéctico muy vivo en un marco democrático avanzado como lo es el finlandés.

Presentación de Mikko Kyrönviita y de Antti Wallin. Foto de Rafael Mandujano.

Antti Wallin, PhD, es profesor universitario de política social en la Universidad de Tampere. Es miembro del colectivo de investigación Tampere Center for Societal Sustainability y del consorcio de investigación Towards Ecowelfare State. Su investigación y docencia se centran en la intersección de las políticas urbanas, los espacios y la vida cotidiana de los residentes. Impulsado por el deseo de comprender las implicaciones espaciales del cambio social, su investigación ha explorado temas como el envejecimiento de la población en las ciudades, la planificación cultural, el papel de las bases en la planificación urbana, la densificación urbana y, más recientemente, los efectos sociales del desarrollo urbano sostenible. Más allá de la enseñanza y la investigación académicas, Wallin participa activamente en debates públicos y profesionales sobre cuestiones urbanas y publica periódicamente artículos populares sobre debates académicos.

Mikko Kyrönviita es investigador doctoral en política medioambiental en la Universidad de Tampere. Es miembro del grupo de investigación de Política de la Naturaleza y el Medio Ambiente y cofundador del colectivo de investigación Insurgent Spatial Practices de la Universidad de Tampere. Está realizando su investigación doctoral sobre el skate y la cultura de la construcción de parques de skate DIY (hágalo usted mismo). En su investigación, se centra en temas de acción política cotidiana, aprendizaje e intercambio de conocimientos, así como en las formas en que las apropiaciones y prácticas espaciales auto-organizadas de los patinadores han resultado en nuevas formas de colaboración en la gobernanza urbana. Es un miembro activo de la comunidad de skate local y ha participado en la planificación de la línea de estudio de skate en la escuela secundaria superior de Sampo y en el desarrollo del programa de skate con el Festival de Cine de Tampere.

Introducción
  • Las ciudades se están transformando a medida que las áreas urbanas experimentan una mayor densidad de población, la revitalización de antiguos sitios industriales (regeneración de terrenos abandonados), la adopción de nuevas filosofías de planificación urbana (nuevo urbanismo) y la evolución de diversas culturas urbanas.
  • La cultura, en su esencia ordinaria, es un componente fundamental de la sociedad, que abarca las costumbres y las formas artísticas de expresión que moldean la forma en que las personas viven y participan en el descubrimiento y el aprendizaje creativos.
  • Los individuos desempeñan un papel fundamental como agentes comprometidos en la configuración de los entornos que habitan, participando activamente en el desarrollo y la evolución de su entorno.
  • Más allá del ámbito de la planificación urbana tradicional, las ciudades emergen como entidades socialmente construidas, influenciadas y moldeadas por las acciones colectivas y los estilos de vida de las personas que navegan su existencia cotidiana dentro de ellas.

Enseguida los investigadores presentaron brevemente tres casos de organizaciones populares que renuevan las formas de vida en la ciudad:

  • Tikkutehdas, una antigua fábrica de cerillos, en Tampere
  • Hiedanranta, una antigua fábrica de celulosa y zona industrial, en Tampere
  • Suvilahti, una antigua planta de energía y gas, en Helsinki
Tikkutehdas DIY: Hacer política de manera práctica

(Kyrönviita &Wallin 2022) Los sentimientos de descontento pueden servir como un poderoso motivador, llevando a las personas a tomar medidas en un esfuerzo por influir en su ciudad y mejorarla. Esto puede implicar crear elementos o abordar deficiencias que han estado ausentes durante mucho tiempo en el paisaje urbano.

Los residentes de las ciudades, en este contexto, emergen como participantes políticos proactivos, comprometidos activamente en la configuración de su entorno de vida y albergando aspiraciones de realizar sus espacios urbanos ideales.

La política urbana cotidiana se preocupa fundamentalmente por la transformación de los aspectos ordinarios de la vida urbana, con el objetivo no solo de efectuar cambios sino también de crear nuevos espacios para el compromiso cívico, como lo aclararon Beveridge y Koch en 2019.

Este proceso dinámico sirve como fuerza impulsora, movilizando a las personas para que contribuyan activamente al desarrollo y mejora de su entorno urbano.

Tikkutehdas en 2010 y en 2012. Fotos de Mikko Kyrönviita.
Hiedanranta, Tampere: Dialéctica de la cultura y el desarrollo urbano

(Rikala, S., Wallin, A. and Sjöblom J. 2023; Turku, V., Kyrönviita, M., Jokinen, A. and Jokinen, P. 2023) La reestructuración económica de las ciudades abre barbechos urbanos (por ejemplo, terrenos abandonados, densificación urbana, etc.).

Las iniciativas de base grassroots (comunitarias) tienen la capacidad de reutilizar espacios vacíos o subutilizados para sus propios objetivos, al mismo tiempo que desafían las normas establecidas del desarrollo urbano (o sus tendencias).

En ocasiones, los esfuerzos de desarrollo urbano pueden aprovechar la cultura popular para cultivar espacios urbanos vibrantes y generar un mayor interés público. En este proceso se pueden emplear conceptos como el de los usos temporales, el urbanismo táctico y el urbanismo de bricolaje.

Hay ocasiones en que los actores de base y las entidades de desarrollo urbano comparten objetivos comunes en la creación de entornos urbanos dinámicos y animados. Sin embargo, las motivaciones subyacentes difieren:

  • Los actores de base están impulsados principalmente por consideraciones culturales y comunitarias.
  • El desarrollo urbano, por otro lado, está motivado principalmente por el objetivo de aumentar el valor del suelo y de los inmuebles.
Suvilahti, Helsinki – Conflicto: un escenario no deseado

Los ponentes citaron el proyecto de conversión de un espacio industrial -el gasómetro en Suvilahti – para el que el gobierno de la ciudad desea(ba) un gran proyecto de reconfiguración cultural típicamente planificada en relación con industrias culturales comerciales, en lugar del espacio de patinaje skate DIY popular y emanado desde la comunidad. Las tensiones en este proyecto han durado en los últimos años, incluyendo caceroladas por parte de los habitantes, quienes buscan el mantenimiento del espíritu comunitario no comercial de este gran espacio que no podría ser transformado en habitacional por el costo que requeriría su descontaminación. La ambición municipal es que se transforme en el más gran centro de actividades creativas y de espectáculos del norte de Europa, prometiendo incluir sin embargo, de nuevo, un espacio DIY.

Suvilahti en 2022. Foto de Mikko Kyrönviita.

¿Qué se ha aprendido de este caso? El tejido cultural conformado por iniciativas de base otorga un valor económico significativo a la ciudad, una idea que las autoridades de la ciudad acogen con entusiasmo. Aprovechan a su favor el inherente «factor de coolness» de estos movimientos culturales, empleando imágenes visuales impactantes y marcas convincentes para pintar un retrato vívido de una ciudad dinámica y vibrante.

Esta imagen cuidadosamente seleccionada sirve como imán para el turismo y la inversión, impulsando a la ciudad hacia el crecimiento y la prosperidad. Sin embargo, es crucial reconocer que estos esfuerzos bien intencionados para configurar un paisaje urbano más próspero pueden, a largo plazo, generar tensiones y conflictos.

Es importante enfatizar que el conflicto no beneficia a nadie. Como resultado, las ciudades se esfuerzan por lograr el delicado equilibrio entre asegurar sus objetivos de desarrollo urbano y al mismo tiempo nutrir el potencial creativo de sus ciudadanos. Esta doble aspiración presenta un desafío apremiante: descubrir métodos más efectivos para integrar perfectamente los valores culturales en el marco del desarrollo urbano sostenible, asegurando un futuro urbano armonioso y próspero.

A manera de conclusión: Hacia una ciudad sostenible desde abajo

Las iniciativas de base grassroots dan nueva vida a la vida urbana, marcando el comienzo del rejuvenecimiento en múltiples frentes, que abarcan las dimensiones materiales, sociales y simbólicas de la existencia de la ciudad.

Estas iniciativas defienden la sostenibilidad al reutilizar ingeniosamente espacios y recursos existentes para satisfacer las necesidades locales, allanando el camino para la construcción de comunidades y la creación de conocimientos y habilidades. Como consecuencia natural, con frecuencia desafían las prácticas urbanas convencionales, abriendo puertas a asociaciones nuevas y dinámicas.

En este contexto, surgen preguntas:

  • ¿Qué papel asumen los ciudadanos en el co-diseño de la vida urbana diaria y la realización de una ciudad sostenible?
  • ¿Y cómo influye la gobernanza cultural en esta intrincada ecuación?

Un agradecimiento especial a los investigadores Antti Wallin y Mikko Kyrönviita.


Arte ecológico: exposición «En el espesor de nuestros linderos, ahí donde nacen los dragones» (2)

La revista francesa Connaissance des Arts dice que – « anclados en sus territorios » – los artistas de esta exposición « bordan, cosen, injertan, remiendan y vendan, trabajando para reparar el tejido desgarrado del mundo ». También dan testimonio, catalizan o nos acompañan en la toma de conciencia ecológica para que nuestras mentalidades y comportamientos evolucionen. Porque sigue vigente el lema « ¡no defendemos la naturaleza, somos la naturaleza que se defiende! ». En Chamarande, las obran concurren a sacudir nuestras representaciones de la naturaleza y cuestionar los vínculos profundos que nos unen a nuestro entorno y a nuevos territorios esperanzadores.
Hasta el 15 de octubre de 2023.

DANS L’ÉPAISSEUR DE NOS LISIÈRES, LÀ OÙ NAISSENT LES DRAGONS

Dedicado a mi amiga Mónica García Alonso.

Segunda de dos partes

En la primera parte de este artículo he presentado el Domaine de Chamarande, la explicación del título de la exposición y los detalles de la noción de territorio en sus sentidos tradicional y metafórico, centrales en la justificación y el trasfondo de la exposición.

Esta segunda parte se desarrolla en dos secciones. Por un lado, identificando cinco entrelazamientos temáticos de la exposición con el tema de los territorios y formas en que los artistas se explayan en diversas expresiones del arte ecológico. Por otro lado, presentaré los artistas y sus obras que conforman la exposición.

CARTOGRAFÍAS E IMAGINARIOS

El recorrido de la exposición se desarrolla por nueve espacios de la planta baja del castillo de Chamarande. Una coincidencia fortuita con los nueve límites planetarios… No se trata de una alegoría voluntaria inspirada de la visión de la conformación del universo como la del Palacio de Eggenberg en Graz, Austria, cuya arquitectura, decoración y jardines fueron diseñados para recordar el paso del tiempo y la armonía cósmica en el siglo XVII. 

Sin embargo, este tipo de entrelazamientos – de números simbólicos, sistemas planetarios, límites y representaciones mentales o concretas – tienen un eco en las preocupaciones artísticas contemporáneas relacionadas con las cartografías e imaginarios que abordan varios artistas de la exposición.

TENSIONES Y ENLACES

El trabajo con hilo (costura, touffetage o acolchado, bordado, tapicería…) explorado por parte de los artistas permite establecer un vínculo material entre el pasado y el presente. Estas técnicas de repetición de gestos se consideran un primer paso hacia el futuro, en un mundo frágil y en constante evolución.

REALIDAD EN LOS SUEÑOS

A través de sus experiencias, ciertos artistas nos invitan a cambiar nuestro punto de vista y nos ofrecen la exploración de nuevas geografías donde la noción de límites parece desaparecer.

« ÊTRE D’ICI – SER DE AQUÍ »

Con esta expresión, el equipo de mediación de la exposición se ha referido a algunos de estos artistas que abordan con delicadeza las ideas de desplazamiento, migración, resiliencia y su impacto en la construcción de una identidad. Al convocar hechos históricos y políticos (guerras, colonialismo, etc.), los artistas vuelven a seguir los pasos de nuestras historias personales y colectivas.

HABITAR UN CUERPO

El cuerpo sigue siendo el primer espacio que habitamos. En un contexto en el que no cesamos de ver siempre « más grande », siempre « más allá », ciertos artistas nos devuelven a lo que está ahí, a nuestro alrededor, ante nuestros ojos y que no logramos observar.


Una vez evocados estos cinco entrelazamientos temáticos de la exposición, que hemos de considerar también en relación con toda la problemática de la noción de « territorio » desarrollada en la primera parte de este artículo, es hora de reseñar cada uno de los artistas y sus propuestas presentadas en la exposición bajo la curadoría de Gilles Rion.

Parque del Domaine de Chamarande

Cathryn Boch (1968, Estrasburgo – vive y trabaja en Marsella)

Nuestra incursión por los linderos en búsqueda del dragón comienza con la obra de Cathryn Boch intitulada “Calma, no corran, estamos juntos”. Inicialmente aparece enigmática. En su práctica artística, Boch ha optado por realizar mapas que sean contra-geografías personales y militantes, frente a « la emergencia social, ecológica y humanitaria », y para no dejarse devorar por su enojo. Armada con su máquina de coser, dibuja líneas, injerta, remienda, reviste las superficies con hilos entrelazados y así reúne lo heterogéneo, apoderándose de los intersticios y reinventando los contornos hasta espesar los territorios más allá de su representación y de sus límites. Porque en el contexto actual, todo pende de un hilo. En esa relación física con la materia, nos explica que busca la reacción del potencial de los mapas; explora los múltiples mundos que habitamos y en los que actuamos. Entre los mapas y la proliferación de hilos emerge un entorno que está en plena mutación. Señala que las « estructuras, ventanas, puertas, varillas, son como extensiones arquitectónicas que acompañan (sus) piezas hacia la escultura, la instalación ». Se pregunta ¿cómo acercar lo heterogéneo, lo diferente?, no para apaciguar conflictos, sino para hacer de estos temas un espacio abierto a propuestas, un llamado a aprovechar las formas para construir un pensamiento ». Y concluye así: « En esta red de territorios en perpetua transformación, se revelan las complejidades de la alteridad, de la relación con el mundo. Mis mapas abren nuevos territorios y contienen recuerdos profundos y grandes esperanzas ».


Brankica Zilovic (1974, Belgrado – vive y trabaja en París)

En el salón Ornaison, Brankica Zilovic nos recibe con tres instalaciones inéditas realizadas ex profeso para la exposición. Aborda la esencia caótica y creativa de un mundo en perpetua evolución. La artista nos invita no sólo a tomar conciencia de su inestabilidad, sino también de su fragilidad para repensar mejor nuestra relación con él. 

El imponente tapiz mural « A la deriva, nuestros mañanas » representa el mapa de territorios y continentes a la deriva, con contornos precarios e inciertos. La artista se apoya en la dimensión rizomática del mundo para celebrar su abundante vitalidad: los hilos de lana dibujan líneas de fuga generando nuevos territorios así como nuevas conexiones tanto nerviosas como vegetales, físicas y mentales, involucrando al cuerpo y al ser humano en un todo orgánico.

La fragilidad está particularmente en el centro de las otras dos instalaciones de la exposición. El primero establece un paralelo entre el destino de la Antártida y el de nuestro planeta a través de cincuenta y cinco libros bordados y ligados a una edición de la Odisea de Homero, cada uno de los cuales da la bienvenida a un país “anclado en el sexto continente”. Ella advierte que “preservar la Antártida significa preservarnos a nosotros mismos” y precisa otros sentidos de su obra: “Cada uno de los cincuenta y cinco países se convierte en una isla, como la Antártida o Ítaca, símbolo de la utopía en muchas historias. El regreso a Ítaca es el regreso a nosotros mismos y a nuestros valores olvidados. Esta propuesta supone una cartografía poética que cuenta el viaje de Ulises, pero también nuestro viaje interior, que todos deberíamos prepararnos para emprender”.

Última pero no menos importante, la tercera instalación se entrelaza con la historia personal de la artista, originaria de los Alpes dináricos serbios. Invoca imágenes de glaciares que se están derritiendo, están retrocediendo o desapareciendo en los Alpes, el Himalaya y la cordillera de los Andes. Agrega que para ella, “la montaña es un material que refleja todas (sus) fantasías y (sus) soledades. Es como si pudiéramos descifrar en este caos de cráteres, grietas, ríos, deltas y valles una geometría del deseo… El acto de coser, subraya, sacraliza estos picos nevados, los repara, los salva, los guarda en la memoria. Y concluye contundentemente así: “El gesto de reparación se vuelve aquí obsesivo, desesperado, vano… ¡El deseo en vano!”

Esta topografía sensible del anhelo claramente me trajo a la memoria La Carte de Tendre – « El Mapa del Afecto » – concebida en 1654 por la novelista francesa Madeleine de Scudéry con los metafóricos parajes que ha de recorrer el amor. Pasaremos de esta alegoría galante a aquella sugerida de la (¿puedo decir triste?) época colonial africana por la artista franco-camerunesa Michèle Magema.


Michèle Magema (1977, Kinshasa – vive y trabaja en París) acompañada por Julie Crenn

A través del vídeo, la performance, el dibujo y la fotografía, Michèle Magema desarrolla una obra polimorfa alimentada por su doble cultura franco-congoleña. Su enfoque crítico articula experiencias personales y memorias colectivas, grandes narrativas y microhistorias para abordar temas como la identidad, la explotación o incluso la violencia.

Según Julie Crenn, Michèle Magema se considera “una persona de genealogía” que se sumergió muy temprano en la historia de sus padres, nacidos en los años 1950 y quienes vivieron la colonización y la independencia. Al tener que mudarse, experimentaron una aclimatación a un nuevo entorno. Su historia se convierte entonces en una plataforma de investigación dentro de la que la artista plantea a su propio cuerpo y su propia historia como un vínculo, un límite y un paso entre generaciones.

A partir de imágenes, fragmentos de historias y, sobre todo, silencios, reconstruye poco a poco una historia familiar que conecta a dos continentes a lo largo de un largo período de tiempo. En este sentido, realiza investigaciones en jardines botánicos de Bélgica, Francia y Congo. La memoria colectiva se ve aquí como un inmenso jardín dentro del cual ya se han trazado caminos, mientras que hay otros por imaginar. Para ello será necesario desbrozar, dibujar y materializar nuevos pasajes.

A través de la cartografía, la revelación, el grabado y el cruce de historias, la artista establece una relación física tanto con los documentos oficiales y no oficiales como con las realidades del lugar. Con paciencia y determinación, estudia la orquestación colonial de los jardines y su impacto en los cuerpos. Porque, implícitamente, la noción de aclimatación se despliega en el espacio. El vocabulario botánico y biogeográfico determina entonces lo que corresponde al endemismo (indigenismo) o al exotismo. La aclimatación, consentida o forzada, de individuos, sean humanos o “más que humanos”.


Abraham Poincheval (1972, Alençon – vive en Marsella)

Es uno de los artistas de performances más importantes de los últimos diez años. Ya sean realizadas en itinerancia o, por el contrario, en confinamiento, sus performances radicales son vistas como el compromiso total de un cuerpo puesto en contacto – inclusive a prueba – de un tiempo y un espacio limitados, en el que se plantea de nuevo la cuestión, tanto arquitectónica como filosófica, de cómo habitarlo.

El título de estas obras es « Walk on Clouds », caminar en las nubes. Como antecedentes tiene la serie llamada Vigías en el año 2015, performances durante las cuales acampó durante varios días encaramado en un mástil entre el cielo y la tierra. A partir de ese momento, planeó llevar más lejos esta experimentación del mundo del aire caminando sobre las nubes. La performance se concretó en 2019, con motivo de la Bienal de Lyon: Abraham Poincheval se embarcó hacia Gabón para explorar el cielo, “un espacio etéreo cuya materialidad no puede transportarte”, suspendido de un globo aerostático. A varios cientos de metros de altitud el artista caminó por un territorio en estado gaseoso y sin fronteras, en busca de un paisaje en movimiento, cuyas montañas y surcos se rompen y renacen en cualquier momento. Como lo demuestran las obras presentadas en la exposición (« Walk on Clouds Mural » y « Walk on Clouds Vallotton » de 2020, el artista también reflexiona sobre la importancia fundamental de la relación tierra/cielo en muchas culturas. Nuestra cultura visual está marcada por vistas del cielo y « ascensores simbólicos », pasando por campanarios y minaretes, desde el arte cristiano hasta el arte abstracto, por la pintura de paisajes y la fotografía aérea.

Lejos de cualquier planteamiento conquistador basado en la hazaña, el artista considera la nube como el lugar mismo de la transformación, particularmente de uno mismo. Según el propio artista, « El modo aéreo, aún hoy, conserva algo de territorio ovidiano. Es una frontera abierta a los cuatro vientos de las mitologías. Para convencerse de ello, basta recordar la génesis amerindia, tejida a partir de las relaciones con el aire ». Y agrega que « la nube es, en este espíritu metamórfico, un territorio de gran libertad, un espacio hecho de multitud de polvo de estados, del mundo y del cosmos. También es hoy un lugar de deseos meteo-políticos ».


Kathleen Petyarre (Australie, circa 1940 – 2018)

Toda su vida, la artista recorrió los inmensos territorios del desierto australiano y preservó la memoria y la geografía de estos lugares sagrados a través de la pintura y los representó con líneas a manera de huellas de caminos recorridos.

Esta obra titulada “El sueño (o mito – “dreaming” en inglés) del lagarto diablo de montaña” expresa al más alto grado esta mezcla de sentido estético e inspiración sagrada que es la pintura femenina aborigen de las grandes comunidades del desierto australiano. Revela toda la complejidad simbólica de este arte: convocación del pasado y del presente; de memorias míticas y de clanes; de historias familiares, donde linaje masculino y linaje femenino se responden entre sí a través de una cartografía mística originada en el “Tiempo del Sueño”. Este designa « el tiempo de la Creación » cuando seres míticos, masculinos y femeninos, surgieron de la tierra con apariencia humana, animal o vegetal para darle forma, crear el día y la noche y establecer el ciclo de la vida… Estas figuras ancestrales establecieron las primeras ceremonias religiosas, cantaron las primeras canciones, pintaron los primeros signos que luego revelaron a los hombres en sus « Sueños » o « Tjukurrpa ». Al heredar un « Tjukurrpa » del cual se convierte en “propietario”, cada individuo se convierte también en “guardián” de uno o más sitios específicos asociados con este Sueño.

Explica Stéphane Jacob-Langevin, experto en arte aborigen en la CNES (Cámara nacional francesa de expertos especializados en objetos de arte y de colección), que similarmente a las capacidades de camuflaje del lagarto, Kathleen Petyarre utiliza una paleta restringida para acentuar el carácter sagrado y misterioso de su trabajo. El territorio del clan del artista se presenta aquí como visto desde el cielo: hablamos también de una visión de satélite de este estilo que se inspira en las pinturas de suelo realizadas tradicionalmente durante las ceremonias religiosas. La forma cuadrada en el centro del lienzo evoca el sitio principal. Este se divide en dos partes que evocan las zonas de iniciación masculina por un lado, y el lugar donde se lleva a cabo la actividad ceremonial de las mujeres por otro. Las zonas de color más denso, y tratadas de forma diferente al resto del lienzo están dedicadas principalmente a la leyenda de Arnkerrth, e indican en particular el lugar donde sigue viviendo su espíritu. Esta zona, cercana a un arroyo y a un abrevadero, se encuentra cerca de los lugares donde el padre y el abuelo del artista ejercían sus responsabilidades religiosas. Las otras líneas que se despliegan en cruz hacia las esquinas del lienzo se refieren a otros actores del Tiempo del Sueño: indicando, por ejemplo, la dirección donde se encuentra el territorio del Ancestro Emeu, o incluso el de otro territorio del clan, el del Boniato. Una tercera línea evoca otro lugar ritual donde la Mujer Lagarto realizó, en el Tiempo del Sueño, una danza sagrada. Este centro se refiere por tanto a la vida actual y religiosa de los aborígenes en el territorio de su clan. Pero como suele ocurrir en la imaginación aborigen, el pasado y el presente se superponen y se mezclan: la parte formada por el triángulo superior y la de la derecha todavía se refieren al presente.

Kathleen Petyarre, “El sueño del lagarto diablo de montaña”, 2010

Éric Tabuchi (1959, París – vive y trabaja en Essonne) / Nelly Monnier (1988, Bourg-en-Bresse – vive y trabaja en Essonne)

Este dúo de artistas viaja y recorre las zonas de Francia para constituir una enciclopedia fotográfica llamada «Atlas de las Regiones Naturales» (ARN). En esta exposición documentan y archivan los edificios de posguerra de la antigua Ruta Nacional 20. La arquitectura anónima se mezcla con elementos patrimoniales que descubrimos a medida que avanzamos por la sala. En modo de juego de palabras en francés, han acercado el nombre popular abreviado de la ruta « Nationale vingt » con el título de la obra « Nationale vaine » que se puede traducir como « Nacional vana ». Lo que tanto en francés como en español evoca un amplísimo campo semántico… Recordemos algunas de sus acepciones: falto de realidad, sustancia o entidad; hueco, vacío y falto de solidez; inútil, infructuoso o sin efecto; arrogante, presuntuoso, envanecido; que no tiene fundamento, razón o prueba; insubsistente, poco durable o estable; etc. Lo que nos puede recordar la expresión que usó hace varias décadas la revista Télérama para llamar ese tipo de lugares o paisajes periféricos: la « France moche » o la « Francia fea » y que los últimas semanas (desde el 11 de septiembre de 2023) ha sido citada de nuevo al ser presentado un nuevo « plan de transformación de las zonas comerciales ».

La ruta partía de la municipalidad de Antony, al sur de París, bordeando Chamarande al oeste y luego se dirigía hacia Toulouse y España. La Nationale 20 es un perfecto antimodelo porque concentraba muchas de las patologías del urbanismo vinculadas a la omnipotencia del automóvil; figuraba desde hacía mucho tiempo en la lista de territorios que querían explorar los artistas. Así, « Nationale vaine » aparece como contrapunto al precioso clasicismo del Domaine de Chamarande y propone viajar de otra manera por el universo familiar que constituye la gran periferia de París siguiendo el eje de esta mítica carretera radial francesa que fue la RN20. Pero « más que la arqueología generalmente aceptada de una vanidad contemporánea », la obra invita al visitante a reconsiderar la relación que tiene con el cambio de paisaje, el desarraigo, la distancia, el desplazamiento y también la idea misma del progreso. Cuando los artistas empezaron a pensar en lo que iban a mostrar, y especialmente en cómo lo iban a hacer, la idea de doblar fotografías y colgarlas en un patrón oblicuo a lo largo de toda la pared surgió de forma natural : el visitante las descubre de lado, como todos aquellos carteles comerciales al borde de la carretera que llaman al automovilista y tratan de detenerlo. Los artistas avanzaron así en su cuestionamiento sobre la manera más precisa para representar(se) un territorio, con todos sus matices.

Suzanne Husky (1975, Bazas – vive y trabaja entre Burdeos y San Francisco)

Cambiando de ala del castillo y de referencias visuales, encontramos las obras de la artista franco-estadounidense Suzanne Husky cuyo conjunto ha llamado « Saciar la sed. Por el feliz regreso del castor » y en el que evoca – a través de tapicería, acuarelas, objetos encontrados y vídeo – la salud de nuestros ecosistemas y la urgencia ecológica en que vivimos. Husky complementó su formación en la Escuela de Bellas Artes de Burdeos con estudios en paisajismo hortícola, luego en permacultura y agroecología. Todas sus obras giran en torno a las relaciones entre el hombre y lo viviente. Milita desde la acuarela hasta los tapices, desde la cerámica hasta los documentales y podcasts, por el regreso del castor, «esa especie clave sin la cual, apunta, no podemos pensar en la buena salud de nuestros ecosistemas”. En efecto, dice la artista : « Cuando pensamos en el ciclo del agua, no visualizamos al castor y los millones de toneladas de agua que retiene en los mantos acuíferos y, sin embargo, al casi erradicar esta especie hemos secado dramáticamente nuestros continentes. El informe del IPCC de 2022 recomienda la colaboración con los castores como solución al calentamiento global. Se trata de unir fuerzas con los castores, dejarles trabajar creando sus prodigiosos ecosistemas que regulan el exceso de contaminación, restauran los bosques ribereños, hidratan los paisajes y permiten brotar una vegetación exuberante y aumentar la biodiversidad… y también reducir las inundaciones mortales, soportar los bajos niveles de agua del verano y reducir los incendios. Este informe ya ha tenido numerosas repercusiones y ha permitido financiar restauraciones con presas de transición de baja tecnología (low-tech) así como reubicar a castores».

Francia mantiene huellas de la presencia del castor por todas partes, como podemos comprobar en el mapa de topónimos e hidrónimos que lo refieren (los río Beuve o Bièvre y lugares como Beuvry, Beuvron, Buverchy, Bivre, Vibre, Bièvres, Bibracte…). La geografía humana se fue sustituyendo progresivamente a la geografía de los castores y fue el comercio de pieles lo que los hizo desaparecer de Francia hace varios siglos (a excepción de un enclave en la sureña Camargue).

Con su tapiz contemporáneo llamado « Castor, constructor de mundos » de 2023 e inspirado en el estilo primo renacentista como el del célebre tapiz de « la Dama y el Unicornio » de inicios del siglo XVI (Museo de Cluny, París), sugiere que además de reconocer la trascendencia del castor, pensemos en la necesaria solidaridad intergeneracional y la herencia del medio ambiente que hemos de preservar. Cabe agregar que en un estilo similar, Husky había creado el tapiz « La Noble Pastoral » en 2017, donde un activista trata en vano de detener el avance de un bulldozer que se apresta a abatir un árbol. Utilizando el arte tradicional de la tapicería, ha inscrito en el imaginario colectivo y en la Historia la lucha de los defensores del medio ambiente frente a la deforestación.

Jordi Colomer (1962, Barcelona) /Anne Houel (1987 – vive y trabaja en Neuilly-en-Sancerre)

Producida en 2013 por el Fondo regional de arte contemporáneo FRAC Baja Normandía con motivo del trigésimo aniversario del FRAC, esta videoinstalación del artista Jordi Colomer ofrece una mirada etérea a un territorio normando que oscila entre la realidad y la ficción, el arte y la arquitectura, « la grande » y « la pequeña » Historia…

A partir de 2001, las investigaciones del artista comenzaron a enfocarse en el espacio urbano, explorando los diversos escenarios de la vida social (barrios, calles, terrazas, etc.) y también el desierto, visto como su complemento, y se fueron extendiendo paulatinamente a la cuestión territorial durante la década siguiente, donde abordó temas como el espacio público, los suburbios, las calles e incluso los techos. A menudo en forma de “microficciones” tan realistas como extrañas, el artista cuestiona la relación entre los personajes residentes y el espacio construido en el que viven. En este caso, la película intitulada « La soupe américaine (La sopa americana) / The American Soup » sitúa su acción en los “cuarteles americanos” UK 100, formados por cien elementos prefabricados que se ensamblaban in situ y que el Estado francés adquirió al final de la Segunda Guerra Mundial para “(…) sustituir temporalmente los 450.000 edificios completamente destruidos”. Colomer sigue la huella normanda de este hábitat de emergencia ahora olvidado, desde Caen, donde descubre uno de estos pabellones en el patio de la escuela de arte, hasta Pont-Audemer, donde quedan una treintena de estas construcciones que se convertirán precisamente en el escenario de la película. El artista alterna visiones actuales, en el contexto de los preparativos de una reunión “Tupperware” y extractos de un noticiero de 1945. Sin embargo, la vida cotidiana de los habitantes en el vídeo parece ir más allá de lo común hasta alcanzar una forma de inquietante extrañeza.

Jordi Colomer « La soupe américaine (La sopa americana) / The American Soup » / Anne Houel

La instalación también va acompañada de una obra realizada en colaboración con Anne Houel, compuesta por ventanas y puertas desmontadas de un UK 100 y en la que ha dibujado con blanco Meudon un “horizonte de la” vivienda estandarizada actual.

Capucine Vever (1986, París – vive y trabaja en Bobigny)

Subjetivamente diría que cierra con broche de oro la exposición.

Capucine Vever desarrolla un trabajo contextual interesado en las nociones de lo invisible, lo inalcanzable y lo imperceptible. Ya sea geográfico, social y/o cultural, el territorio es central en su planteamiento artístico. Su práctica intenta entablar una relación poética explotando el potencial narrativo de cada espacio. Sus obras discurren a través de collages, analogías, fricciones permanentes entre realidad y ficción, investigación científica y narración, cartografía y leyenda, desplazamiento e inmovilidad.

Esta instalación videoacústica realizada en 2022 fue rediseñada específicamente para su presentación en el Domaine de Chamarande. Conduce al espectador al corazón de una deriva en el Atlántico Norte, en las afueras de la isla de Gorée situada en la bahía de Dakar en Senegal.

La erosión costera y el aumento del nivel del agua están enterrando poco a poco la isla, provocando la desaparición de uno de los puntos más importantes del comercio de esclavos en África. El comercio triangular, actividad humana deletérea basada en la explotación del hombre y su entorno, constituye los inicios del comercio globalizado y del capitalismo, desempeñando un papel protagonista en los cambios climáticos que se producen en la actualidad. En un bucle casi perfecto y no exento de cinismo, el Capitaloceno o incluso el Negroceno van borrando poco a poco los lados oscuros de su historia. Propuestos respectivamente por el historiador Jason W. Moore en 2015 y por el ingeniero Malcom Ferdinand en 2019, los términos capitaloceno o negroceno se plantean críticamente ante la aparición del concepto de Antropoceno que no tiene en cuenta la responsabilidad del historia del colonialismo y de la globalización en las transformaciones ambientales sin precedentes provocadas por la actividad humana.

La videoinstalación de cinco pantallas permite transmitir una relación física con el espacio oceánico. Se trata de un territorio complejo que tiene sus propios movimientos, remolinos, corrientes y leyes físicas.

Además, el fenómeno de la subida del nivel del agua oscila entre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño, pero sigue siendo difícil de percibir. Pensado a escala del cuerpo, el dispositivo multipantalla reproduce esta situación que escapa a un punto de vista único y totalizador. La narrativa de la película se desarrolla en un movimiento vertical desde la superficie hasta el fondo marino y sigue metafóricamente el proceso de inmersión que sufre la isla de Gorée. Si en la superficie el ritmo se agita y el espacio se restringe, en la profundidad la temporalidad se estira y el espacio se disuelve.

Los puntos de vista de las cámaras son los del océano que sube y erosiona milímetro a milímetro la isla de la memoria de la trata de esclavos. Desde la superficie hasta el fondo marino, pasado y presente se entrelazan y fusionan, en el lento e incierto movimiento de una fábula ecológica y política.

El océano es aquí el personaje central; sus movimientos, su oleaje, su tráfico, su voz y su memoria nos acompañan en su vertiginosa y altamente metafórica inmensidad. Se trata de repensar la aproximación al espacio oceánico a la luz de las cuestiones medioambientales contemporáneas que escapan a la mirada del tiempo. Jugando con una poesía del entierro, de la pérdida de orientación, Dunking Island busca una plasticidad en lo que no es visible.

El autor y compositor Wasis Diop participa en la escritura de la historia e infunde el pensamiento de la comunidad de Lébous con su voz en wolof y francés. El dispositivo acústico de nueve puntos, diseñado por el compositor Valentin Ferré, permite que capas de sonido atraviesen la instalación y generen ondas como las corrientes marinas. Colaboraron también el artista programador Pierre-Yves Fave y el director de fotografía submarino Léo Leibovici. Dunking Island recibió el premio Michel Nessim Boukris 2021 de la Fondation des Artistes y fue nominada al premio COAL 2022.


Fuentes/Lectura recomendada:

  • Comunicado de prensa, folleto de mediación y dossier de la Exposición
  • Sitio web http://chamarande.essonne.fr/
  • Lauranne Germond, Loïc Fel con Joan Pronnier, «Art et écologie«, Ed. Palette, 2021.
  • «Les artistes s’engagent pour la nature», Connaissance des Arts, N°826, junio 2023.

Traducciones y adaptaciones realizadas por el autor. Las imágenes incluidas en este artículo son únicamente con fines pedagógicos de ilustración y de transmisión y no hay fines de lucro.


Postdata Interlacements 1: relación entre la palabra francesa lisière (lindero, linde, borde) y la palabra seuil (umbral)

En el campo semántico de lindero encontramos también el umbral. Hay una bella película justamente intitulada  « Habiter le seuil » o « Habitar el umbral » de Marine Chesnais y Vincent Bruno. La coreógrafa y bailarina contemporánea va al encuentro de las ballenas jorobadas de la Isla de la Reunión. De estas interacciones en el azul profundo surgen improvisaciones danzadas en apnea, que son filmadas como fuente de investigación para el dúo coreográfico. Al mostrar el proceso de encuentro con un animal salvaje en su entorno natural, Habiter le Seuil cuestiona lo que está en juego en nosotros en este espacio de relación donde nada es controlable – excepto nuestra apertura a lo que sucede – y cuestiona más ampliamente nuestra forma de habitar lo viviente.

Dice la presentación del sitio web sobre el gesto artístico de la coreógrafa que « ante las emergencias ecológicas y esta crisis de conexión con lo viviente, el concepto de danza bioinspirada tiene como objetivo desarrollar una práctica perceptual de despertar, para comprender mejor lo que está en juego en nosotros mismos y obtener inspiración concreta de lo que está sucediendo en la naturaleza. No para lograr imitarlo, sino para entrar en un proceso de desidentificación, frustrando nuestros hábitos e inspirando otras identidades, móviles y porosas ».

Postdata Interlacements 2: « Territorios, encuentros de cine documental »

En el marco del Festival internacional de cine documental de Buenos Aires (FIDBA) hay precisamente una serie de conferencias, mesas redondas y encuentros personales para productores de largometrajes de no ficción (fuera del área metropolitana de Buenos Aires) en etapas de desarrollo, producción, primer corte o corte final intitulada «Territorios». En la edición de 2022 participó precisamente la película Habiter le Seuil. Así se entrelaza el tema de esta exposición de Chamarande – los territorios – con los encuentros cinematográficos del festival FIDBA y el tema de la bioinspiración de la danza.

Postdata Interlacements 3: La obra «naturaleza Muerta : Nature Morte» en el domaine départemental de chamarande

Para iniciar la segunda parte del artículo he seleccionado la fotografía de una obra que se encuentra desde hace un cierto número de años en el extenso parque de la finca de Chamarande. Tiene un eco particular con nuestro tema del arte ecológico y la exposición de 2023.

En la instalación de Nature Morte, el término se materializa mediante una escultura de barreras o barreras esculpidas, una especie de celda que prohíbe el acceso a un espacio, una obra en construcción. El artista Christian Robert-Tissot jugó con el significado de la palabra. Al circunscribir así los espacios naturales con sus barreras, el hombre delimita una naturaleza muerta, a la manera de un pintor que representa elementos naturales muertos dispuestos en un entorno lleno de significado. Asimismo, obstruyendo especialmente el acceso al sitio, deja a la naturaleza sin vida o al menos circunscrita fuera de nuestras vidas, como si estuviera condenada al ostracismo. Es la paradoja de una «Naturaleza muerta» ambientada en un parque paisajístico donde la naturaleza ha sido moldeada por la mano del hombre.


Arte ecológico: exposición «En el espesor de nuestros linderos, ahí donde nacen los dragones» (1)

El arte ecológico, marginado durante mucho tiempo en Francia, está ahora en auge. Una toma de conciencia, tras la crisis del Covid, de la fragilidad y vulnerabilidad de nuestro modelo de desarrollo. En el caso del Castillo de Chamarande se aborda esta reflexión a través de una exposición colectiva con un recorrido por nueve universos artísticos que, cada uno a su manera, ofrecen una mirada particular sobre la noción de territorio. ¡Poética y percutante!
Hasta el 15 de octubre de 2023.

Castillo del «Domaine départemental de Chamarande», Essonne, Francia

Dedicado a mi amiga Mónica García Alonso.

Primera de dos partes

Situado a 45 kilómetros de París (alrededor de 1h 15min en transporte público), el sitio de Chamarande se extiende sobre 98 hectáreas, entre el bosque del Belvédère y el valle de Juine, y cuenta con el reconocimiento oficial de “jardín extraordinario” del Ministerio de Cultura francés. Reúne un centro artístico y cultural, las reservas de la colección del fondo departamental de arte contemporáneo, el archivo departamental y el centro de alojamiento Auguste-Mione, todos en constante diálogo al servicio de un ecléctico programa anual que alterna presentaciones de artistas de renombre internacional y exposiciones de artistas emergentes, eventos, talleres, conciertos, espectáculos, en colaboración con asociaciones y operadores locales, orientándose así a todos los públicos.

En 2022, la temporada artística del Domaine de Chamarande tuvo por tema la relación entre el mundo animal y el mundo del hombre, cuyas exposiciones atrajeron a más de 32,000 visitantes.

Realmente me parece ideal para quien busque una nueva experiencia lejos de los clásicos circuitos parisinos y de la región Île-de-France, ya que el disfrute está garantizado por el placer sensorial e intelectual que ofrecen su patrimonio arquitectónico y sus actividades culturales, así como por la naturaleza reposante en que se enmarca el castillo.

Primavera en el parque del Domaine départemental de Chamarande. Foto de Rafael Mandujano.

«Dans l’épaisseur de nos lisières, là où naissent les dragons»

Se exhiben en esta exposición obras de Cathryn Boch, Jordi Colomer/Anne Houel, Suzanne Husky, Michèle Magema, Kathleen Petyarre, Abraham Poincheval, Éric Tabuchi, Capucine Vever y Brankica Zilovic. Ya sea a través del dibujo, la pintura o la escultura, y también a través de la performance, el vídeo o el trabajo textil, cada artista nos sumerge en una nueva forma de territorio que no se deja encerrar en categorías tradicionales: lo onírico y lo real; lo vivido y la memoria; lo sensible y lo inteligible; el espacio y el tiempo… categorías que se organizan para formar nuevas constelaciones, breves e inéditas. Cada artista a su manera alerta; imagina; se imagina o se proyecta a sí mismo; repara; encuentra la naturaleza en sí mismo… para sugerir, para dejar huella en el imaginario colectivo y para actuar por el medio ambiente.

¿Por qué este tema y el título de la exposición ?

Gilles Rion – curador responsable de las exposiciones y del fondo de arte contemporáneo del departamento de Essonne hasta agosto de 2023 – dice enigmáticamente en introducción que “todo, de hoy en adelante, es territorio”. Continúa explicando que en el territorio se condensan todas las aspiraciones y todos los desgarres, todos los futuros proyectados y todas las historias por las que corre la fantasía y la imaginación. Y todos parecemos pretender a un “territorio”, el mismo a menudo. Porque si es cierto que con él emerge un laberinto de parajes donde a nuestra imaginación le gusta vagar – entre lo cercano y lo lejano, de lo conocido a lo desconocido y viceversa – un territorio parece ser codiciado con ansia inicialmente, antes de ofrecerse al ensueño y al deseo. Y justamente en ese vaivén interviene la formulación del título: se trata de acercarse al territorio con la cautela de un niño en los linderos, cuando atraviesa silenciosamente una frontera, a la vez preocupado y curioso, impaciente por hacer salir al dragón dormido. Sólo entonces el territorio tiembla y cobra vida: ya no es una llanura lúgubre, una extensión de zonas valladas por cruzar para llegar al otro lado, sino un paisaje mental que va tomando forma a medida que viajamos. Ya no es ese depósito pasivo de recursos fungibles, sino que surge, con su memoria y sus historias, sus usos y sus formas de ser habitado. Gana espesor y se convierte en un cuerpo, en cuya concavidad es posible alojarse. Y en su interior se reactiva permanentemente el vínculo íntimo y orgánico entre colectivos de seres plurales.

Territorio: un concepto que ha lastrado nuestros imaginarios e hincado injusticias

Conforme a la presentación de la exposición, la noción de territorio apareció en el siglo XIII y conserva hasta hoy un significado – al menos en francés – derivado de dos principios: por un lado, un territorio sería una porción de espacio, habitada por una entidad – colectiva o individual, humana, animal o vegetal (1) y, por otro lado, reclamada, gobernada o administrada por una autoridad (2).

La noción se difundió en el siglo XVI, mientras se generalizaba la idea misma de la apropiación y de los derechos de propiedad. Durante cinco siglos, su definición se alimentó de ida y vuelta entre la literatura socio-política, antropológica y etológica, comparando territorios humanos y animales para legitimar una visión muy antropocéntrica y europeísta, a la vez guerrera, masculina y patriarcal; la idea del “territorio” está configurada entonces por el conflicto y la competencia, tanto para la subsistencia como para la reproducción y el enriquecimiento.

Esta concepción ha fragmentado el espacio en parcelas exclusivas y excluyentes defendidas por las armas de sus habitantes; se han explorado y conquistado tierras desconocidas; las fronteras se han generado y reproducido en los mapas y a la vez éstas se han marcado en los paisajes. Podemos agregar que la relación con el territorio y la frontera como línea divisoria, como límite, se ha trasladado también al campo metafórico, como producto de los imaginarios. Su resonancia simbólica es muy fuerte. Como ha dicho la geógrafa investigadora Hélène Velasco-Graciet: “hay fronteras imposibles de dibujar porque existen solamente en las mentes, o al contrario, porque no existen en las mentes”. En este sentido, la relación del territorio y de la frontera con el tema de la identidad es estrecha. Ya regresaremos a este aspecto más tarde, al considerar el tema de las cartografías, los imaginarios y las expresiones artísticas de los participantes en la exposición en Chamarande.

El texto del conservador Gilles Rion subraya que entonces no es insignificante ni inocente que la palabra “territorio” esté disfrutando actualmente de tal éxito, mucho más allá de su única circunscripción geográfica. Y regresamos así a la proposición de partida del conservador, ampliada ya esta vez: “Porque todo, en adelante, hace territorio – el Arte, lo íntimo, el Yo… – y por lo tanto, genera conflicto”.

Para cerrar esta introducción, podemos preguntarnos como el conservador de la exposición si el territorio nos condena al equilibrio de poder entre pretendientes que se han convertido en beligerantes; si todo es sólo una cuestión de defensas y ataques, controles e invasiones. ¿O podemos cuestionar la comprensión moderna de la noción para adoptar nuevas perspectivas? Nos indica Gilles Rion que para eso quizás primero tengamos que esquivar el territorio precisamente, seguir sus contornos para redefinirlo a partir del intenso susurro de sus márgenes. Él considera que estos territorios requieren una nueva estética: necesitan imágenes, formas y materiales para imprimirse en la superficie de nuestras retinas y de nuestros sentidos. Invocan una nueva cartografía que ya no se contente con el simple trazado de relaciones de dominación y explotación, sino que apunte a crear nuevos mundos. Los territorios están esperando ser dibujados, contados, encarnados. Gilles Rion concluye señalando que la exposición está dedicada a algunas de estas historias.

En la segunda parte de este artículo presentaré una reseña personal de la exposición con los entrelazamientos que me ha inspirado con respecto al arte ecológico, la crisis climática, la tensión entre el actuar ahora y el propiciar la generación paulatina de nuevos imaginarios… en nuevos territorios sugeridos a los que jamás deberemos acercarnos como depredadores o como conquistadores… 

Fuentes: Comunicado de prensa y dossier de la Exposición / Sitio web http://chamarande.essonne.fr/ Traducciones y adaptaciones realizadas por el autor. Las imágenes incluidas en este artículo son únicamente con fines pedagógicos de ilustración y de transmisión y no hay fines de lucro.

Mesa redonda: Límites planetarios y diseño : ¿restricciones u oportunidades creativas?

La Académie du Climat (París) acoge del 14 al 17 de septiembre el Festival Anticipation: « cuando el arte y la ecología se encuentran para imaginar el mañana ». Esta nota presenta una reseña de la mesa redonda del viernes 15/09/23

La presentación de la filosofía del festival Anticipation indica que » para tomar medidas concretas frente a los problemas ambientales y los desafíos climáticos, el festival ofrece un espacio para imaginar un futuro habitable y proyectarnos colectivamente hacia nuevas posibilidades «. Durante 4 días, más de veinte artistas y ponentes se movilizan para concienciar sobre los límites planetarios invitándonos a vivir experiencias artísticas, culturales y sociales susceptibles de generar una cultura del cambio.

La Academia del Clima

Al agruparse los cuatro primeros ayuntamientos centrales de París el 11 de julio de 2020 y decidirse que la sede del ayuntamiento central sería el edificio que correspondía al 3er arrondissement, quedaron vacantes las otras tres sedes iniciales. Por lo tanto se otorgó una nueva función a cada uno de los tres majestuosos edificios restantes. En el caso del desaparecido ayuntamiento del 4° arrondissement, hace exactamente dos años, el 15 de septiembre de 2021 abrió sus puertas la «Académie du Climat» con el objetivo de implicar de manera decisiva a la juventud en la transición ecológica. Su misión es también apoyar a quienes deseen movilizarse, realizar proyectos concretos, encontrar espacios de encuentro e intercambio para actuar y formarse en las amplias temáticas relacionadas con las cuestiones ambientales.

Podemos decir que se trata de una nueva concepción de institución que incluye aspectos habituales de los centros culturales y de los centros cívicos con elementos innovadores de los Tiers-Lieux que se están desarrollando en Francia desde hace una década. Para saber más sobre los Tiers-Lieux, en un artículo anterior he hecho una presentación más detallada.

Puntos de partida de la mesa redonda ‘Límites planetarios y diseño: ¿restricciones u oportunidades creativas?’

Regresando al festival Anticipation de este año, el tema de la mesa atrajo mi atención particularmente porque me recordó una frase del célebre escritor André Gide que ya he citado en un artículo anterior sobre la economía circular y la cooperación cultural transfronteriza de proximidad

Por su parte, dicen los organizadores que los recursos limitados y los problemas sociales nos obligan a repensar nuestra forma de diseñar nuestros objetos, nuestros espacios y, más ampliamente, la sociedad. Hay que entender estos cambios profundos para poder actuar; los participantes de la mesa redonda se preguntan «si no seguimos sentados todavía en sofás demasiado blandos para hacerlo».

Preparada en colaboración con la Paris Design Week (Semana del Diseño de París 2023), la mesa redonda ha sido una oportunidad para reflexionar sobre cómo el diseño debe promover la regeneración de los ecosistemas. Es hora de pensar diferente, de considerar los límites sociales y ambientales como una condición para toda producción. Los ponentes invitados han compartido sus ideas y experiencias sobre cómo convertir estos desafíos en oportunidades creativas y presentado enfoques radicales e innovadores centrados en el eco-diseño y la circularidad.

Los panelistas han sido:

La moderadora Mathilde Maitre, diseñadora y fundadora de Punktional, inicia la mesa redonda recordándonos la noticia de que el pasado miércoles 13 de septiembre de 2023 un nuevo estudio realizado por 29 científicos de ocho países diferentes y publicado en la revista ‘Science Advances’ ha indicado que las actividades humanas han dado lugar a que ya se hayan superado seis de los nueve límites planetarios que regulan la estabilidad y la habitabilidad de las personas en la Tierra. Éstos límites son el cambio climático, la integridad de la biosfera, el cambio en el uso del suelo, el uso del agua dulce, el flujo biogeoquímico y la introducción de nuevas entidades. Mathilde dice que la Tierra está mal y que la reflexión debe ir claramente más allá de reducir la huella de carbono en la atmósfera. Amplía la cuestión del diseño a la creación de imaginarios, para que el cambio sea deseable.

El diseñador Julien Gorrias con cierta dosis de humor ya se ha preguntado ¿ y si el futuro del diseño será el del mercado de antigüedades ? Él continúa pensando que crear y fabricar son consustanciales del hombre; son una necesidad a la que el ser humano no puede renunciar. Sin embargo, la pregunta es la de la duración del uso del objeto para que éste sea considerado sostenible. En todo caso, en su proyecto de «la silla que esconde el bosque» – nombre que juega con el equivalente en francés de la frase proverbial «los árboles no dejan ver el bosque», todos los materiales han sido naturales y trabajados con técnicas artesanales. Su creación y su degradación no tendrá ningún impacto sobre la naturaleza… e incluso sería capaz de regenerarla: la silla incluye semillas en su interior.

Los ponentes del Atelier Craft por su parte forman un binomio que reúne a un arquitecto y a un diseñador. Al relacionar lo artesanal/artístico con lo industrial me han recordado el espíritu de los talleres de la agrupación Wiener Werkstätte de principios del siglo XX. Pero los tiempos han cambiado de sobremanera. Se cuestionan cómo reinventar sus oficios. Se desempeñan tanto en el diseño de espacios como en la arquitectura experimental, pasando por la museografía. Después de presentar las tres fotografías correspondientes a estas áreas, concluyen afirmando que trabajan con eco-materiales (es decir respetando los principios de desarrollo sostenible – écosourcés) y que impulsan las obras participativas. Su obra «Empreinte – Table N01 1868-2023» (Huella – Mesa N01 1868-2023) mostrada en la exposición del festival resulta de una experimentación que recorre las temáticas de la memoria y de la influencia del contexto en el diseño, así como la posible circularidad de los materiales dentro de la práctica de diseñador arquitecto. La obra está realizada en aluminio, material fácilmente mecanizable, ligero y reciclable 100% sin alterar sus propiedades.

David Amar recuerda que cuando se trata de acelerar la transición ecológica en las empresas, el cambio toma mucho tiempo y energía. Requiere disciplina y tenacidad, además de que se tiene que hacer ¡ahora! y pasar a la acción. Piensa que en las organizaciones que generalmente se han mantenido con jerarquías verticales, el cambio debe comenzar desde arriba. Recordó por otro lado la obra de William McDounough «De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas» (2002) y lo cita «El diseño es la primera señal de la intención humana». Se trata de concebir «la abundancia para todos y la sobriedad para cada uno». Si la cultura del egoísmo continúa siendo celebrada y alentada, como en el caso de los ultrarricos, la humanidad va directamente contra el muro. David Amar concluye recordando el ejemplo del primer ejemplo de diseño de silla diseñada de la cuna a la cuna, la Mirra Chair (2004) editada por Herman Miller. Se dice que es 96% reciclable. Otro ejemplo que cita son los altoparlantes de Bang & Olufsen Level 2021 que se pueden desmontar y permitirán adaptaciones conforme la tecnología avance.

Concluye el ciclo de contribuciones Frédérique Pain, directora de ENSCI Les Ateliers Paris. Se trata de una escuela creada en 1982 en el barrio de la Bastilla y es particularmente especial según su directora porque está dedicada exclusivamente a la creación industrial y al diseño. Para ella, es necesario estar en una disposición de completa agilidad para crear actualmente. La intuición de pensar considerando al futuro es parte de la enseñanzas que se deben anclar en cada diseñador, un reflejo que sea inconsciente. Ella señala que buscan alejarse del academicismo en sus programas y al contrario, se centran cada vez en proyectos, sin dudar integrar equipos interdisciplinarios. Los cursos se renuevan constantemente. Ella señala la interacción entre «el uso», «la producción» y «el territorio». Cierra recordando la necesidad de que comprendamos el concepto del «poder en común» de Hannah Arendt.


La mesa redonda fue seguida de un emotivo espectáculo-performance de la actriz y cantante Gildaa, sobre la historia de una mujer destrozada.



El Festival Anticipation nació del encuentro entre dos perspectivas – artística y ecológica – materializadas por la colaboración de la agencia de producción artística togaether, y la agencia de consultoría en estrategia sostenible Tactic/14Septembre.


El autor no ha tenido – a la fecha – ninguna relación con los organizadores. Esta reseña muestra independientemente su reconocimiento al trabajo realizado en beneficio colectivo.


15° «Fórum Mundial 3ZÉRO» CONVERGENCES, continuación

Reseña de la sesión sobre los «Tiers-Lieux» franceses y sus misiones relacionadas con los ODS y «Cambiar con el ejemplo: apoyarse en iniciativas locales para responder a la emergencia ambiental».

Segunda de dos partes

En la primera parte de esta reseña presenté a grandes rasgos el Fórum 3Zéro y la asociación Convergences – que lo ha venido organizando desde hace ya 15 ediciones – así como una descripción de las sesiones «Impulsemos el cambio sistemático para una economía más justa y sostenible» e «Invertir en la Economía Social y Solidaria (ESS) para mayor impacto en los territorios«. Esta segunda parte completa el reporte con las otras sesiones y la animación a las que participé.


En el corazón de los territorios, los Tiers-Lieux, actores y socios de la Alianza 3Zéro, para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Hay que señalar de antemano que los «Tiers-Lieux«, que podemos traducir como «Lugares terceros«, son muy probablemente una especificidad francesa, aunque haya configuraciones más o menos equivalentes en otros países europeos. Son espacios independientes tanto urbanos como rurales que reúnen – temporalmente por lo general – iniciativas en el campo de la ESS, empresariales, sociales, culturales, creativas, agrícolas, artesanales, productivas, etc. Los Tiers-Lieux no entran en las categorías más clásicas como serían los centros cívico-sociales, los centros culturales, los espacios compartidos de trabajo (co-working), las incubadoras o los campus de start-ups, por tener una mezcla de actividades todavía más diversificadas que los ejemplos anteriores. Su desarrollo en Francia ha sido constante en los últimos diez años, así como la creciente complejidad de las configuraciones de estos laboratorios de innovación social, cultural y medioambiental.

Las preguntas de partida de esta sesión eran:

  1. ¿ Cómo son los Tiers-Lieux – con su diversidad de acciones «en el primer kilómetro» – actores clave de la Agenda 2030 ?
  2. Medir el impacto de los Tiers-Lieux: ¿ qué roles juegan los actores públicos y los privados ?
  3. De la acción local al impacto global: ¿ cómo apoyar el surgimiento de estos espacios híbridos en todo el mundo ?

Moderada por el periodista Benjamin Mathieu, la sesión reunió los siguientes panelistas: Sébastien Trives (Acted); Valérie Martin (ADEME); Audrey Charluet (Banque des Territoires); Jean-Baptiste Lesort (Habitat et Humanisme); Jean Karinthi (L’Hermitage); Simon Laisney y Angèle de Lamberterie (Plateau Urbain); Stéphane Vatinel (Sinny&Ooko).

Los panelistas, separados en dos secuencias, presentaron en un primer tiempo (A) ejemplos que muestran la diversidad de sus experiencias como Tiers-Lieux – pero que en conjunto responden a un cierto número de los ODS; en un segundo tiempo (B), las herramientas, modelos de financiación y su contribución a los cambios de imaginarios y prácticas relacionadas con la transición ecológica.

A. Jean Karinthi (L’Hermitage) presentó su ejemplo de Tiers-Lieu (en singular) rural que se sitúa en el cruce de los valles de los departamentos del Aisne y del Oise. Anteriormente instalación hospitalaria (desde el fin de la segunda guerra mundial), se ha transformado en un amplio lugar donde se conjuga un proyecto colectivo intergeneracional, agrícola, ecológico, educativo, hostelero, FabLab… que se contrapone a la tendencia de encerrarse en sí mismos de muchos contextos rurales. Es un lugar de encuentro y de convivencia, duradero e incluyente que encuentra eco en los ODS. Entre sus particularidades comentó que participan en la generación y respeto a ciertos rituales, como los relacionados con el cambio de las estaciones.

Por su parte, Stéphane Vatinel (Sinny&Ooko) evocó brevemente la trayectoria de un proyecto que inició con un Tiers-Lieu cultural llamado Glaz’Art en París en 1992 y que posteriormente dio lugar en 2008 a la creación de una agencia llamada Sinny&Ooko que a la vez fue generando muchos más lugares originales – transitorios en muchas ocasiones – como Le Comptoir Général (ecológico y solidario), La REcyclerie, Le Pavillon des Canaux, La Cité Fertile, La Halle aux Poissons, entre otros, cada uno con sus propias características. Lugares cálidos, con decoración de ensueño y original, para convivir mejor y más cerca del entorno. Cabe agregar adicionalmente que en 2020, la solicitud de Sinny&Ooko para obtener el reconocimiento oficial francés como Empresa Solidaria de Utilidad Social (ESUS) fue aprobada.

Importante: La Ley francesa de Economía Social y Solidaria de julio de 2014 y el reconocimiento como ESUS pretenden desarrollar un ecosistema de empresas solidarias mediante la inclusión de la utilidad social en los estatutos de la empresa; la creación de un órgano de gobernanza abierto para apoyar la misión; la regulación de la escala salarial y, finalmente, al pedir que las ganancias se reinviertan en la estructura.

Stéphane Vatinel, con cierta modestia, señala que estos Tiers-Lieux participan en la educación popular y sensibilizan a la gente sobre los ODS, que se reflejan en la programación de actividades. A la pregunta del moderador sobre la creencia de que estos lugares contribuyen al fenómeno de la gentrificación o de la promoción de encuentros de un cierto tipo de comunidades, Vatinel respondió que hay una amplia tipología de públicos que se pueden encontrar – o no – debido a las actividades propuestas y los horarios de dichos públicos (las madres de familia acuden sobre todo por la mañana, mientras que muchos jóvenes independientes visitan por la tarde… lo que es natural). Su estrategia al llegar a un nuevo lugar es explorar y analizar el territorio (por ejemplo la red de asociaciones) para responder a la demanda y también crear la oferta adecuada.

En otro orden de ideas, Jean-Baptiste Lesort (Habitat et Humanisme) comentó que en su caso se trata de espacios que reciben o albergan a personas mayores (como en casas de retiro o establecimientos hospitalarios especializados) y también a refugiados de diversos países. Sus prioridades son relacionadas con la creación de enlaces. En otras palabras, Habitat et Humanisme actúa para luchar contra el aislamiento de los más vulnerables y recrear vínculos dentro de nuestra sociedad fracturada.

Por su parte, Simon Laisney habló de los proyectos de Plateau Urbain en el campo del urbanismo transitorio en los que se ofrecen espacios vacantes a precio reducido para actores culturales, el asociacionismo y la economía social y solidaria. Lugares temporales que son aprovechados entre dos etapas de la vida útil de los inmuebles. En Plateau Urbain defienden la lucha por salir de los valores mercantiles y el derecho a la ciudad. En su modelo se desarrolla una gobernanza adaptada (Sociedad cooperativa de interés colectivo SCIC) y se fomenta compartir recursos. Se trata de un mínimo de 24 meses y un máximo de 36 meses de duración. Es posible citar por ejemplo un caso parisino contemporáneo. Se trata del antiguo campus de la Universidad Sorbonne-Nouvelle Censier que se ha convertido desde hace dos años en CÉSURE, un Tiers-Lieu apoyado por Plateau Urbain en colaboración con Yes We Camp centrado en la transmisión de conocimientos y los savoirs-faire, mientras inicia su rehabilitación por parte del organismo EPAURIF. Así, este sitio de 25.000 m2, que alberga un vasto espacio de trabajo para más de 180 estructuras y 1.000 estudiantes desde el otoño de 2022, se ha convertido en un campo de experimentación para inventar nuevas formas de aprender unos de otros. CÉSURE ha abierto sus puertas al público en general en 2023 con una programación cultural y festiva, y cuenta con un comedor unido a una boutique Emmaüs Campüs, un anfiteatro, un patio interior y otros espacios variados.

B. La segunda parte de la sesión comenzó con el tema de la evaluación del impacto de los Tiers-Lieux. Angèle de Lamberterie (Plateau Urbain) señaló que han desarrollado una metodología particular para este fin, en modo Open Source, que se mejora reiterativamente, así como guías metodológicas y un fondo documental.

Sébastien Trives (Acted) respondió sobre la posibilidad de desarrollar en el extranjero proyectos de Tiers-Lieux, a través de ayudas que entidades como Acted ofrecen, como su Programa AGORA. Se trata de una colaboración con IMPACT Initiatives establecida en 2016 para anclar el trabajo humanitario y de desarrollo en el conocimiento local, de acuerdo con el lema “Piensa localmente, actúa globalmente”. Tiene como objetivo aumentar la relevancia y el valor agregado de los programas humanitarios y de desarrollo, así como fortalecer a los actores locales. Con su enfoque sistémico versus las ayudas «viajeras» podría apoyarse esta modalidad de lugares adaptados a su contexto, sobre todo porque la financiación de la transición ecológica no está resuelta en los países de economías frágiles.

Regresando a Francia, Audrey Charluet (Banque des Territoires) se refirió a la evolución del conocimiento de los proyectos híbridos que son los Tiers-Lieux por parte de los bancos y organismos de inversión. Había realmente una incomprensión al inicio porque los bancos analizan las actividades bajo modelos muy estáticos y una mezcla heterogénea de ellos dificultaban el acceso a los fondos. Por parte de las administraciones locales que apoyaban la solicitud de financiación, éstas explicaban que los Tiers-Lieux respondían a necesidades menos clásicas de sus territorios en cuanto a la escala o a la categoría. El entendimiento del concepto ha permitido valorizar justamente esa diversidad de usos. Los ODS permiten a los Tiers-Lieux fundamentar sus solicitudes al formar parte de la narrativa de presentación del proyecto y ayudan a responder a la taxonomía de la Unión Europea. Y no por nada actualmente el sitio web de la Banque des Territoires señala que apoyar el crecimiento de los Tiers-Lieux es una de sus temáticas prioritarias: «(…) Ya hay más de 2.000 en Francia y centenares están en creación. Estos espacios de intercambio colaborativo tienen como objetivo generar soluciones alternativas para la economía del mañana, gracias a la inteligencia colectiva y el arraigo local. Un concepto innovador que la Banque des Territoires fomenta desplegando una gama completa de servicios: inversión, ingeniería y apoyo metodológico.»

Valérie Martin, jefa de la movilización ciudadana y medios de la Agencia francesa de transición ecológica (ADEME), concluyó con broche de oro esta sesión. «Necesitamos una nueva narrativa contra el crecimiento desenfrenado». Es importante interrogarse sobre el mieux vivre, cómo vivir mejor. No olvidar la teoría económica de la rosquilla (o dona o dónut); favorecer el uso con respecto a la propiedad. No se trata de barnizar, sino de cuestionarse en qué formas de ciudadanía queremos evolucionar. Los Tiers-Lieux ofrecen narrativas que capacitan. Y felicitó el espíritu de las redes regionales de Tiers-Lieux que cooperan compartiendo recursos. Existen ya cartografías de estos originales lugares diseminados por toda Francia.


La Responsabilidad Social de las Organizaciones (RSO) en el corazón del proyecto de las entidades de la ESS: una animación con dos consultores de KPMG

La presión exterior sobre las empresas por parte de los consumidores, los benefactores, los proveedores y del entorno han hecho que cada vez más empresas se ocupen de su responsabilidad en cuanto al cambio climático y el contexto social interno. Al principio buscaban atenuar sus efectos, antes de adaptar su modelo voluntaria y estratégicamente, por ejemplo con respecto a la gobernanza, que involucra la decisión del grado de compromiso, la temporalidad (etapas), el alcance, las relaciones con socios y terceros. El final de la animación presentó las etapas en las que la consultoría de esta firma puede participar, desde el diagnóstico inicial hasta la comunicación del avance en los reportes de la RSE; por ejemplo sugieren incluirlos durante las Asambleas Generales.


«Cambiar con el ejemplo: apoyarse en iniciativas locales para responder a la emergencia ambiental»

La cuarta y última sesión a la que asistí fue moderada por la periodista Marina Yakovlev, creadora y editora jefa de Ecoyako, un medio en línea que acompaña la transición ecológica sin crear sentimiento de culpabilidad y con benevolencia.

Los panelistas fueron Armand Blondeau (Sindicato Printemps écologique); Clément Debosque (Ma Petite Planète), Marie Floquet (Sinny&Ooko); Laetitia Villedieu (Groupe EDF).

Los puntos abordados fueron:

1- Diversidad de iniciativas y perfiles: ¿cómo iniciar una movilización masiva y duradera a favor de la emergencia ambiental?
2- ¿Cómo podemos ampliar las pequeñas iniciativas locales y hacerlas visibles para la mayor cantidad posible de personas y para los tomadores de decisiones?
3- La movilización implica también a los propios empleados: coherencia de las acciones y puesta en común de buenas prácticas

Por ejemplo, Armand Blondeau evocó el caso de una empresa cuya dirección tomó una decisión que parecía iba tener efectos positivos para el medio ambiente y cómo gracias a la reactividad de una parte de los empleados ésta fue detenida, ya que un enfoque sistémico mostraba que la primera decisión tenía más repercusión negativa de lo que se había previsto.

Los enfoques y maneras de abordar estas cuestiones varían en gran medida en función del tamaño de las organizaciones. Por ejemplo, en el caso de los recursos humanos del Grupo EDF (Electricidad de Francia y también Gaz), quienes cada vez más están conscientes de la encrucijada de las energías fósiles, se hacen propuestas para que los empleados participen voluntariamente en torno a diferentes proyectos de responsabilidad social. No se obliga verticalmente. En casos pequeños o estructuras familiares puede ser impuesto a todos sin excepción.

15° «Fórum Mundial 3ZÉRO» CONVERGENCES, París, 05/09/2023

Más de 1.500 participantes presenciales o en línea nos dimos cita el martes 05 de septiembre en este Fórum organizado por la plataforma de reflexión y activismo Convergences que promueve los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) así como la lucha contra la pobreza, la exclusión y el cambio climático en todo el mundo desde 2008.

Primera de dos partes

Esta edición del Fórum ilustró una vez más la importancia de crear espacios de diálogo y colaboración comunes que correspondan a la magnitud del desafío que es el construir juntos un mundo de Cero Exclusión, Cero Carbono, Cero Pobreza.

A través de 47 conferencias y animaciones a cargo de más de 200 ponentes, panelistas y representantes nacionales e internacionales de las más variadas estructuras de estos ecosistemas fue posible abordar temas agrupados así por la asociación organizadora Convergences :

  • La acción climática y la protección al medio ambiente
  • La cooperación y la lucha contra las desigualdades
  • Las dinámicas ciudadanas y la inclusión de la juventud
  • Las finanzas de impacto
  • Los modelos económicos y la Economía Social y Solidaria (ESS)
  • La responsabilidad y las medidas del impacto

Como el Fórum tuvo lugar este año en el Palais Brongniart, que anteriormente era la sede de la Bolsa de París, en el segundo arrondissement parisino, puedo fácilmente asegurar que mi impacto de carbono en términos de desplazamiento fue el más bajo posible, al vivir a cinco minutos a pie de este lugar. Una anécdota que puede ser complementada con la observación de que a pesar de la ola de calor reinante en estos días, la climatización de las salas se mantuvo a los más bajos niveles, siendo generalmente las ventanas abiertas las únicas fuentes de aire relativamente respirable. Una coherencia a la que tendremos que habituarnos en esta transición anhelada, aunque la sensación térmica deberá ser evaluada en cada caso para no disminuir la concentración de los asistentes por la elevada temperatura del recinto. Y es que los edificios parisinos construidos al inicio del siglo XVIII como éste – e incluso más recientemente como el Centro Georges Pompidou (conocido como una bomba energívora) – no están adaptados en absoluto a las condiciones actuales. En todo caso, los organizadores han manifestado sus compromisos para que este tipo de encuentros tenga el menor impacto ecológico posible:

  • reducir la huella medioambiental – por ejemplo en el caso de la restauración, uso de energía, disminución de impresiones, separación y gestión de los desechos, etc.
  • favorecer la inclusión de todos – representatividad, igualdad de género y accesibilidad
  • medir y evaluar su impacto
  • ser transparentes y buscar aplicar las mejores prácticas de eco-responsabilidad

Regresando a la reseña del Fórum, ya es posible ver las grabaciones en francés (algunas en inglés también) de las sesiones siguientes:


A continuación presento las dos primeras sesiones a las que participé:

Impulsemos el cambio sistemático para una economía más justa y sostenible

Las preguntas de partida fueron:

1- ¿Cómo apoyar a los actores locales que están abordando las causas profundas de las desigualdades sociales y la crisis climática?
2- ¿Qué transformación de las instituciones y actores económicos es necesaria para alcanzar modelos más virtuosos?
3- ¿Cómo involucrar a todos los ciudadanos en esta transformación de la sociedad?

Alexandre Lourié, director general de la acción internacional del Groupe SOS, moderó esta sesión recordando el cambio de focal que importa realizar para comprender los fenómenos sociales, ecológicos y económicos y sus interacciones bajo el prisma de la dimensión sistémica. Después de una vuelta de presentación de los panelistas y los proyectos que representan, con presencia principalmente en África y Asia, se insistió en la necesidad de la dimensión del tiempo (con misiones exploratorias por ejemplo) para generar impacto local a mediano y largo plazo, lo que es difícil bajo un enfoque muy centrado en proyectos únicamente. Se recordó que la ONU ha hecho un reconocimiento oficial de la Economía Social y Solidaria. Los motores para un cambio sistemático son la ley (que incluya el establecimiento de medidas de evaluación del impacto), la sociedad civil, los empresarios sociales y los ciudadanos. Precisamente en cuanto al tema de la evaluación, será importante determinar indicadores de impacto, que permitan construir también normas adecuadas. El enfoque fue el de una cooperación capacitante, con multiplicación de competencias localmente, actuación de incubadoras y promoción del cambio de mentalidad entre los empleados de empresas para que participen a favor de la ESS. Se recordó que Francia es el 4° país a nivel mundial en la cooperación pública para el desarrollo (OCDE, abril 2023).

Panelistas: Anne-Leïla Batel, Directora general de PULSE; Tony Bernard, director general, Impact Tank; Amandine Hersant, directora general, Planète Urgence; Benjamin Soudier, director general, Santé Sud.


Invertir en la ESS para mayor impacto en los territorios

Panelistas: Laure Delair, directora adjunta del compromiso (engagement) de la MACIF; Sarah Perrier, directora de FAIR – Label Finansol; Jerome Schatzman, director ejecutivo de la Cátedra de innovación social – ESSEC y Stéphane Moreau, fundador de RésidSocial.

Esta concurrida sesión moderada por Alexis Krycève, fundador de Haatch, se concentró en las posibilidades de las empresas en el campo de la Economía Social y Solidaria para atraer inversionistas. En el corazón de la problemática se encuentran por un lado la tasa de retorno de la inversión (se mencionó la referencia de 05% actualmente como mínimo) y el punto de equilibrio, para que este tipo de inversión sea atractiva a lo largo de la vida de las estructuras de la ESS; por otro lado, la cuestión de la evaluación del impacto de dichas estructuras. No se trata del mismo perfil que el de las empresas que recurren a los subsidios. Estas otras toman a cargo parte de las externalidades negativas y en este sentido benefician a la sociedad. Se aludió a una caracterización de estas empresas en cuanto a su impacto y su rentabilidad. En particular, las empresas de alto impacto con baja rentabilidad que se mantienen son consideradas como «las buenas samaritanas» y corren el riesgo de que sus responsables se cansen con el paso del tiempo. Se comentó que hay dinero disponible en Francia para estas inversiones pero con ese rendimiento mínimo. Se han desarrollado clubs de inversores territoriales que apuestan por la proximidad. Completan también otros dispositivos como los apoyos que la mutualidad MACIF ha ido generando desde 1987. Laure Delair señaló en este sentido que están convencidos de que el éxito de sus inversiones reside en su capacidad de apoyar, más allá de la financiación, a los responsables de los proyectos en su desarrollo, en su estructuración y en la construcción de su red.


En la segunda parte de esta reseña presentaré con detalle el interesante contenido de la tercera sesión, intitulada «En el corazón de los territorios, los Tiers-Lieux, actores y socios de la Alianza 3Zéro, para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», así como la animación a la que participé posteriormente con consultores de KPMG y la cuarta y última sesión a la que asistí: «Cambiar con el ejemplo: apoyarse en iniciativas locales para responder a la emergencia ambiental».

Entrelazamientos y articulaciones culturales – Bodø, Noruega, Capital europea de la Cultura en 2024

Una presentación personal en línea en el marco de la apertura del «II Simposio universitario internacional sobre gestión cultural en Latinoamérica – Eje temático: La gestión cultural global: la dimensión europea » organizado por la Escuela Internacional de Lenguas de la Universidad Anáhuac Cancún (MÉXICO) y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad EAN (COLOMBIA). Jueves 1° de septiembre, 09:00 hrs (Ciudad de México) = 16:00 hrs (París).

En consonancia con el principio de este blog de «entrelazamientos culturales», mi presentación va a considerar aspectos de políticas y cooperación culturales con respecto a una de las acciones especiales más emblemáticas del Programa «Europa Creativa» de la Unión Europea, enfocándome en el caso de Bodø, la nórdica ciudad noruega, que fue seleccionada a través de un exigente proceso como una de las tres «Capitales europeas de la Cultura» para el año 2024 – junto con Bad Ischl (Austria) y Tartu (Estonia). 

Los motivos de inspiración no son pocos. El concepto general y lema del programa de la capitalidad de Bodø es «ARCTICulation», entrelazando en inglés el Ártico ARCTIC con las ideas de articulación ARTICULATION. A través de un ambicioso programa artístico y de desarrollo cultural, la ciudad y la provincia de Nordland contribuirán a la estrategia regional frente a sus desafíos demográficos, ecológicos, económicos, de cohesión social y geopolíticos… y establecerán o reforzarán relaciones de colaboración artística, cultural y humanitaria en las distintas escalas territoriales, desde lo personal y local hasta lo internacional, pasando obviamente por la dimensión europea, subrayada como uno de los objetivos específicos de toda Capital europea de la Cultura.

Entrelazaré entonces estos temas con la gran atracción del norte y del ártico, las auroras boreales, el sol de medianoche y la noche sin fin, la cultura sami, los paisajes naturales entre los más bellos del planeta, la riqueza y alta calidad de vida del país, sin olvidar sus contradicciones y retos. Y miraré con una perspectiva latinoamericana, mexicana particularmente, recordando que la corriente del golfo de México participa ciertamente en que las costas noruegas – y necesariamente la ciudad de Bodø – no sufran de su condición extrema en el hemisferio norte. El Atlántico reúne así sus riberas, las de Bodø y las de Cancún.

Centros culturales y cooperación cultural transfronteriza de proximidad

Una introducción

Durante siglos, la historia de Europa ha sido marcada por movimientos expansionistas, conquistas militares y numerosas guerras que han provocado desplazamientos de personas y de culturas a través de límites variables al filo del tiempo: las fronteras. Aunque estos fenómenos no son exclusivos de este continente, en el proceso de construcción europea se ha insistido especialmente en la importancia de la cooperación entre los espacios fronterizos, tanto de aquellos países que comparten fronteras al interior de la Unión, como de los que tienen fronteras con países externos. Se trata de una cooperación “de proximidad” que tiene como objetivo disminuir los efectos de las fronteras en un marco de libre circulación de personas, bienes y capitales. Los espacios fronterizos, otrora periféricos y con significativas desventajas económicas, han sido llamados a crear lazos ejemplares de cooperación, en pos de la cohesión y el desarrollo armonioso de los territorios.

En esta voluntad, la dimensión cultural tiene una vocación esencial puesto que, las otras fronteras, aquellas en las mentalidades de los habitantes, son ciertamente difíciles de derribar, o al menos, de atenuar. Afortunadamente, se ha entendido que si bien las fronteras son zonas de conflicto por excelencia, también pueden transformarse en lugares de diálogo intercomunitario. Para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, es imprescindible prever una mejor articulación del territorio en materia cultural, lo que incluye formar redes entre sus actores culturales así como vincular las instituciones culturales de uno y otro lado de la frontera, e incluso desarrollarlas conjuntamente. A mediano y largo plazo, el ideal consistiría en desarrollar una gobernanza cultural a nivel local y regional con todos las partes involucradas, conformando verdaderos laboratorios de la construcción europea.

Si nos preguntamos cuál ha sido el papel de los centros culturales – espacios de diálogo intercultural por excelencia – en esta forma de cooperación cultural transfronteriza, encontraremos una contradicción entre su gran adecuación para fomentar los objetivos de la cooperación cultural transfronteriza y el poco avance práctico en su desarrollo, lo que brinda un real carácter de pioneros a sus escasos ejemplos. Ante el número considerable de proyectos culturales transfronterizos que han florecido, la dimensión articuladora de los centros, reflejo de una mayor ambición de anclar la política de cooperación transfronteriza en el largo plazo, no es una constante en estos territorios.

Merece la pena recordar que tanto el Consejo de Europa como la Comisión Europea han promovido la cooperación transfronteriza, el primero esencialmente en materia de reflexión y acción normativa; el segundo, por su financiación mediante programas de iniciativa comunitaria en el marco de su política regional, en especial con el Programa Interreg, en sus distintas generaciones. Dicha financiación requiere una participación del Estado y de las autoridades territoriales y no concierne específicamente a los proyectos culturales, sino a un amplio campo que va del medio ambiente a la formación profesional. Sin embargo, no deja de ser un reconocimiento al carácter transversal de la cultura y su importancia en la dinámica transfronteriza.

Consideremos algunos ejemplos de centros culturales que se han implicado particularmente en esta práctica, como el Centro cultural transfronterizo “Le Manège”, simultáneamente de Mons, Bélgica y de Maubeuge, Francia, distanciados a penas de dieciocho kilómetros. Gracias al ímpetu visionario de Didier Fusillier y de Yves Vasseur, este proyecto marcó un precedente a nivel europeo durante más de 13 años hasta 2015, en las áreas de creación teatral, producción de música contemporánea, escritura y formación en artes digitales, residencias… El concepto incluyó recintos de ambos lados de la frontera y un real acercamiento en programación, en aspectos administrativos, técnicos y financieros así como en la movilidad de los espectadores (autobuses gratuitos entre recintos) y la política de comunicación. Así, en promedio quince por ciento de los espectadores acudieron al menos a uno de los espectáculos o actividades en el otro país. El programa de Mons Capital Europea de la Cultura 2015 llevó a poner entre paréntesis el partenariado estructural entre ambas instituciones, desligándose administrativamente, pero manteniendo lazos de colaboración transfronteriza, aunque tenues.

Relacionadas con este proyecto, podemos destacar también las Maisons Folie, que forman parte del legado del programa cultural de “Lille 2004, Capital europea de la Cultura” concebido por el mismo Fusillier y que son fundamentalmente casas culturales comunitarias multi-usos de uno y otro lado de la frontera, que trabajan en red. Continuando la política transfronteriza que formaba parte del espíritu del programa de 2004, las instituciones culturales de la Eurometrópolis franco-belga de Lille-Kortrijk-Tournai desarrollaron proyectos comunes, como la Casa de la cultura de Tournai, que tuvo un proyecto destacable con el teatro Le Prato de Lille en el sector del circo, creando el primer polo de circo transfronterizo “Le PLÔT, Pôle cirque Lille-Tournai o en el campo del teatro juvenil con La Rose des Vents-Scène Nationale de Villeneuve d’Ascq y el proyecto “Labomatic théâtres”. Hoy en día, en la misma área transfronteriza, el Festival de artes NEXT cumple 14 años de un ambicioso proyecto transfronterizo con cinco socios de Francia y de Bélgica: La Rose des vents, Villeneuve d’Ascq (FR), Espace Pasolini Valenciennes (FR), Le phénix Valenciennes (FR), Kunstencentrum BUDA, Kortrijk (BE), Schouwburg Kortrijk (BE).

En 2007, Luxemburgo decidió que su programa de Capital Europea de la Cultura incluiría todo el espacio transfronterizo, denominado “Gran región”, incluyendo los espacios vecinos de Francia, Bélgica y Alemania. Cabe también poner en relieve en esa región el proyecto de reconversión industrial de la acería Völklinger Hütte, del lado alemán, cerca de Saarbrücken, que hoy en día se ha transformado en un “centro europeo para el arte y la cultura industrial” donde se puede descubrir la historia de la industria siderúrgica, visitar sus instalaciones para comprender los procesos, al mismo tiempo que éstas se han reutilizado para muestras, exposiciones, espectáculos de danza, teatro… y hacen comprender y recordar la identidad industrial de los habitantes de estas zonas, similares en ambos lados de la frontera. El reconocimiento recibido de la Unesco como Patrimonio mundial respalda el interés de este centro que ya ha festejado sus primeros veinte años en 2019.

Acería Völkingler Hütte, Alemania

Todas estas instituciones tienen un papel significativo por desarrollar, aunque su camino está todavía marcado por numerosos obstáculos que han limitado de alguna manera su potencial. Recordemos que las autoridades territoriales de la Unión Europea presentan realidades político-institucionales muy diversas, de lo cual va a depender qué actores van a participar en las negociaciones, porque las competencias administrativas no se reparten de la misma manera en los países vecinos. Evidentemente, los recursos financieros y logísticos no son tampoco similares según el nivel de la autoridad que interviene en la cooperación. Nos encontramos frente a un marco legal y administrativo complejo. Los criterios para obtener recursos de programas europeos establecen que los fondos no pueden ser utilizados para el funcionamiento de un centro cultural, sino para algunos proyectos o actividades realizadas en su marco. La diferencia de lenguas puede interferir también, aunque los responsables no citan esta barrera como la más difícil. ¡A todo esto se agregan las propias diferencias culturales administrativas que frenan la cooperación: estereotipos negativos, nacionalismo, falta de interés por el vecino e incluso la falta de una estrategia definida o con mezcla de orientaciones (defensa de la cultura regional, promoción de intercambios culturales, instrumentalización socio-cultural…), tanto de lo que se desea combatir mediante la cooperación !

Estos múltiples factores tienen un impacto en la creación de centros culturales transfronterizos, además de los propios de la generación de una institución cultural de esta índole.

En conclusión, gracias a la aparición de una solidaridad estratégica entre los lados de la frontera se efectúa el cambio de una lógica de yuxtaposición de espacios fronterizos a la del surgimiento de un territorio transfronterizo, creando comunidades de porvenir, cuya identidad se crea en complemento de la identidad local, regional y europea. Es necesario insistir en el potencial de los centros culturales transfronterizos ya que disminuyen la fragmentación del espacio social y cultural de territorios separados en otro tiempo. En un marco transfronterizo, los centros culturales resultan proyectos bastante complejos, pero el avance en su discusión y puesta en marcha da lugar ya a una experiencia de gobernanza cultural transfronteriza, lo que es muy laudable. En el estudio del desarrollo de los centros culturales, este tipo de centros en particular nos reservará seguramente sorpresas en los próximos años. Y ello a pesar de las dificultades que la pandemia de la Covid-19 ha estado generando particularmente en los espacios transfronterizos de la Unión Europea.

Exposición «Todos, sangres mezcladas» en el MAC VAL

Del 22 de abril al 03 de septiembre de 2017 se presentó en el Museo de Arte Contemporáneo de Val-de-Marne «MAC VAL» una exposición colectiva que se propuso explorar una noción tan «universal como candente»: la identidad cultural. Dedicar un artículo a esta exposición no es más que natural en la medida de que el corazón de los fundamentos de este blog se encuentra «en la fuerza de las relaciones de entrelazamientos que caracterizan nuestro mundo, desde la genética con el ADN a doble espiral hasta los procesos de migraciones y la diversidad de expresiones culturales», como señalo en la página de presentación.

La exposición se relacionó con los temas de actualidad a través de las miradas y las experiencias de artistas, alrededor de preguntas clave que agitan a nuestro mundo, como «¿Qué nos reúne? ¿Cómo se construye una cultura común a pesar de orígenes siempre diversos? ¿Qué hay al centro de la noción de identidad cultural invocada por los Estados para justificar la autoridad de sus instituciones, de sus historias, y de sus fronteras? A través del arte, cuya definición es tan relativa como la de la identidad, la exposición nos sugirió una multitud de caminos de reflexión.

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Comisarios: Julie Crenn y Frank Lamy, asistidos de Julien Blanpied y Ninon Duhamel

El arte como herramienta de análisis de lo real

En esta ocasión, alrededor de 120 obras jugaron con el visitante, como metáforas en tres dimensiones en una exposición voluntariamente antinacionalista, ‘anticomunitarista’, pro-mestizaje, pro-inmigración, de acuerdo con la presentación de sus comisarios. Entre los sesenta artistas incluidos, muchos han experimentado alguna de las formas del desarraigo: geográfica, cultural, de género o generacional.

¿Qué quiere decir ‘nosotros‘? ¿Qué significa formar parte de un grupo? ¿Cómo se reconoce uno dentro de un grupo? ¿Qué crea la diferencia y cómo esta diferencia puede crear problemas?

Sin un recorrido preestablecido o separación jerárquica o temática, las obras llamaron libremente a nuestros sentidos y pensamiento, evocando directa o sutilmente las dimensiones de las lenguas, los territorios, las fronteras, los mapas, las banderas, las escrituras, las imágenes, las familias, la Historia y sus narraciones, los estereotipos… en diversos formatos como las instalaciones, collages, vídeos, fotografías, esculturas, entre otros.

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(A partir de aquí, la redacción está al presente, ya que escribí el artículo cuando la exposición estaba montada).

Asuntos exteriores. Asuntos interiores. Ambos. Selección de algunas obras

A continuación presento, subjetivamente, algunas de las obras expuestas, con subtítulos que propongo para introducir una de las principales dimensiones aludidas por el artista. Algunas obras son generalistas, muchas otras se relacionan con ejemplos y situaciones singulares vividas por los artistas. Y por los visitantes, seguramente.

¿Los principios y valores de la Carta de las Naciones Unidas al centro de rondas de diálogo sin fin?

En preámbulo, podemos encontrar al exterior de la sala de exposición principal la obra de Chen Zhen «Mesa redonda».

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Chen Zhen (Shanghai, 1955 – París, 2000), «Round Table» (1995), Collection Centre national des arts plastiques, dépôt au Musée national d’art moderne / Centre de création industrielle, Paris.

Se conforma por 29 sillas heteróclitas provenientes de los cinco continentes y de países diferentes, empotradas en torno a una mesa circular de madera, suspendidas arriba del suelo por una estructura metálica. Al centro de la mesa, un texto en mandarín evoca los principales artículos de la Carta de las Naciones Unidas.

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La obra fue realizada en ocasión de la exposición «Diálogo de la paz» que celebró el 50° aniversario de las Naciones Unidas en Ginebra. El motivo de la mesa redonda es recurrente en la obra de Zhen y simboliza el diálogo y la voluntad de reunirse. Sin embargo, la invitación a sentarse alrededor de la mesa se vuelve rápidamente algo imposible por la disposición de las sillas. La utopía del diálogo entre los pueblos se enfrenta al obstáculo de la incomprensión. Así, en este contexto, la mesa se convierte en un símbolo de poder, de las negociaciones y de los acuerdos políticos. Al mismo tiempo, la mesa es un simple objeto cotidiano, como la que se encuentra en los restaurantes de China, lugar donde se comparte y se intercambia. La referencia a dicho país es también directa por el extracto del texto de la ONU en mandarín, como una evocación subyacente a la política autoritaria china.

El artista llegó a Francia en 1986 y creó instalaciones que asocian y confrontan objetos contemporáneos y tradicionales de las culturas china y occidental. Adepto de un ‘exilio permanente’, Zhen se definía como un «sin abrigo cultural (sans abri culturel)», es decir, «no pertenecer a nadie pero estar en posesión de todo».

Bienvenida (y/o despedida) con la paradoja del concepto relativo del ‘extranjero’

Dos accesos nos llevan a la sala principal de la exposición, pero también son indistintamente las vías de salida. En ambos encontramos sendas inscripciones del colectivo «Claire Fontaine» con la frase «Extranjeros en todas partes» escrita en tubos de neón en diferentes lenguas incluyendo el castellano. Ésta se refiere a un colectivo anarquista italiano de Turín (Stranieri Ovunque) que combatía el racismo. El colectivo Claire Fontaine utiliza esta expresión a la manera de Albert Camus que escribía «todos somos el extranjero para el otro» («on est tous l’étranger de l’autre«) declinada por otros tantos también en una enorme variedad de frases similares en discursos, entrevistas y artículos.

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Vista parcial de «Étrangers partout», 2010, del colectivo Claire Fontaine basado en París. 20 neones en 20 lenguas distintas

Para complementar el sentido de esta obra, se menciona que en el libro «El racismo explicado a mi hija» (1998), el escritor, poeta y pintor Tahar Ben Jalloun escribió:

– ¿Qué es un extranjero?

– La palabra ‘extranjero’ viene de la palabra ‘extraño’, que significa ‘fuera’, ‘exterior’. Designa a aquél que no es de la familia, que no pertenece al clan o a la tribu. Es alguien que viene de otro país, ya sea próximo o lejano, a veces de otra ciudad o de otro pueblo. De ella surgió la palabra ‘xenofobia’, que significa hostil a los extranjeros, a lo que viene del extranjero. (…) ¡No olvides! Siempre uno es el extranjero para alguien, es decir que uno siempre es percibido como alguien extraño por aquél que no es de nuestra cultura.

Desde este acceso, es patente que los puntos de vista se desplazan, se invierten, se multiplican e incluso pueden estallar cuando se busca definiciones absolutas.

Mapas celestes para travesías individuales

Las Constellations de Bouchra Khalili abaten las representaciones hegemónicas del territorio, esas mismas que determinan administrativamente la noción de « extranjero ». Los caminos de la migración toman la forma de mapas de estrellas realizados por la mano del artista, apoyándose en los relatos de personas en el exilio. Las grandes ciudades etapa corresponden a los astros, mientras que las líneas entre ellos son las travesías individuales. El fondo azul noche, las líneas y los puntos blancos ignoran los mares y las montañas, los puntos de control y las fronteras rectilíneas que separan a Sudán, Libia y Egipto o Irak y Siria. El cielo indiferente resalta la absurdidad de las delimitaciones políticas. A continuación, una de las seis constelaciones presentadas en la exposición:

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Bouchra Khalili (Casablanca, 1975). Vive y trabaja en Berlín y París. «The constellation n°8», 2011. Impresión serigráfica sobre papel BFK Rive, contracollage sobre aluminio, 62 x 42 cm. Colección Fondo municipal de la Ciudad de París

La imagen ocupa un lugar central y ofrece visibilidad a los individuos y su relación con los territorios. Mediante un cuestionamiento sobre los viajes de personas o los transportes de mercancías, sobre lo escrito, la oralidad y la traducción, sobre los discursos oficiales frente a la experiencia íntima de la Historia, el artista hace resonar las problemáticas que se dibujan alrededor de las fronteras.

Por cierto, ‘Constellations‘ es también el nombre dado a la presentación actual de las obras de la colección de la Tate Liverpool en que se destacan las relaciones entre obras pivote revolucionarias que han dejado un impacto profundo en el arte moderno y contemporáneo y otras ligadas a ellas a través del tiempo y de localidades. Nada lejos del Albert Dock donde se ubica la Tate se encuentra una escultura conmemorativa en bronce llamada ‘Legacy Sculpture‘ de Mark DeGraffenried, en que una familia joven representa a los nueve millones de emigrantes que partieron desde Liverpool hacia el ‘Nuevo Mundo’. Lo que me lleva de regreso al MAC VAL, donde una notable escultura mucho menos figurativa, menos convencional y menos nostálgica ocupa un lugar esencial de la exposición. Se trata de una obra de Karim Ghelloussi, sin título, aunque se le conoce como ‘pasajeros del silencio’.

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Karim Ghelloussi (Argenteuil, 1977). Vive y trabaja en Niza. ‘Sans-titre (passagers du silence)’, 2011-2014. 16 personajes de tamaño real, resina y mortero, dimensiones variables.

Más que preguntarnos a quiénes representan estos personajes, lo presentimos. Intuimos que transitan. Son migrantes a los que los eventos han llevado (u obligado) a partir. Sus maletas son modestas, incluso inexistentes para algunos de ellos. Han dejado todo detrás de ellos, quizás la familia, los amigos, bienes… Tras la fatiga, tras el agotamiento naciente, se adivina una fuerza a pesar de todo. Aquella de la esperanza de una mejor condición, de un mayor respeto hacia la persona humana, hacia la vida y la dignidad.

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Karim Ghelloussi. ‘Sans-titre (passagers du silence)’, 2011-2014.

Derechos básicos de circulación

Las constelaciones anteriores, que muestran travesías, y los pasajeros del silencio, pueden encontrar un eco en una obra del artista Taysir Batniji intitulada «El hombre no vive solamente de pan #2» de 2012. Acuña un artículo de la Declaración universal de los derechos del hombre y del ciudadano sobre jabones de Marsella (y en referencia clara también al consagrado jabón de Alepo, Siria).

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Taysir Batniji (Gaza, 1966). Vive y trabaja en París. «El hombre no solo vive de pan #2», 2012. Jabón de Marsella. 81 x 253,5 x 4 cm. Producción Marseille-Provence 2013, Talleres del Euro-Mediterráneo

Artículo 13

(1) Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
(2) Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Toute personne a le droit de circuler librement et de choisir sa résidence à l’intérieur d’un État. Toute personne a le droit de quitter tout pays y compris le sien et de revenir dans son pays.

En Francia, se comenta que cerca de 50.000 personas se encuentran internadas en campos de retención, y la ‘hospitalidad a los indocumentados’ es considerada un delito.

La primera versión de esta obra fue realizada en 2007 con letras de chocolate suizo. El público comió todo el artículo durante un día de la exposición. Al recurrir a materiales frágiles y alterables, Taysir Batniji aborda el tema de la libertad bajo el ángulo de la versatilidad, así como de la usurpación. Crea una tensión entre la permanencia y lo efímero; entre margen de acción y restricción.

Por otro lado, el artista portugués Marco Godinho, dejaría estampado por doquier su sello «forever inmigrant» (por siempre inmigrante). En el museo, lo realiza in situ sobre un muro – muy elocuente, dado el contexto actual de la obsesión presidencial norteamericana. El joven artista evoca el estatuto del extranjero que no se define por una pertenencia cultural y lingüística sino por un conjunto de medidas legislativas y reglamentarias que fijan las condiciones de entrada y de estancia/residencia en un país dado, en un marco de atención tensa por parte de muchos Estados que se preocupan por el dominio de los flujos migratorios. La visa y la impresión del sello son los estigmas que el artista desvía de su sentido en este caso.

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Marco Godinho (Salvaterra de Magos, Portugal, 1978). Vive y trabaja en París y Luxemburgo. En la parte superior, vista general del muro sellado con «Forever immigrant», 2017, MAC VAL

Cartografía y arbitrariedad

Bady Dalloul nos confronta en su vídeo (2016) y su tríptico compuesto de mapas, collages, dibujos y escritura sobre tela (2015) al aspecto arbitrario y maquiavélico de la definición de las fronteras. « Discussion Between Gentlemen » se refiere a un hecho histórico cuyas consecuencias han sido devastadoras hasta hoy en día: dos pares de manos trazan « zonas » en un mapa del Medio Oriente en 1920, con la ayuda de una regla, de una goma y lápices de colores que delimitan « territorios ».

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Esta discusión silenciosa entre caballeros se refiere a los Acuerdos Sykes-Picot (1916), negociados en secreto entre Francia y el Reino-Unido bajo la autorización de la Sociedad de Naciones, con trasfondo del descubrimiento de enormes reservas de petróleo en la región y la búsqueda de protección al acceso del Canal de Suez (abierto en 1869 gracias a fondos británicos y franceses). Todo ello incluso cuando se había hecho una promesa de apoyar la creación de un Estado árabe unificado.

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Body Dalloul (París, 1986). «Discussion Between Gentleman», 2015.

Incluir a Mona Hatoum es ineludible, no solo por haber realizado una residencia en el propio MAC VAL, sino por su notable obra cuya retrospectiva en el Centro Georges Pompidou en 2015 ha sido un hito. Está presente en la exposición con una tela de terciopelo en que está plasmada una proyección de Peters del mapamundi. Esta representación no occidental y antiimperialista del mundo muestra los diferentes continentes según sus proporciones reales. El uso del terciopelo se relaciona con el espacio doméstico, confortable y protector, en contraste con la imagen casi fantasmagórica y enigmática del mundo en que es difícil situarse.

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Mona Hatoum (Beirut, 1952), «Projection (velvet)», 2013. Terciopelo de seda y barra de acero, 97 x 162 cm.

Mona Hatoum nació en 1952 en Beirut, Líbano; es hija de palestinos desplazados después de la creación del Estado de Israel en 1948. Por ello considera que sufrió de un primer exilio incluso antes de su nacimiento. Creció sintiendo la cólera resultante del exilio por parte de sus padres. En 1975 conoció un segundo exilio: mientras que se encontraba de viaje en Londres, el contexto de la guerra civil en el Líbano la obligó a mantener su estancia ahí. Actualmente vive y trabaja en Londres y en Berlín. Cabe destacar que la artista considera su propio cuerpo como un territorio de investigación y una herramienta plástica. Explora el sentimiento de pertenencia: una cultura, una nación, un hogar, un cuerpo, una familia, una comunidad. Puedo complementar la obra presentada en el MAC VAL con otros ejemplos presentados en el Centro Pompidou:

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Mona Hatoum, algunas de las 100 obras presentadas en su primer gran monografía en el Centro Georges Pompidou, París, 2015.

La imposibilidad de regresar a su domicilio, como ha sido el caso desafortunado de tantas personas y familias, permite una transición de la creación de Mona Hatoum hacia otra obra de Taysir Batniji, sin título, un manojo de llaves de vidrio. Por restricciones políticas, el regreso a Gaza es imposible para el artista a partir de 2006. Las llaves de vidrio son la copia de lo único que conserva de su taller hoy inaccesible. Bellas, frágiles, inútiles. Se refleja el estado de «entre-deux«, situación a caballo entre otras, transitoria, compartida por numerosos individuos en el contexto palestino actual.

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Taysir Batniji (Gaza, 1966). Vive y trabaja en París. «Sans titre», 2014. Manojo de llaves de vidrio, escala 1/1

El tema de la narración y de los relatos personales y grupales

Por lo general, la versión de los cazadores (y no la de los conejos) es la que se escribe, se transmite y se glorifica. Los mexicanos lo sabemos, a través de un contra-ejemplo, la crónica de Miguel León Portilla «Visión de los vencidos» sobre la conquista española. En la exposición, parte la historia mexicana también es aludida. Con su vídeo «Álamo», Sylvie Blocher confronta cuatro versiones de un mismo evento histórico: el sitio del Fuerte de Álamo, Texas, en 1836. Éste es un lugar de conmemoración de la revolución de los colonos por la independencia de Texas, en ese entonces territorio mexicano. Cuando éstos reclamaron su autonomía con respecto a México – que había abolido la esclavitud en 1829 – recibieron una ayuda armada de los Estados Unidos. La guarnición del Fuerte Álamo fue aniquilada en marzo de 1836 por las tropas del dictador mexicano López de Santa Anna. A pesar de ello, la República de Texas proclamó su independencia en abril de ese año.

La artista filma de la misma manera (escenario, postura, enfoque) a cuatro perfiles, un poco tal arquetipos, pero sin caer en una caricatura: un hombre ‘anglo’, una mujer ‘latina’, una mujer ‘afro’ y un hombre ‘nativo’. Mientras que el WASP, guía de museo, recita con romanticismo patriótico una versión aprobada por las instituciones, las miles de víctimas y la memoria mexicana aparecen en la versión de la segunda participante. La tercera, comenta los crímenes racistas perpetrados por la ideología de los WASP que reintrodujeron la esclavitud en el contexto de la independencia texana y sus consecuencias, y al final, la cuarta secuencia cuenta la exterminación de los amerindios y de su cultura en voz del último jefe de la tribu Auteca Paguame. Así, la confrontación de diversas voces sobre este evento clave de la construcción de los Estados Unidos puede participar en la deconstrucción de una mitología nacional única y reductora.

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Sylvie Blocher (France, 1953). Vive y trabaja en Saint-Denis «Álamo», 2014 Instalación vídeo colo, sonido, 16’9″ En esta ilustración, la versión 3 con Kitty A. Williams y la versión 4 con Ramón Vásquez y Sánchez

Historia, geografía y colonialismo

Podemos destacar otras obras en las que la amnesia y la hipocresía son enfrentados a la memoria (y el deber de la memoria), a los archivos, a la difícil o imposible reparación…

Entre ellos, un par de fotografías de Sammy Baloji, quien explora su propia historia y la de su país, la República Democrática de Congo – que ha cambiado cinco veces de nombre en un siglo –  y de su región, Katanga, codiciada por sus recursos mineros. En el marco de una misión que lo llevó a fotografiar la arquitectura colonial y los sitios industriales de Lubumbashi, accede a fondos privados de archivos fotográficos de empresas mineras, con fotos nunca antes difundidas o estudiadas. De este encuentro nació la serie de collages ‘Memoria’ (Mémoire) de 2004-2006. Incrusta retratos de indígenas y de colonos tomados de las antiguas fotografías en blanco y negro a fotografías contemporáneas en color de las minas y terriles abandonados.

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Sammy Baloji (Lubumbashi, 1978). Vive y trabaja a Lubumbashi y Bruselas. ‘Untitled #7, de la série Mémoire’, 2006 Fotografía digital sobre papel mate satinado, 60 x 191 cm.

Estos collages cuestionan el rol de la memoria mediante la actualización de hechos que pertenecen tanto a su presente como a su pasado. Evoca la explotación durante la colonización belga (1885-1960); aquella después de la independencia por parte del Estado central de Kinshasa; y actualmente, la ejercida por empresas y bandas armadas rivales, frecuentemente extranjeras.

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Sammy Baloji. ‘Untitled #21, de la série Mémoire’, 2006 Fotografía digital sobre papel mate satinado, 60 x 163 cm.

Sube y baja constante de las relaciones entre imperios y colonias

En un plano dinámico, a través de una instalación juguetona de un balancín y dos personajes vestidos de colores y cabezas de globo terráqueo, Yinka Shonibare MBE está presente con «End of Empire» de 2016.

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Yinka Shonibare MBE (Londres, 1962). Vive y trabaja en Londres. ‘End of Empire’, 2016. Instalación, maniquís en fibra de vidrio, wax en algodón, metal, madera, motor, globos y cuero. 296 x 510 x 99 cm

La construcción de la identidad y de las relaciones ambivalentes entre África y Europa están al centro del trabajo de la artista británica de origen nigeriano, quien acompaña su nombre de las siglas MBE (Member of the British Empire – miembro del Imperio Británico). Nos sorprende de diversas maneras. Por ejemplo, su tela de predilección es el ‘wax‘; inicialmente era una tela de algodón con motivos indonesios, fabricada en Holanda, vendida en África del Oeste en el siglo XIX. Durante la descolonización, los africanos se la apropian para reivindicar y celebrar su identidad frente a los europeos. Considerada como auténticamente africana, la tela es en realidad el resultado de un mestizaje cultural y de la historia colonial.

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Yinka Shonibare MBE. ‘End of Empire’, 2016. Vista de uno de los personajes con ropa de tela ‘wax’

Esta instalación fue creada para la celebración del centenario de la Primera Guerra Mundial. Los dos personajes están vestidos con trajes victorianos de tela wax. Sus cabezas, globos terráqueos, ilustran la situación geopolítica de las alianzas europeas en 1917. De esta manera, recuerda la implicación de las colonias en este conflicto. La oscilación del balancín traduce las relaciones de fuerza entre los dos campos.

Genotipos, fenotipos, estereotipos…

Seguramente muchos hemos visto circular en las redes sociales un enlace que lleva a un sitio que «analiza» la fotografía de perfil de la persona y por un logaritmo mágico determina en un clic las raíces ocultas del origen de la persona expresado en porcentajes de procedencia… perfectamente discutible en lectura literal y sin gracia realmente en segundo grado. En fin, esta introducción me remite a un proyecto expuesto de la artista Nina Esber intitulado «Arlésienne» de 2005. Se trata de un autorretrato fotográfico con 49 imágenes, a la vez fragmentado y plural ya que las imágenes la presentan de distintas formas. En cada foto, al pie aparece una pregunta inscrita en caracteres rojos, por ejemplo: ¿argelina? ¿libanesa? ¿portuguesa?… 49 preguntas que pueden resumirse en un ¿de dónde viene?

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Nina Esbar (Beirut, 1971). Vive y trabaja en París y Beirut. ‘Arlésienne’, 2005. Vista parcial de la serie de 49 fotografías en autorretrato, 15 x 21 cm

Nina Esber retoma voluntariamente los códigos de la fotografía de identidad. La multiplica según los orígenes hipotéticos que la gente le comenta cotidianamente. A la figura de ‘extranjera’, la artista prefiere una ficticia «Arlésienne» (de Arles), invisible, fantasmagórica. La artista rechaza las designaciones y los estereotipos, reivindicando su derecho a la indeterminación y a la invisibilidad.

Por su parte, Malik Nejmi está representado por tres fotografías de jóvenes francesas de origen laosiano que llevan los trajes tradicionales del Pi Maï, la fiesta de año nuevo. Estas jóvenes tienen un papel importante en la celebración porque bailan danzas tradicionales para toda su comunidad. El efecto es que los retratos condensan aparentes oposiciones: maquillajes y expresiones del siglo XXI frente a peinados y vestuario tradicional del pasado. El artista comenta que las jóvenes pasan con naturalidad ‘de una identidad a la otra’, rompiendo así con los cánones de la ‘identidad nacional’.

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Malik Nejmi (Orleans, 1973). Vive y trabaja en Orleans. ‘Aune’, ‘Alice’ y ‘Chinayz’, ‘Orléans de la série Pi MAÏ’, 2010. 110 x 110 cm cada una

Por otro lado, el ya citado Karim Ghelloussi se interesa por el espacio mediático, para examinar nuestras relaciones con respecto a las imágenes y sus incidencias en el imaginario colectivo. Trabaja con aquellas que son sintomáticas de un evento o de un contexto político específico; que van a obtener un estatuto de icono. El artista las trata mediante un proceso que diríamos de digestión y de transposición. Se apropia la técnica tradicional de la marquetería o parcha los retratos oficiales u oficiosos de dirigentes políticos europeos como Marco Draghi, Jean-Claude Junker, Christine Lagarde o incluso Jean-Marie Le Pen. No son seleccionados al azar: el artista subraya sus responsabilidades frente a la Historia y los problemas económicos y políticos. Las imágenes, constituidas de  virutas de madera, resultan de bricolaje, de una reconstitución voluntariamente torpe que participa a una reflexión crítica hacia las actrices y los actores del poder.

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Arriba, la foto de la Presidenta del FMI, Christine Lagarde, en Douala durante la gira en África en enero de 2016. Abajo, la obra de Karim Ghelloussi (Argenteuil, 1977). «Sin título», 2016. Marquetería, Virutas de madera, 188 x 241 x 5 cm.

Fragmentación y dislocación de los órdenes estéticos establecidos

Continuando con el tema de los fragmentos, Jimmie Durham, artista de origen cheroqui, se ha afirmado como militante de la causa india y de los derechos cívicos. Su producción artística traduce una investigación sobre la identidad, llevada por una crítica del imperialismo y la segregación. En sus obras, de tono subversivo, da sentido a los objetos rotos, abandonados o relegados. Así, en Aphrodite Unchained de 2014, una cabeza de Afrodita – referencia a las raíces antiguas de la civilización occidental – es la piedra que rompe un vaso de estilo siglo XVIII, objeto representativo del «siglo de las luces» durante el que el hombre blanco redactó la Declaración de los derechos humanos y del ciudadano, al mismo tiempo que continuaba la práctica de la trata de esclavos.

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Jimmie Durham (Arkansas, 1940). Vive y trabaja en Europa. ‘Aphrodite Unchained’, 2014. Mármol, resina, cerámica, dimensiones variables

La obra denuncia las condiciones que hicieron posible la exclusión y la esclavización de un pueblo por otro pueblo. Estos gestos de destrucción recurrentes en la obra de Durham mezclan violencia y humor; son liberadores: el artista pone en tela de juicio todo orden estético establecido.

Diálogos y participación

En la exposición, no hay conclusiones – tan complejo y rico es lo relacionado a la identidad cultural. Más allá de la visita y la interesante co-construcción de sentidos que han fomentado los comisarios, hay tres elementos más que resaltar: la mediación constante con el público, las visitas guiadas incluyendo la lengua de signos, y las instancias de diálogo con el público – como durante los fines de semana. A este efecto se encuentra un ágora en el espacio de la sala de exposición, donde una serie de debates y presentaciones se ha realizado en un ciclo los domingos. Por ejemplo, la tertulia intitulada «Dioramas» en la que Jessica Paez, la responsable de programación de la Haus Der Kulturen Der Welt de Berlín, propuso una visita y una discusión alrededor de la descontextualización de una imagen o de un objeto de arte de parte de una institución museística, del movimiento de descolonización de la cultura, del papel de las imágenes en la construcción de la historia y de la cultura nacional.

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Colectivo Présence Panchounette (activo de 1968 a 1990). Bateke (Walkman), 1985. Escultura en madera patinada, valijas de cartón, walkman, 158 x 80 x 55 cm. Colección MAC VAL

Como un intento de conclusión, vale la pena recordar que los comisarios manifestaron su rechazo a proponer un mensaje bien-pensante, naïf o utópico; la exposición se aventuró al enfrentamiento de la Historia oficial, de sus relatos, de sus olvidos, de sus traducciones, para aprehender la situación actual y tratar de comprender el regreso al deseo colectivo de repliegue, de defensa de una identidad que se habría vuelto nacional. A las tentaciones comunitaristas, lo universalista, la atmósfera culpante y los valores peligrosamente moralistas, los comisarios prefieren el diálogo, el mestizaje, los frotes, la prospección, las diferencias y los cruces. Recuerdan al filósofo Achille Mbembe que dice que « todos somos pasantes », ya sea individuos o grupos, en movimiento. Junto con los comisarios, podemos decir que la identidad cultural es una construcción, un concepto que se performa (ejecuta/actúa); se transforma a lo largo de las experiencias, es cambiante, fluctuante, movediza, porosa, criolla. Todos somos pasantes, migrantes, mestizos, híbridos, extranjeros, construcciones, seres en relación… «Todos, de sangres mezcladas».

Con la gran diversidad de la colección de este museo y en colaboración con otros, nuevas exposiciones temporales seguirán enriqueciendo esta reflexión evolutiva, consolidando el trabajo notable de la institución y sus comisarios. En las líneas siguientes me detengo un momento para una breve descripción del proyecto del Museo de Arte Contemporáneo de Val-de-Marne.

El MAC VAL

El MAC VAL es el primer museo exclusivamente dedicado a la escena artística francesa a nivel de un Departamento, el ‘Val-de-Marne’ (administración territorial intermedia entre el municipio y la región), a partir de una idea incubada desde los años 1950. Inaugurado en 2005, se encuentra en la periferia sudeste de París, en el municipio de Vitry-sur-Seine, caracterizado por su gran diversidad de habitantes. El proyecto del museo se desarrolló a partir de la creación del Fondo Departamental de Arte Contemporáneo en 1982, basándose en la convicción de que el apoyo a la creación artística, volcada de manera determinada hacia los públicos, concurre al crecimiento personal, al conocimiento del otro, al respeto mutuo y a la cohesión social. Se trata de una visión humanista de la cultura que se ilustra a través de las misiones del museo, con las más de 2.500 obras que componen la colección. Entre ellas, obras de artistas ineludibles como Christian Boltanski, Bruno Perramant, Claude Closky, Gina Pane, Annette Messager, Pierre Huyghe… y artistas emergentes – confirmando la voluntad del museo de estar lo más cerca posible de la creación actual, de ser experimental e innovador.

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Vista exterior del MAC VAL © Rafael Mandujano

Importantes residencias artísticas han sido fomentadas en su marco, entre ellas la de la artista plástica anteriormente mencionada, Mona Hatoum, en 2009, que culminó con una obra intitulada «Suspendu«.

En armonía con la presentación de su colección, tres o cuatro exposiciones temporales se organizan anualmente. Monográficas o colectivas, éstas toman la forma de una invitación y un encuentro con un artista; son una prolongación de la colección y dan lugar a la posibilidad de ir más lejos en el descubrimiento del arte contemporáneo. Por ejemplo, otro de los ejes de su trabajo trata de las fronteras de los géneros, en particular el de la masculinidad en 2015.

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Los lazos con los temas sociales y de actualidad en las exposiciones temporales han estado siempre presentes, como cuando abordaron las relaciones entre el arte y la economía; el ciclo llamado «Zona de productividad concertada»; la exposición Stardust sobre cómo el artista se posiciona en el cosmos; la emoción con la exposición onírica «Llévame» (Emporte-moi), entre otras.

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MAC VAL. Una de las salas de exposición.

Si desarticuláramos al bello recinto del MAC VAL, con sus generosos y luminosos espacios, de su diverso entorno cosmopolita y de los temas de enfoque definidos para su misión – que vinculan el arte contemporáneo con la complejidad del mundo actual –  como si lo desplazáramos a los barrios reproductibles y artificiales en desarrollo en múltiples territorios (como Dubai o Abu Dhabi), encontraríamos solamente un islote desconectado y un laboratorio de artificialidad de más. El MAC VAL en cambio, además de su innegable estética arquitectónica, me parece que sabe vincularse de manera sincera y comprometida con su espacio circundante. Prueba de ello, el porcentaje largamente mayoritario de habitantes de su proximidad (municipios, Departamento) en las estadísticas de visitantes. Una situación alentadora en cuanto a democratización cultural, con perspectivas aún para ir más lejos. Seguiré con atención su programa después del cierre de esta exposición.

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48 horas @ «Un été au Havre 2017»

De mayo a noviembre, un interesante programa cultural está siendo la ocasión de conocer o redescubrir Le Havre de manera audaz y abierta a la diversidad.

Continuando con el tema de mi artículo anterior «¡Le Havre festeja sus 500 años de historia insólita!«, en las siguientes líneas describiré diversos aspectos de «Un été au Havre 2017» que tuve el gusto de apreciar con un par de amigos, de manera independiente, durante prácticamente dos días (14-15 de julio). No se trata de un recuento exhaustivo, más bien de una fotografía personal, por tanto parcial, sobre esta experiencia, complementándola y contrastándola con otros eventos culturales similares.

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No es la primera vez que voy a Le Havre, ciudad-puerto normanda patrimonio mundial de la humanidad. En realidad, ya había hecho dos veces una breve escala anteriormente: en una descubrí el Museo de arte moderno – André Malraux así como Sainte-Adresse, una agradable área balnearia colindante; en otra visité esencialmente su moderno puerto, en un paseo en barco. Sin embargo, se trató en ambas visitas de una estancia puntual, con ganas de cruzar rápidamente el Puente de Normandía e ir a la otra margen del estuario, hacia Honfleur o Trouville. Ahora en cambio estaban reunidos todos los ingredientes para atraer específicamente nuestro interés por visitarla e incluso pernoctar ahí aprovechando el día feriado del 14 de julio.

Como se puede ver en la siguiente foto, el festejo nacional era evidente gracias al despliegue de banderas en la fachada del Ayuntamiento, edificio emblemático del proyecto de reconstrucción del arquitecto Auguste Perret que he descrito en el artículo anterior.

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14/07/2017 Ayuntamiento de Le Havre Foto: © Rafael Mandujano

Un programa cultural ecléctico que pone en relieve la arquitectura, el espacio público y lo marítimo en todas sus facetas

Ideado por Jean Blaise, reconocido director artístico de festivales y sobre todo por el proyecto del centro cultural Lieu Unique de la ciudad de Nantes, el programa veraniego de Le Havre incluye durante cinco meses 16 obras, 16 eventos, 20 artistas, 26 lugares…  

Jean Blaise no deseaba algo nostálgico para festejar el origen de este lugar. Su ambición ha sido generar, a partir de la visión de diversos artistas, un proyecto cultural ligado al territorio, además de acompañar una campaña de (re)valoración de su imagen como destino empresarial y de turismo urbano. De hecho, se espera dos millones de turistas este año. Han considerado para ello un presupuesto de 20 millones de euros.

Comunicación, comunicación, comunicación

Al menos en París, los colores de la campaña de comunicación resaltan por todas partes: estaciones de metro, en calles como la 4 septembre, en plazas como la de la Bourse y en la estación de trenes de Saint-Lazareen los medios también, incluyendo Métropolis, 28 minutes del canal Arte o en anuncios y artículos en revistas culturales de amplia difusión como Connaissance des arts o Télérama… una cobertura sin común medida con respecto a otros programas culturales de envergadura. Incluso creo que ha podido llegar a poner en dificultades a la ciudad de Nantes, precursora de este tipo de programas de verano desde 2012 con ‘Le voyage à Nantes‘ (concebido también por Jean Blaise) y ello a pesar de la difusión actual de anuncios en las salas de cine MK2 por ejemplo. Como mencionaba en la introducción, «Un été au Havre» no está pasando desapercibido.

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Uno de los carteles publicitarios del programa presentes en las estaciones de metro parisino. Foto: ©Daniel Gosset

Localmente, el diseño gráfico del programa nos acompaña casi por todas partes, desde la llegada a la estación de tren hasta las vitrinas de los variados comercios que han claramente adoptado el programa.

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De arriba a la izq. y siguiendo las manecillas del reloj: Pegatina en la vitrina de un hotel afiliado a «Les ambassadeurs du commerce»; cartel monumental en la estación de tren; otro estilo de cartel en una vitrina; cartel en el MuMA; automóvil de la campaña. Fotos: © Rafael Mandujano

Veamos a continuación uno de los elementos destacados del programa que tuvimos la ocasión de experimentar:

Arte en el espacio público

Se trata de uno de los puntos esenciales del programa. Le Havre está en plena mutación y se ha deseado que los artistas la ayuden activamente en la transformación: artistas plásticos, diseñadores, directores teatrales, novelistas…

Dejando poco lugar a la improvisación o a la flânerie propiamente dicha, la guía de visita señala cuatro recorridos en la ciudad que parten del centro cultural Le Volcan – Espace Oscar Niemeyer, notable obra del arquitecto brasileño, que para esta ocasión alberga un espacio específico de información sobre las actividades del programa y una tienda con diversos libros y toda la gama imaginable de memorabilia sobre la ciudad, su historia y el programa cultural.

Los recorridos se intitulan:

  1. La ciudad Perret
  2. Hacia el puerto
  3. Las escaleras (urbanas)
  4. Las dársenas

Adicionalmente, se creó una aplicación de telefonía móvil para facilitar y enriquecer la visita.

Itinéraires et application

A través de los recorridos, se insiste en la experimentación de su topografía, siguiendo los pasos de Perret, de Niemeyer, de Monet y los impresionistas, de Dufy, de Pierre et Gilles… para facilitar su reinterpretación, y como expresa el propio Jean Blaise,  «revelarla a Europa y a ella misma probablemente (…) una ciudad llena de imágenes extrañas (…) ciudad fotogénica (…)» donde el tema de la luz «se ha vuelto un cliché». En resumen, para él, se trata de «comprenderla, apreciarla, ponerla en escena, detectar a aquellos que le inoculan su energía y su talento, ser con ellos audaz, al mismo tiempo justo, hacer que brote su extrañeza y su poesía evidente«.

Muchos de los visitantes usan la guía y la aplicación por lo que he podido ver. Así, es fácil distinguir(nos), además de a través de los otros indicadores usuales como son la cámara fotográfica y un cierto look (el de su deseado turista urbano).

Sería muy largo detallar cada recorrido en este artículo; en la práctica, fuimos un tanto indisciplinados, y los mezclamos. En cualquier caso, me han impactado en especial las siguientes esculturas e instalaciones artísticas:

Cadena de contenedores – Escultura monumental de Vincent Ganivet

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Vista desde la Rue de Paris. La escultura es prácticamente el emblema del programa. Foto: © Rafael Mandujano

Es la formidable «Catène de containers» en versión francesa, localizada en el Quai de Southampton, y que sin lugar a dudas se ha convertido ya en uno de los remates visuales más espectaculares del mundo. El artista plástico y escultor francés Vincent Ganivet ideó sus dos arcos de contenedores que parecen formar parte de un juego de Lego para gigantes, con 13 m. de alto, 36 contenedores y un peso de más de 232 toneladas. ¡Sin mencionar las 350 toneladas de hormigón para los cimientos! Requirió una colaboración de ingeniería sofisticada para el diseño de su armazón – que pasa casi desapercibida – y también de una participación técnica/artesanal, por ejemplo para aplicar los colores como el rojo, el amarillo, el rosa o el naranja que han necesitado capas adicionales de pintura para tener tal efecto visual. El artista menciona una inspiración de parte de Gaudí en sus obras. La ubicación estratégica permite también observar en perspectiva la ida y venida de los más grandes navíos y los ferries. Es un must de los adeptos del selfie y un bello emblema temporal de la ciudad.

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Contaste de los arcos de colores con la arquitectura de reconstrucción de Perret. Foto: ©Rafael Mandujano

Instalación UP#3 – escultura de Sabina Lang y Daniel Baumann

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UP#3 – 2017 Foto: ©Rafael Mandujano

Jugando con la perspectiva de la Porte Océane, los artistas Sabina Lang y Daniel Baumann han colocado sobre la playa una estructura blanca en el eje visual de los edificios y de las avenidas colindantes. La escultura emerge sobre los guijarros como un gran pórtico. Monumental y elegante, de un blanco brillante, parece encontrar el equilibrio entre lo usual y lo descabellado, como un ovni, funcional y a la vez construcción de lo absurdo. Sus creadores nos dejan la interrogación…  ¿escultura?¿arquitectura? En todo caso, su belleza no se presta a largas discusiones.

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UP#3 – 2017 Foto: ©Rafael Mandujano

Instalación «Colores en la playa» – Proyecto de Karel Martens

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Instalación «Couleurs sur la plage». Fotos: ©Rafael Mandujano

Las cabinas de la playa de Le Havre son un símbolo de la ciudad balnearia y en general siempre han sido blancas. Así que al artista gráfico Karel Martens, especializado en tipografía e ilustración, se le ocurrió proponer a los propietarios de las 713 cabinas que se pintaran con bandas de colores, siguiendo un protocolo gráfico originado a partir de los documentos de fundación de Le Havre y mediante el uso de un programa informático. Algunas se mantienen blancas voluntariamente. Aunque al principio hubo cierta reticencia – incluyendo la del entonces alcalde Édouard Philippe – el resultado ha sido acogido con gusto y a primera vista parece algo que siempre ha sido así. De modo que, a mi parecer, tal sofisticación pasa desapercibida y me cuestiona. Independientemente de ello, merece la pena comentar que algunas de estas cabinas han sido muy equipadas por sus propietarios, mientras que otras simplemente almacenan sillas y camastros. Todas tienen la ventaja de proteger del viento del Atlántico, que soplaba fuerte al momento de la visita.

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Panorama hacia la ciudad, con la torre octogonal de la Iglesia Saint-Joseph y las cabinas de playa con la instalación «Couleurs sur la plage». Foto: ©Rafael Mandujano

Iglesia Saint-Joseph – Instalación «Acumulación de poder»

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Detalle de la instalación de Chiharu Shiota. Foto: ©Rafael Mandujano

Como mencioné en el artículo interior, la iglesia Saint-Joseph es considerada como un monumento a la memoria de las víctimas de los bombardeos y como la obra mayor del arquitecto Perret (asistido por Raymond Audigier y Georges Brochard). Actualmente en su interior flota una extraordinaria voluta – adorno en forma de espiral – de 25 m. de alto, de lana roja, que parece ser aspirada por la torre octogonal cuya cúspide se eleva a 107 m.  Se trata de la obra de la artista japonesa Chiharu Shiota y de su equipo.

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«Acumulación de poder», instalación de Chiharu Shiota. Foto: ©Rafael Mandujano

Es apropiado resaltar esta obra en un blog cuyo nombre subraya los entrelazamientos (interlacements); de hecho, la artista nipona señala que utiliza los hilos de lana como medio de exploración de las relaciones entre los seres humanos y su sentimiento de pertenencia.  Chiharu Shiota representó a su país en la 56a Bienal de Venecia y su obra se expone alrededor del mundo.

He visto un vídeo con respecto a su preparación: sorprendió el tamaño final de la instalación. Incluso he pensado que merece mucho la pena tratar de regresar después para contemplar el interior sin la instalación, porque se percibe parcialmente el interior de la torre que debe de ser en sí impresionante.

«El templo de los 5000 deseos» – Instalación del dúo «La BaZooKa»

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La instalación y la experiencia propuesta a los visitantes me pareció entretenida, un rato para jugar simplemente y un pretexto para dar un corto paseo en barca. Los artistas de La BaZooKa relacionaron el jardín japonés tradicional privado que celebra el hermanamiento de Le Havre y Osaka, con la práctica japonesa de escribir deseos y colgarlos (en árboles por ejemplo) y con la de los rituales y sus etapas codificadas.

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La isla artificial con el templo rojo de la instalación «El templo de los 5000 deseos». Foto: © Rafael Mandujano

Así, entre otras cosas, se propone escribir un deseo personal para los 500 años siguientes, introducirlo en una cápsula de color brillante y colocarlo donde uno desee en la isla artificial creada para la ocasión, en la que también hay al centro un poliedro rojo cuya forma se inspira del tsukubai del propio jardín japonés. El poliedro es como un pequeño templo cuyo interior se visita, pero no desvelaré aquí la sorpresa que resguarda su interior.

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El Tsukubai del jardín japonés de Le Havre; las cápsulas multicolores para los deseos; la isla artificial con el templo rojo. Foto: ©Rafael Mandujano

Otras instalaciones notables

La lista podría continuar con los siguientes ejemplos:

  • Venus y Marte – Instalación de Félicie d’Estienne d’Orves

A observar durante la noche: las dos chimeneas de la central térmica de la compañía EDF se iluminan a intervalos variables gracias a 476 LEDS, en función de la velocidad de la luz y las distancias entre la Tierra con respecto a los dos planetas mencionados, que no dejan de recordar a un célebre libro. ¡Todo calculado con el apoyo de un astrofísico!

En el Port Center de Le Havre, la creadora de paisajes sonoros, Charlotte Roux, asocia a su música electrónica, diversas grabaciones de habitantes realizadas en la ciudad:  dockers, profesores, boxeadores…

  • Impact – Instalación perenne de Stéphane Thidet 

En la Dársena del Comercio, dos poliedros de acero inoxidable separados de 60 m.  emergen progresivamente de la superficie del agua en función de las mareas. De ellos surgen dos potentes chorros intermites, uno contra otro, generando una gran nube de gotas, llena de energía, propuesta como metáfora, un «encuentro fuerte y frágil a la vez, siempre en movimiento».

Eventos y exposiciones

Los grandes eventos públicos del programa no tenían lugar durante nuestra estancia. Por un lado, la apertura fue festejada con un desfile popular intitulado «Magnifik Parade» el 27 de mayo. El siguiente gran momento tuvo lugar el fin de semana del 7 al 9 de julio con el espectáculo de la compañía Royal de Luxe llamado «Franciscopolis» que atrajo multitudes. Se trató de la continuación de varias presentaciones de gigantes animados que iniciaron en 1993. Las fotos del evento son grandiosas. Al final del programa, el 8 de octubre se festejará en grande la fecha de la creación de la ciudad (en cambio, la creación del puerto fue decretada el 7 de febrero de 1517).

Sin embargo, en complemento del programa, algo que pudimos notar fue la gran atracción popular que suscitan los fuegos artificiales del 14 de julio, más allá del concierto que les precedió. Por el número de automóviles – y el embotellamiento generalizado resultante – se puede deducir que muchas familias y amigos acuden de toda la región circundante.

La exposición Clair-obscur de Pierre et Gilles en el MuMA

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Le Havre es la «Nueva York» de la infancia de Gilles Blanchard, integrante de la célebre pareja de artistas «Pierre et Gilles«, cuya exposición «Clair obscur» en el Museo de arte moderno «André Malraux» está batiendo récords de visitantes. Inaugurada por el actual primer ministro francés, Édouard Philippe, la exposición retrospectiva organizada en colaboración con el Museo de Ixelles de Bruselas presenta más de 80 obras que datan desde el final de los años 1970 hasta hoy en día. Algunas obras se presentan en una línea de cabinas blancas, como las de la playa de la ciudad. También hay obras de la colección del MuMA que los artistas han seleccionado porque les han inspirado de alguna manera; una presentación de recuerdos personales que los vinculan con Le Havre (portadas de revistas, fotos, discos, objetos, figuritas…); un vídeo en que los artistas explican esta relación, entre otros. Así, la diversidad sexual presentada en esta exposición llega sin duda también a nuevos públicos.

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Una de las cabinas de la exposición Clair-obscur de «Pierre et Gilles» en el MuMA. Foto: © Rafael Mandujano

Posteriormente, una vez concluida esta interesante y sorprendente exposición, el MuMA va a marcar seguramente un nuevo hito con la exposición «Impression(s), Soleil» que contará con el préstamo excepcional de la obra clave en la historia del arte «Impression, soleil levant» de Claude Monet, pintado en Le Havre en 1872, hoy en la colección del Museo Mamottan Monet de París.

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En otros lugares de Le Havre se presentan exposiciones atractivas, como «Ser mecenas en los albores del Renacimiento«; «Ciudades flotantes» sobre la historia de los buques transatlánticos que tenían a Le Havre como puerto; la «Smart Factory» que interroga la relación del arte con la tecnología en «Le Tétris» (centro cultural multidisciplinar y residencia de artistas)… entre otras; la oferta es diversa, interesante y atractiva para diferentes públicos.

48 horas que pasaron en un abrir y cerrar de ojos

Durante nuestra estancia, también dedicamos un tiempo bastante considerable a la visita del conjunto urbano reconstruido según los planes del arquitecto Auguste Perret, del apartamento modelo y del Espacio Oscar Niemeyer (aspectos descritos en detalle en el artículo precedente). Visitamos Sainte-Adresse, los jardines suspendidos con su espléndida vista panorámica de la ciudad, del puerto y la desembocadura del río Sena y realizamos un recorrido botánico al mismo tiempo que podíamos escuchar un concierto dado en el conjunto de esa antigua fortaleza militar. Contamos con la suerte de un tiempo espléndido en esos momentos.

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Para concluir esta reseña sobre dos días en Le Havre en el marco de los festejos de sus 500 años y de su primer programa de verano cultural, incluyo algunos puntos adicionales, positivos y negativos, con respecto a nuestra experiencia.

Los +

  • un serio esfuerzo de mediación, con personas de diversas personalidades y edades, amables y comunicativas en cada uno de nuestros contactos;
  • puntos de información distribuidos en lugares ideales (un buen indicio de su pertinencia: la fila que se formó a la llegada de nuestro tren en el punto de información);
  • el punto de vista del programa que considera la ecología – se invita a reciclar los folletos (dejándolos en lugares prácticos para que otros visitantes los usen, por ejemplo);
  • no visto pero interesante: las visitas teatralizadas al apartamento modelo y las visitas que incorporan aspectos intangibles a la experiencia (las reservaciones estaban completas)

Los –

  • la capacidad hotelera (¿aparentemente?) limitada: por ejemplo, a pesar de nuestra anticipación para reservar, no quedaban muchas opciones. Incluso durante nuestro check-in, la recepcionista respondió a una llamada indicando que «todo Le Havre estaba lleno durante el fin de semana». Éste puede ser un aspecto estructural limitante del proyecto. Pero si se ampliase la oferta, ¿hasta que punto sería sustentable?
  • los horarios de la mayoría de los restaurantes brillan por su inflexibilidad – es decir, son muy estrictos y limitados, incluso en un día popular como el sábado. Dadas las cifras de visitantes previstos, nos cuestionamos si los restaurantes fueron suficientemente contactados y convencidos de la afluencia esperada. Después de buscar alguna opción en el área del MuMA y del centro reconstruido a eso de las 14:30, prácticamente no encontramos más que la opción de una crepería – correcta eso sí – pero no éramos los únicos en esta situación; una cierta solidaridad entre ‘turistas urbanos’ se estableció puesto que era evidente que buscábamos alguna solución. Si esto se supiera de antemano o si alguna brasserie cambiara su actitud (puesto que las respuestas de los restaurantes eran incluso desagradables), este punto no constaría aquí. Es decir, atraer al turista urbano también requiere de ajustes en cuanto a los servicios locales – lo que es una oportunidad empresarial  también – o a la comunicación honesta en cuanto a las restricciones. También me parece reflejar una limitación estructural; sin embargo, sí hay lugares para tomar un café o tomar bebidas; y,
  • como anécdota final, un problema con el tren de regreso a París (uno más, dirían muchos viajeros con billetes de la SNCF que en los pasados días debían ir por su parte al Oeste y Suroeste de Francia). Nuestro esperado tren ‘intercités‘ fue remplazado por un vetusto tren de cercanías (RER), lo que en un trayecto de casi tres horas y sin aire acondicionado cuenta mucho en contra. Obviamente, los servicios de la compañía de trenes no son la responsabilidad de la organización del programa cultural, pero sí forman parte de la experiencia global, sobre todo si se pone en evidencia la campaña de comunicación del programa cultural desde la estación de trenes parisina de Saint-Lazare. En fin, unos días después de formular la queja ante la SNCF se recibió una compensación por este incidente.

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En resumen, tanto el conjunto del programa cultural ‘Un été au Havre 2017‘, como la experiencia que tuvimos durante 48 horas, me han parecido muy atractivas, llevándome a confirmar que Le Havre es sobria, pero sobre todo, interesante. Y un caso de estudio original de turismo cultural en Francia y de su campaña de comunicación.